En su intento por combatir la inflación, el Banco Central Europeo (BCE) sorprendió a todos tanto en julio, cuando subió un 0,5% los tipos de interés, como en septiembre, cuando los subió, por primera vez en la historia, un 0,75%. Esto ha provocado, además, que el Euribor supere, mucho tiempo después, el 2%.
Con todo, lo que más preocupa es la tendencia alcista en la que se encuentra el índice de referencia, que parece no tener límite. "La subida estratosférica que se observa en las gráficas asusta", asegura Ricard Garriga, CEO de Trioteca. A esto, Josep Soler, director del Instituto de Estudios Financieros (IEF), añade que "no sólo se trata de saber hasta qué nivel va a llegar", sino que sería interesante saber cuánto tiempo estará en máximos.
Garriga: "La subida estratosférica que se observa en las gráficas asusta"
El Euribor, que llevaba en negativo desde 2016, cerró agosto en el 1,249% y la media de septiembre se situó en el 2,23%, tasa que no se veía superada desde enero de 2009. Esta normalización de la política monetaria ha supuesto que las entidades bancarias revisen sus productos hipotecarios y crediticios, abaratando sus hipotecas variables y encareciendo las fijas. Una práctica que se ha repetido en los últimos meses, a tenor del aumento del Euribor.
¿Qué podemos esperar?
La subida del Euribor afecta tan solo a las hipotecas variables, cuyo interés se calcula con este índice. Si bien es cierto que, en los últimos años, la mayoría de las hipotecas firmadas fueron a tipo fijo, el 75% del crédito hipotecario vivo es a tipo variable, así lo corroboran los datos del Banco de España. De esta manera, aquellos que tengan firmado un préstamo de tipo variable verán, en los próximos meses, cuando se actualice su interés, que deben hacer frente a cuotas más altas. ¿Qué ocurrirá con las hipotecas fijas? Los que ya tengan una, seguirán pagando lo mismo, esa es la ventaja de estos préstamos.
La subida del Euribor sólo afecta a las hipotecas variables. El 75% del crédito hipotecario vivo está a tipo variable
Eso sí, estamos entrando en una situación de débil actividad económica que generará más morosidad y aumentará el riesgo. Cuando éste sube, la banca hace dos cosas: “subir el precio (el interés) y endurecer las condiciones de los préstamos”, cuenta Soler. Así, aquellos que ahora quieran un préstamo de tipo fijo, se verán perjudicados, pues la oferta se está encareciendo. Sin embargo, no lo ve así Garriga, quien explica que la subida de los tipos por parte de BCE iba acompañada de la exigencia hacia los bancos de continuar dando crédito. De hecho señala que, en 2013, cuando explotó la burbuja inmobiliaria, se firmaban 792 hipotecas al día, mientras que hoy se firman unas 1800 y, según las estimaciones de Trioteca, esta cantidad bajará, tan solo, a unas 1500.
Un segundo efecto sobre la hipotecas es que los bancos van a conceder menos préstamos que financien más del 80% del valor de compra de una vivienda. És más, lo que realmente supondrá una traba a la hora de pedir un nuevo préstamo hipotecario, según Garriga, será el “ratio de endeudamiento”. Normalmente, y en un uso responsable de los recursos de los que cada uno dispone, no se debería destinar más de un 35% de los ingresos a pagar la hipoteca cada mes, pero el aumento de tipos va a incrementar está proporción en muchos hogares, haciendo que los bancos sean más precavidos.
Hay quien si se va a beneficiar de este aumento de los tipos: los ahorradores
Finalmente, hay quien si se va a beneficiar de este aumento de los tipos: los ahorradores. Después de sufrir durante quince años la denominada represión financiera, “sería lógico que, con una subida de los tipos de interés se produjera un incremento de la rentabilidad de los productos de ahorro (depósitos y cuentas corrientes)”, explica Soler.
¿Se podría limitar el aumento del tipo variable?
La subida de los tipos de interés, por tanto, está tensionando el presupuesto de muchas familias que, hace apenas 3 años, se beneficiaron de las hipotecas de tipo variable, con el Euribor en negativo, y hoy tienen dificultades para poder hacer frente a ciertos pagos. Esto ha llevado a más de uno a plantearse cómo paliar los efectos de esta subida y, entre otras medidas, desde una parte del gobierno se ha especulado con limitar el aumento del tipo variable.
Sin embargo, tanto Soler considera que esta medida sería una “aberración económica” y añade que, intervenir los precios, en general, es un desastre y que se deberían buscar otros mecanismos, sobretodo centrados en aquellos que, realmente, no pueden hacer frente al incremento de los costes. Además, cree que esta medida podría, incluso, hacer que los bancos no concedan créditos. Garriga está de acuerdo y señala que siempre se puede hacer un cambio de hipoteca, pasando de tipo variable a tipo fijo.
Soler: "Limitar el aumento del tipo variable sería una 'aberración económica'"
Por otro lado, como recordó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los “topes” a la hipotecas no están permitidos en el tratado de la Unión Europea. Además, España forma parte de la Unión Bancaria y no puede tomar decisiones por su cuenta, aún menos cuando afectan tanto a los bancos como a los mecanismos de supervisión y resolución.
Finalmente, más allá de que la medida pueda, o no, generar distorsiones en los mercados financieros, su aplicación tendría poco recorrido. Al fin y al cabo, una hipoteca es un contrato privado, en el que el ciudadano acuerda unas condiciones. Además, seria un agravio comparativo respecto a un cliente que firmara un préstamo a tipo fijo, consciente de los posibles contratiempos que pudiera ocasionar la subida del Euribor.