La falta de nieve ha marcado gran parte de las fiestas de Navidad en el Pirineo. Pese a este escenario, las pistas de esquí gestionadas por Ferrocarrils de la Generalitat han podido abrir. Por estaciones, Boí Taüll ha recibido unos 22.500 visitantes a lo largo de estas Fiestas, La Molina 38.961, en Espot Esquí 18.254, en Port Ainé 10.974, en el Valle de Núria 18.000 y en Vallter 6.700. "El buen trabajo que se ha realizado en las estaciones ha permitido que se haya podido esquiar en buenas condiciones en los dominios esquiables disponibles", apunta Toni Segarra, presidente de FGC.
En otras como la de Baqueira, se ha detectado un incremento de esquiadores del 12% entre el 26 de diciembre y el 7 de enero. La estación ha dispuesto de hasta 116 kilómetros de trazados entre las cuatro áreas abiertas (Baqueira, Beret, Bonaigua y Baciver) sumando unos 20 kilómetros más de media que la pasada Navidad. Los espesores de nieve oscilaron entre los 20 y los 250 centímetros según las cotas y entre los días 5 y 7 de enero la estación recibió una nevada de hasta 80 centímetros de nieve polvo. Sin embargo, el sector turístico del Pirineo de Lleida ha dado por cumplidos los objetivos de ocupación turística, con ocupaciones muy elevadas entre el 26 de diciembre hasta el día 1 de enero, según el vicepresidente del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, Juan Antonio Serrano.
Durante el fin de semana de Reyes, se ha bajado hasta el 50% en la Val d'Aran y en el resto del Pirineo y conjunto de la demarcación hasta el 30%. El sector turístico leridano ha atribuido estos buenos datos al calendario -en cómo han caído los festivos navideños de este año- ya que la mayoría de estaciones de esquí alpino hayan sido abiertas, aunque las condiciones no eran las más idóneas para la falta de nieve. Sin embargo, Serrano defiende que quien ha querido esquiar "lo ha podido hacer". En cuanto al sector de la hostelería, las cifras de ocupación más altas se han registrado entre Navidad y Año Nuevo en las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès, donde las ocupaciones han rondado el 70% y la Garrotxa, donde entre el 29 y el 31 de diciembre alcanzaron el 90% de ocupación. Durante la semana de Reyes, en cambio, las ocupaciones fueron más bajas. En la Cerdanya y el Ripollès se han situado por estos días alrededor del 35% y en Olot y el resto de la comarca, del 60 y el 75% respectivamente.