Los pisos turísticos de Tarragona pasaron de 1.280 a 1.891 entre 2017 y 2021, un crecimiento del 47,73% pese a la frenada del mercado durante la pandemia en 2020. Así lo determina el estudio del investigador de la URV y doctor en Economía, Antonio Russo. Este estudio se ha realizado a partir de una estimación que incluye los pisos regulados, y aquellos sin licencia, que se promocionan a través de Airbnb y de la oferta con licencia en otras plataformas. Así, las zonas con mayor concentración son Part Alta, Centre, Llevant y Barris Marítims.
Las plazas de alojamiento en pisos turísticos en Tarragona, han pasado de 6.009 a 8.338. La oferta hotelera es de 2.300 plazas y en los campings de 8.340, según datos de Idescat del 2020. Un 10% de éstas no estarían reguladas. Russo también ha destacado que se detecta un aumento de la concentración de viviendas turísticas de un mismo gestor, lo que indicaría una profesionalización del sector.
La concentración de pisos turíticos en algunas zonas de la ciudad no ha provocado un descenso de la población censada y, de momento, no existe ningún fenómeno de expulsión de la población local. En Tarragona hay 165 habitantes censados por cada HUT de Airbnb, lo que sitúa a la ciudad junto a localidades como Toledo y lejos de otros destinos en los que el número de residentes por cada HUT de Airbnb es muy bajo: Sitges 16, Valencia 85, San Sebastián 77, Santiago de Compostela 105 o Pamplona 106.
El Ajuntament de Tarragona creará una mesa de trabajo integrada por diferentes departamentos municipales que hará seguimiento de la evolución del sector y propondrá medidas y actuaciones para que encaje con "un modelo turístico sostenible", para evitar "crecimientos descontrolados y ajenos a la población local ". Para el alcalde, Pau Ricomà, que un 21% de los edificios con pisos turísticos sea de antes de 1900 y un 46% de antes de 1950 es un indicativo del "efectivo positivo" por su rehabilitación el mercado.