La precariedad és un hecho transversal en el nuevo mercado laboral
La precariedad és un hecho transversal en el nuevo mercado laboral

Generación precariedad

Los indicadores sobre el mercado laboral demuestran como la profecía de la "primera generación que vivirá peor que sus padres" es cada vez más real

En el Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels dejaron una de las citas más recurrentes en el análisis político. "Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo". El que quizás no imaginaban era que, 171 años después, la dictadura que parece conquistar el continente es la de la precariedad. Si los baby boomers disfrutaron del crecimiento sostenido y el Estado del bienestar posterior a los tiempos de guerra, sus hijos desembarcan al mercado laboral bajo el mantra que dice que son la primera generación que vivirá peor que sus padres. Mientras los sociólogos buscan las diferencias entre las generaciones X, Y y Z, sus miembros comparten la precariedad como un hecho unificador.

Las cifras sostienen la profecía de una generación condenada a la inestabilidad. El 2018, la tasa de paro en Catalunya fue de un 11,6%, que se disparaba hasta el 27,7% para las personas entre 16 y 24 años. Si nos fijamos en el salario bruto anual, la estadística dice que, de media, un trabajador del país gana unos 24.400 euros anuales, que se quedan en 10.800 para los menores de 25 años y en 19.500 para los que tienen entre 25 y 34 años.

El informe Más precarias ahora que en 2000, publicado por Avalot (Jóvenes de la UGT de Catalunya) incide en la bajada de las condiciones laborales en los últimos años comparando los indicadores laborales de los años 2000 y 2016. Entre las cifras más destacadas encontramos una reducción del 32,4% en la población ocupada entre 16 y 34 años, un incremento de 15 puntos en la tasa de paro de los menores de 25 años y una universalización de la temporalidad con el 89,8% de los nuevos contratos para jóvenes de carácter temporal.

Ferrero: "Los jóvenes de ahora estamos peor en todos los indicadores que hace 20 años; tenemos más contratos temporales, más parcialidad y cobramos menos que el 2000"

"El informe demuestra que los jóvenes de ahora estamos peor en todos los indicadores que hace 20 años; tenemos más contratos temporales, más parcialidad y cobramos menos que el 2000. Si tenemos en cuenta la subida del IPC de estos años y añadimos situaciones como la subida del precio de la vivienda, la estabilidad es imposible", indica la portavoz de Avalot, Elena Ferrero.

Las cifras apoyan la tesis de la precarització del mercado laboral, pero su impacto es puramente generacional? El profesor del departamento de Personas y Organización de Esade, Carlos Obeso, puntualiza el análisis. "Está de moda analizar problemáticas bajo el prisma de los colectivos sociales; un día hay un conflicto con la gente mayor, otro con los de 45 años y otro con los jóvenes. Si ampliamos el foco encontraremos problemas generalizados, porque la realidad es que la precariedad está afectando todo el mundo quien entra al mercado laboral".

El profesor concede que los perfiles séniors que entraron al mercado anteriormente están mejor situados, "pero a buen seguro que, si se ven en una situación de paro, cuando vuelvan se encontrarán con condiciones peores".

Obeso considera que "no hay que negar la evidencia" en cuanto a la precariedad que sufren las generaciones de jóvenes actuales, pero reclama releer las estadísticas con un sentido crítico. "Si la cifra de paro juvenil en España está sobre el 35% es porque entra la franja de los 16 a los 19 años, donde hay muchos perfiles no preparados, inexpertos y, por lo tanto, con menos posibilidades para encontrar trabajo".

Una nueva configuración laboral

La temporalidad y los sueldos bajos condicionan enormemente el desarrollo vital de los jóvenes. El Eurostat indica que los españoles no se independizan hasta los 29,3 años –en los países nórdicos la media está en los 21 años-, en buena parte porque los jóvenes que dan el paso y, además, deciden pagar una hipoteca destinan un 60,8% de sus salarios. Si nos fijamos en el ocio, las opciones low cost se imponen en el mercado. Los turistas españoles se sitúan en el vagón de cola en gasto durante sus viajes, con una inversión mediana de sólo 230 euros por persona, ante los 818 euros que se dejan los suizos o los 353 de los franceses.

La precariedad de los jóvenes ha generado nuevos modelos de negocio que aportan servicios a un grupo de población adaptados a la temporalidad y la precariedad

Estas cifras explican porque los jóvenes "no se sienten atraídos por la propiedad" o "no planifican su futuro", como concluyen algunos estudios generacionales. Los nuevos hábitos de consumo condicionados por el nuevo marco laboral han generado nuevos modelos de negocio que buscan aportar servicios a un grupo poblacional habituado a vivir en la temporalidad y la precariedad.

La digitalización ha popularizado las plataformas de economía colaborativa, que si bien han demostrado ser exitosas a la hora de responder a las necesidades de estas generaciones, también han sido criticadas para incidir sobre su precariedad. "Hablamos de un sector que no representa más del 6% del mercado laboral, que se basa en la eliminación del intermediario, pero que no está debidamente regulado ni desde el punto de vista de la estructura empresarial ni desde el laboral", indica Obeso.

El experto de Esade considera que "sin una regulación laboral la precariedad aumenta" y reclama empezar para definir qué es empresa y quién son los empleados en estos nuevos modelos de negocio. "Hace 20 años era muy claro detectar estos perfiles, pero no es casualidad que uno de los temas estrella de la última campaña haya sido el de los autónomos. Hacen falta más inspecciones laborales y regular el trabajo en estas plataformas", indica Obeso.

Una nueva reforma laboral

Más allá de la regulación de los nuevos modelos de negocio, Obeso considera imprescindible volver poner sobre la mesa política una nueva reforma laboral, en la que se establecen nuevas condiciones de negociación colectiva. "La anterior reforma laboral ha dañar la situación de los trabajadores y está demostrado que los países donde la negociación colectiva es más fuerte, las condiciones mejoran".

Obeso: "La anterior reforma laboral ha dañado la situación de los trabajadores y está demostrado que los países donde la negociación colectiva es más fuerte, las condiciones mejoran"

La representante sindical, Elena Ferrero, coincide en el análisis y establece los primeros objetivos. "Establecer un nuevo estatuto de los trabajadores llevará años, por el que lo primero que se tiene que hacer es tumbar la última reforma laboral, que ha dado más poder a las patronales y ha minimizado las posibilidades de negociar de los trabajadores". La portavoz de Avalot considera que "se ha aprovechado la crisis por precaritzar el mercado" y alerta sobre los peligros de crear una sociedad de condiciones mínimas. "Es una cuestión de alerta general; estamos formando jóvenes que, por el hecho de no poder desenvolupanr su vida con dignidad, se están marchando y llevándose su talento".

Desde la UGT reclaman como primera medida volver a la anterior reforma laboral, pero también fijan los objetivos de futuro. En una conversación con VIA Empresa, el secretario general del sindicato en Catalunya, Camil Ros, indica que "si se han aprobado medidas como el salario mínimo de 900 euros es porque llevamos años reivindicándolo" y apunta a que en el futuro platearan debates sobre "la reducción de la jornada a 32 horas semanales recuperando el salario recortado". El dirigente considera que el nuevo gobierno de izquierdas que presumiblemente se nombrará en Madrid tendrá que ser más sensible a las propuestas sindicales y cree que "es el momento de poner fin a la crisis fijándonos, no sólo en el beneficio de las empresas, sino también al mejorar los derechos de los trabajadores".

Los planteamientos sindicales suponen la regulación de un mercado que parece tender a una total liberalización, pero esto no tiene que ser necesariamente un impedimento. "Hay un péndulo en la historia y en la economía que demuestra como se pasa de etapas de regulación a otros más liberales de forma cíclica, como pasó en Europa a los '70, con el paso del Estado del bienestar a los gobiernos estilo Tatcher. Creo que volveremos a la era de la regulación, porque si el mercado de trabajo no se controla puede acabar en desastre para los trabajadores, pero también para las empresas", concluye Obeso.

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