Producir en casa sale por anticipado

Crece el número de empresas textiles que confeccionan sus piezas en Cataluña, en busca de más calidad y control del proceso

La China queda cada vez más lejos para el textil catalán. En distancia, y en tiempo. La idea de deslocalitzar la producción al extremo oriente, tan común en el imaginario del sector, es hoy una rèmora del pasado para un buen puñado de empresas del país, básicamente pymes que apuestan por el diseño y la calidad y que requieren de querencias cortas y flexibles. La mayoría han optado para acercar la producción mucho más cerca de casa. Portugal, Marruecos o los países del Europa del Este son los preferidos, por el equilibrio entre calidad, precio y proximidad que ofrecen. Pero crece el número de empresas que deciden ir más allá, o mejor dicho, más cerca, y concentrar todo el proceso de confección en Cataluña. Porque producir en casa vuelve a salir por anticipado.

Control directo del proceso productivo, garantía de calidad, flexibilidad y disposición inmediata de stocks. Estos son los motivos que repiten como un mantra las empresas consultadas que producen hoy en día el 100% de sus piezas en Cataluña, y que rebaten los argumentos hasta hace poco incontestables que impulsaban a deslocalitzar la producción en la China, Vietnam o Bangladesh. Hoy prefieren mirar a los talleres de su entorno más cercano, o incluso dotarse de una fábrica propia.

Calidad bajo control
"A la empresa familiar donde trabajábamos hace unos años producíamos fuera, pero la calidad era bastante mala, las piezas venían con muchas taras y el coste final se acababa elevando", recuerdo Ariana Marín, diseñadora textil de la empresa Fun*das BCN. Que un golpe los robaran un camión entero con 2.000 prendas de ropa tampoco los ayuda a tener un buen recuerdo de la experiencia. Fun*das BCN, empresa creada en 2011 y que se dedica a producir tejidos para las principales marcas de cadiretes y cochecitos de bebés, confecciona todas sus piezas en Cataluña. "Hagamos producciones cortas pero continuas, dependiendo del qué marquen las ventas. Necesitamos controlar al por menor el stock de tejido y de producto para disponer siempre de liquidez, así que es básico tener los proveedores bien cerca", destaca Marín.

Además de la tienda online de la marca, las creaciones de Fun*das BCN se pueden encontrar a Barcelonakids.cat, un portal web que reúne un buen puñado de marcas catalanas de productos infantiles que coinciden al fabricar sus productos al territorio. Por ejemplo, Micu Micu, una firma igualadina de complementos textiles para bebés. Son muy rotundos a la hora de defender la conveniencia de confeccionar en Cataluña. "Si algún proyecto no lo podemos fabricar aquí, ni nos planteamos echarlo", afirma Carles Piernas, Product Manager de la empresa.

Después de una elevada inversión en I D durante los últimos cinco años, a Micu Micu disponen de fábrica propia y maquinaria de última generación. "En Igualada podemos controlar la producción diariamente, tenemos ma de obra muy especializada, y mucha calidad en los acabados", destaca Piernas, refiriéndose a la gran experiencia que acumulan en la capital de la Anoia en el ámbito del género de punto. Sólo encuentran ventajas en el hecho de producir bien cerca de casa. "Controlamos mucho más el proceso productivo del producto. Nos ahorramos problemas de taras y retrasos", aseguran.

Empresas jóvenes y veteranas
Buscar talleres del entorno más cercano a menudo es la única solución para aquellas empresas que apenas empiezan a aventurarse en el mundo textil y que de momento trabajan con querencias cortas. Es el caso de Rita Row, firma catalana de moda y joyería con poco más de un año de vida, que crea sus propias colecciones y que presume de producirlas al 100% en talleres locales. "Estamos encontrando empresas textiles del territorio que permiten trabajar con producciones pequeñas, hecho que facilita mucho el trabajo a firmas como la nuestra", aseguran.

Centralizar la producción en Cataluña no es tan sólo una tendencia de empresas jóvenes. Hay también de veteranas que siempre se han mantenido fieles a casa . "Nosotros nunca hemos deslocalitzat la producción enel extranjero", explica Esteve Vilaseca, actual director de la firma Vilaseca S.A ,que diseña y confecciona la marca de ropa interior Abeto Siete. Fundada en 1952 en Mataró, Vilaseca generó una estructura industrial propia que, al contrario que otras muchas competidoras, se ha mantenido de pie en el territorio. "Los costes de producir en casa son superiores, sobre todo en mano de obra, pero a cambio podemos controlar mejor la calidad, el servicio y los stocks", afirma el gerente de la empresa.

Los inconvenientes a resolver
En este regreso en casa, pero, todavía hay cuestiones para pulir para hacerlo del todo atractivo. Más allá del coste más elevado de la mano de obra, que las empresas que han relocalitzat la producción en Cataluña parecen dispuestos a asumir a cambio de obtener calidad, se presentan otros problemas. Por ejemplo, el gasto energético. "Es la cruz del proceso productivo", destacan desde Micu Micu. Las máquinas de la empresa trabajan 24 horas en el día, 7 días a la semana, una media de 10 meses a l´año. "El precio de la electricidad no para de subir, así que es un gasto considerable", constatan.

Otro elemento que todavía juega en contra es un cierto inmovilismo por parte de los talleres catalanes. "Nosotros apostamos por ellos, pero también tienen que estar dispuestos a hacer cosas nuevas", explica Ariana Marín, de Fun*das BCN. Los reclaman un cambio de chip para adaptarse a las producciones continúas a precios justos, y ser capaces de asumir nuevos modelos y diseños. "Los cuesta salir de la camiseta y el polo, de los patrones de toda la vida", resume Martín
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