¿Qué estudios y competencias pide el sector energético?

Se estima que en los próximos años la transición energética genere entre 250.000 y 350.000 puestos de trabajo anuales

La transición energética planteará un mercado laboral con nuevos perfiles profesionales y competencias | iStock La transición energética planteará un mercado laboral con nuevos perfiles profesionales y competencias | iStock

El compromiso que han adquirido muchos gobiernos para frenar el cambio climático y conseguir la descarbonización de la economía mundial es un camino, indudablemente tecnológico, cargado de riesgos, retos y oportunidades para las generaciones presentes y futuras. Se estima que en los próximos años la transición energética genere entre 250.000 y 350.000 puestos de trabajo anuales, que requerirán nuevos perfiles profesionales y competencias. Para avanzarse a las necesidades de este futuro mercado laboral marcado por la digitalización, la sostenibilidad y la globalización, la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la IEB-Universitat de Barcelona ha elaborado el informo Trabajos que demandará el sector energético: nuevas oportunidades sostenibles.

El estudio, presentado por la Fundación Naturgy, analiza las oportunidades de trabajo que ofrece la transición energética en un contexto de recuperación socioeconómica, descarbonización y digitalización de la economía. Son trabajos vinculados a cuatro principales bloques: la eficiencia energética, la generación de energías renovables, la captura y almacenamiento de energía y carbono y la comercialización de energía. El informe estima que durante los años próximos habrá, por un lado, un crecimiento significativo de la ocupación en estos sectores que requerirá nuevos conocimientos y competencias y, por la otra, que se crearán nuevas categorías profesionales que den respuesta a las necesidades específicas del mercado, como "gerentes y técnicos de desarrollo de producto y tecnología de biocombustibles, biomasa, geotermia, sistemas de captura de metano o hidrógeno, o profesiones relacionadas con eficiencia energética como auditores energéticos", ejemplifica el informe. También advierte que desaparecerán algunas de las ocupaciones energéticas tradicionales.

Según María Teresa Costa, la economista que ha dirigido el estudio, estas nuevas categorías implicarán "la incorporación de nuevos talentos, pero también se tendrá que promover el tráfico de trabajadores que actualmente están en ocupaciones tradicionales hacia estos trabajos innovadores".

Laura Martín, directora del organismo público Instituto de Transición Justa, asegura que uno de los retos de la actual administración hacia la transición energética justa es el de "integrar a la población trabajadora en estos trabajos tan específicos".

Las hard y las soft skills

Hablamos mucho de futuro, pero la necesidad es actual. De hecho, las webs de las empresas energéticas ya han empezado a solicitar estas nuevas demandas en las ofertas de trabajo. Así lo concluye la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la UB, que en su informe ha analizado 12.500 ofertas de trabajo de todo el mundo y un total de 5,5 millones de datos. La distribución territorial de estas ofertas está concentrada, especialmente, en EE.UU. y Europa.

Las ramas de conocimiento más solicitadas, además de la tradicional ingeniería, son las matemáticas, las ciencias sociales, la química y las finanzas

"Hoy en día el sector energético se caracteriza para ser el que tiene más alto porcentaje de titulados universitarios -introduce Costa-, pero las nuevas demandas de trabajo piden mucho más: posgrados, másteres y doctorados". Las ramas de conocimiento más solicitadas, además de la tradicional ingeniería, son las matemáticas, las ciencias sociales, la química y las finanzas.

Costa advierte que no hay grandes diferencias entre las titulaciones de España y el resto del mundo: "en España tenemos mucha exigencia en el campo de los másteres y doctorados, y quizás menos en formaciones intermedias". De hecho, Nacho Sequeira, director general de la Fundación Exit, ha hecho una crítica a la poca atención que reciben los jóvenes de Formación Profesional en este tipo de estudios y ha remarcado que la transición energética necesita mucho a estos perfiles: "necesitaremos profesionales que instalen las placas solares, fabriquen los coches eléctricos o hagan la rehabilitación de edificios o de los sistemas de calefacción".

Por la parte de habilidades, las soft skills, el estudio señala especialmente las orientadas al cliente y al mundo digital. Predominan cuatro principales bloques -resolución de problemas, autogestión, habilidades sociales y gestión de la tecnología- y son aplicables a cualquier sector. Costa destaca, especialmente "la capacidad de adaptación al entorno, la disponibilidad para movilizarse, la voluntad de aprendizaje y de trabajar en equipo, la flexibilidad y la comunicación efectiva y afectiva".

¿Somos capaces de dar respuesta?

La ratio de graduados universitarios por habitante en España es una de las más elevadas de Europa. Y esta es una de las grandes fortalezas de nuestra dotación educativa. Pero la moneda tiene otra cara, la negativa: "nuestro sistema educativo tiene una gran debilidad: una tasa de abandono escolar muy elevada". Costa cree que la empresa privada también puede hacer mucho en esta línea. "Nos tenemos que esforzar más desde el sector privado para promover la formación continua en las empresas".

Costa: "Piden debatir, defender y organizar el trabajo en inglés, como si ésta fuera la lengua materna, y esto no lo tenemos totalmente consolidado"

Hay una debilidad del tejido empresarial que Costa ha querido subrayar con cierta preocupación: el inglés. "Todas estas ofertas de trabajo que hemos analizado piden un alto nivel de inglés. Piden debatir, defender y organizar el trabajo en inglés, como si esta fuera la lengua materna, y esto no lo tenemos totalmente consolidado", ha criticado. "Es un desajuste entre oferta y demanda laboral que puede provocar vulnerabilidad".

Deberes para todos

La colaboración publicoprivada es clave por ponerse al día en estas nuevas demandas. El informe, de hecho, pone deberes a todos. En el bando de la administración está estrechar los vínculos entre educación y trabajo, y renovar los métodos didácticos, apostando por la Formación Profesional y la educación STEM. Según el informe, las empresas, por su parte, tendrían que mejorar las necesidades de reciclaje profesional de sus trabajadores y "fomentar la participación de la mujer, que, desgraciadamente, tiene todavía una presencia muy baja en el sector".

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