La obra nueva es la reina en el estado español. No es así en toda Europa, donde hacer obras en las viviendas para mejorarlas es más habitual que aquí. La rehabilitación de edificios se puede realizar en varias direcciones: la eficiencia energética y la adaptación de los espacios a la diversidad funcional son las más relevantes. Pero también contribuye a la dinamización de la economía de las pymes y, ahora que hace más de un año y medio que pasamos más tiempo en casa que nunca, a tener viviendas dignas. Lo que hay que entender es que las casas no son para siempre, que necesitan mantenimiento y mejoras para adaptarse a los nuevos tiempos. Esto es lo que reivindica el sector de la construcción, que ya hace años que reclama impulsar la rehabilitación de edificios desde varios ámbitos.
"Tenemos que poner las casas en buen estado; tenemos que reducir el consumo energético", insta el presidente del Col·legi d'Aparelladors de Barcelona, Celestí Ventura. El director de la unidad de negocio ibérico de la empresa especializada en aislamiento Rockwool, Miquel Àngel Gallardo, aporta un dato clave para defender la rehabilitación: "En el estado español tenemos un parque de viviendas muy envejecido: hay 21 millones de viviendas construidos antes de los códigos técnicos, que tienen muchas deficiencias". De hecho, las viviendas de más de 50 años están obligados a pasar inspecciones técnicas periódicas. Según Ventura, un 50% de estos edificios no la han superado y, de estos, solo la mitad llegan a hacer obras; el resto, se quedan con el expediente abierto.
A pesar de que la rehabilitación de edificios es una necesidad en toda Europa, el estado español va especialmente atrasado. Celestí Ventura asegura que mientras que en España la rehabilitación de la obra pública, las viviendas y los edificios del sector terciario no llega al 30%, la media europea se encuentra en el 50% y, en países como Francia, Italia y Alemania es del 70%. ¿Por qué hay esta diferencia? Tanto el presidente del Col·legi como el responsable de Rockwool coinciden en que la razón es, básicamente, cultural. El sector de la construcción en el Estado está muy centrado en la obra nueva. Además, Gallardo cree que el hecho de tener un clima más cálido hace que la población no vea tan necesario, por ejemplo, tener un buen aislamiento en su casa. Ventura añade otro motivo: las dificultades económicas. Y es que poner de acuerdo a toda una comunidad de propietarios para rehabilitar un edificio no es fácil, sobre todo si "hay parte de la comunidad que no llega a final de mes", añade Ventura. Gallardo cree que también juega un papel clave una regulación "poco exigente" en eficiencia energética.
Miquel Àngel Gallardo (Rockwool): "En el estado español hay 21 millones de viviendas construidos antes de los códigos técnicos, que tienen muchas deficiencias"
El sector en general está de acuerdo en que para llegar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en materia de cambio climático es necesario que los edificios reduzcan el consumo energético. Y es que son responsables de un 40% de toda la energía final consumida en Europa. Tener un buen aislamiento, por ejemplo, hace que el consumo energético en calefacción y aire acondicionado baje drásticamente. Pero rehabilitar los edificios también significa contribuir a la economía circular, según Ventura: "La materia prima es limitada y no hay mejor economía circular que alargar la vida de lo que tenemos". Si las viviendas no se renuevan y siguen envejeciendo, no hay más remedio que acabar derribándolas, hecho que Ventura avisa que requiere una gran cantidad de energía -que después se multiplica para construir un edificio nuevo- y genera muchos residuos.
Eliminar barreras
Ventura y Gallardo creen que la administración tiene un rol importante en el estímulo de las rehabilitaciones. "Necesitamos una política estable y a largo plazo", considera el responsable de Rockwool. Para el presidente del Col·legi d'Aparelladors, la clave se encuentra en eliminar las barreras fiscales y administrativas con las que considera que se encuentran los ciudadanos a la hora de iniciar unas obras de estas características. Por un lado, actualmente, el IVA que se aplica a la rehabilitación de edificios es del 21%, como el de los artículos de lujo o las nuevas construcciones. Ventura reclama una rebaja hasta el 10%: "Desde las administraciones se tiene que ver como una necesidad, no como una recaudación".
Hace casi dos meses, el Gobierno central impulsó un real decreto de "medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria" en el marco de los fondos europeos. El sector esperaba que incluyera la rebaja del IVA, pero Ventura explica que lo que hace es permitir desgravar las ayudas que se reciban del plan de recuperación y que, por lo tanto, no tributen en la declaración de la renta. "Cualquier medida se agradece, pero siempre se puede ir más allá; nosotros habríamos sido más ambiciosos desde el punto de vista de las demandas de aislamiento", considera Gallardo.
Celestí Ventura (Col·legi d'Aparelladors): "Las administraciones tienen que ver la rehabilitación de edificios como una necesidad, no como una recaudación"
En cuanto a las subvenciones y créditos provenientes de Bruselas, el reto se encuentra en repartirlos bien, según los expertos: "Tiene que ser una lluvia fina que llegue a todas partes". Un estudio realizado por Rockwool y Cambridge Econometrics que analiza cómo se puede impulsar la rehabilitación concluye que una de las claves de los Next Generation es que "las entidades locales tengan capacidad para gestionarlos".
Otra de las barreras que hay que eliminar es la administrativa. Mientras que Gallardo defiende la necesidad de crear una ventanilla única para reducir las "trabas burocráticas", Ventura está de acuerdo con ello y explica que ya está en proceso de creación; calcula que en un mes y medio estará terminado. El Col·legi se ha ofrecido a colaborar con la administración y encargarse de hacer inspecciones y, de hecho, en Barcelona ya hace 10 años que funciona así, recuerda Ventura. En algunos ayuntamientos, entre que se solicitan los permisos y se reciben puede pasar hasta un año y medio, según el presidente del Col·legi d'Aparelladors.
Rehabilitar con ayuda digital
Los fondos europeos llegarán a proyectos sostenibles, pero también tienen la voluntad de impulsar la digitalización. "Hay un proyecto para informatizar de manera conjunta todos los trámites; sería fantástico monitoritzar todo aquello que hacemos, pero técnicamente estamos muy lejos", lamenta Ventura. Lo que sí está más cerca es la metodología de trabajo BIM, que consiste en tener toda la información de un edificio en un modelo tridimensional. Esta base de datos es especialmente útil a la hora de hacer mantenimiento y reformas. "Tener modelos que sean aplicables a diferentes edificios es clave; el nivel de estandarización es más bajo que en obra nueva, pero ayudaría mucho", asegura Gallardo.
Pero lo más importante para él es la concienciación, tanto del sector público como de los ciudadanos. "Hace falta que expliquemos cuáles son los beneficios de rehabilitar los edificios, porque no solo es el ahorro energético a largo plazo, sino una mejora inmediata en el confort y la acústica, por ejemplo", afirma el responsable de Rockwool. El objetivo: convencer de que las casas no son para siempre.