Los restauradores amenazan con subir los precios de quienes consuman en sus terrazas si el Ayuntamiento de Barcelona decide aumentar el impuesto. El Gobierno municipal ha propuesto un incremento de la tasa que pagan los establecimientos para tener mesas y sillas en la calle en sus nuevas ordenanzas fiscales.
La reacción del Gremi de Restauració de Barcelona ha sido contundente: esto comportará "una subida generalizada y lineal de los precios que pagan los clientes". A través de un comunicado, expresan que "no dan crédito". Esta subida del impuesto que se plantean Barcelona en Comú y el PSC, aseguran los restauradores, representaría cuadruplicar o quintuplicar el precio actual de las terrazas de la Rambla Catalunya, el Passeig de Gràcia y la Plaça Reial, mientras que en barrios como Ciutat Vella, l'Eixample y Gràcia lo multiplicaría por tres.
Creen también que el sector no podrá absorber el aumento de la tasa y que, al subir los precios a los clientes, sentarse en una terraza "no estará al alcance de la inmensa mayoría de los barceloneses". Para evitarlo, el director del Gremi de Restauració, Roger Pallarols, ha explicado que quieren empezar una negociación con el Ayuntamiento. "Reclamamos que la tasa se actualice de una manera sensata, teniendo en cuenta la realidad de los negocios de restauración de la ciudad, sobre todo pymes y autónomos, y sin obligar a la ciudadanía a cambiar de hábitos".
Los disturbios
Los restauradors se han referido a los disturbios de la semana pasada en Barcelona, a raíz de la sentencia del procés. Aseguran que la facturación del sector ha caído -sin cuantificarlo- y que, ante esta situación, "el Ayuntamiento tendría que pensar en medidas de promoción de la restauración y no en multiplicarnos la tasa por cuatro".