
El Ayuntamiento de Barcelona incorpora, por primera vez, el conocimiento del catalán entre el personal como criterio a valorar en la nueva licitación de los chiringuitos de playa. Es decir, que los trabajadores puedan acreditar un B2 sumará puntos. También se otorga más peso a la responsabilidad social y ambiental y menos a la oferta económica. La licitación para el período 2026-2029 abarca cuatro temporadas e incluye 8 chiringuitos-bar con servicio de hamacas y sombrillas, 3 chiringuitos-bar y 3 posiciones de servicio de hamacas y sombrillas. En la nueva licitación, el criterio económico pasa a ser el 15% del total de la valoración (antes el 35%) y se tendrán más en cuenta aspectos como la contratación de personas en situación de desempleo o exclusión.
El valor del contrato de licitación es de unos 2,4 millones de euros y es para cuatro temporadas. Los servicios de playa del contrato están en las playas de San Sebastián, San Miguel, Barceloneta, Somorrostro, Nova Icària, Bogatell y Mar Bella. En cinco posiciones (las dos de Nova Icària y las tres de Bogatell) se ha tenido que reducir a la mitad el número de tumbonas y sombrillas que se podrán instalar en la arena debido al retroceso que sufren las playas de Barcelona.
El Ayuntamiento quiere blindar un modelo de chiringuitos que ofrezca "un buen servicio a la ciudadanía y que sea respetuoso con el entorno"
Con la propuesta que ahora se licita, el Ayuntamiento quiere blindar un modelo de chiringuitos que ofrezca "un buen servicio a la ciudadanía y que sea respetuoso con el entorno". Así, el consistorio apunta que apuesta por "la calidad del servicio" en la nueva licitación con más peso otorgado a criterios y aspectos que aportan "valor añadido".
El peso del catalán
Según consta en la licitación, el conocimiento del catalán otorgará hasta 10 puntos. Así, por primera vez, se otorgarán 2 puntos por cada trabajador adscrito al servicio que tenga, en la fecha de la presentación de las ofertas, un certificado oficial B2 o superior de catalán (máximo 5 trabajadores).
Sobre el conocimiento de idiomas extranjeros, también se fija hasta 10 puntos, con 1 punto por cada certificado oficial B1 o superior de inglés, francés, alemán o italiano, o bien ser nacional de un país donde sea oficial una de estas lenguas o sea la más hablada, acreditado por los trabajadores adscritos al servicio (máximo 5 trabajadores, y máximo 2 puntos por trabajador).
Por otro lado, dice el Ayuntamiento, también se valorará la experiencia del personal en el ámbito de la restauración.
Responsabilidad social y ambiental
Entre estos, cita la contratación de personas en situación de desempleo o de exclusión social, la formación en género y no discriminación o bien la subcontratación de empresas de economía social, por ejemplo, en el suministro de vajilla o catering. En el ámbito ambiental se tendrá en cuenta la eficiencia energética e hídrica, la gestión de los residuos y el desperdicio alimentario y los certificados ambientales de calidad.
En el ámbito del servicio destaca el establecimiento de precios máximos de algunos productos como el agua, los refrescos o los bocadillos. Así, la reducción de los precios máximos establecidos en el anexo del pliego administrativo puede dar hasta 5 puntos, con un punto por cada 2 puntos de descuento que se realice sobre los precios máximos. La tabla parte de precios máximos como 2,75 euros por una botella de agua natural de 0,33 litros, 5,50 euros por una cerveza u 8,25 euros por un bocadillo caliente o frío.
Respecto a la oferta gastronómica, se tendrá en cuenta la apuesta por los ingredientes de calidad, la proximidad y los menús con necesidades especiales. Por otro lado, también se valorará la atención a los usuarios y las mejoras del servicio de lavabos, que son de uso público durante la temporada de playas.