Sembrar el futuro en Turquía

La empresa productora de entonces, Semillas Fitó, ya exporta un 55% de su facturación situando Turquía cómo uno de los mercados de referencia

"Exportar ya no es una estrategia, es nuestro eje", asegura Xavier Fitó Baucells, director de Unidad de Negocio de Semillas Fitó. Una empresa familiar fundada el 1880 y, que de la mano de la quinta generación, se ha abierto en el mundo para sembrar las semillas del negocio del futuro.

Cuando la quinta generación familiar se hizo cargo de la empresa el 1997, el 100% de las ventas se concentraban al mercado español y "nadie de la empresa hablaba inglés con la filosofía que así no los ficharía ninguna multinacional", explica con ironía el director de Unidad de Negocio de la compañía.

Camino de Turquía
La decisión de abrirse en el mundo estaba tomada, y empezaron los primeros pasos en Italia y Turquía con los productos que tenían más éxito en España. Según Fitó, el primer objetivo de expansión internacional era consolidarse al mediterráneo, "la zona con unas condiciones más naturales por nuestro producto, y donde Italia, Turquía, Egipto o Marruecos eran puntos básicos".

Desde entonces, Semillas Fitó ya es presente además de 60 países, tiene cinco filiales y cuenta con 437 trabajadores y 70 millones de euros de facturación. "Queremos ser la más grande de las pequeñas del sector, o la más pequeña de las medias", explica su directivo.

El 2001, con todo a punto para empezar a vender en Turquía, va quebrar el distribuidor, y la empresa optó para crear una filial: Fitó Tohumçuluk. "Entre 2001 y 2006 la filial sólo importaba las nuestras entonces, hasta que entonces empezamos a producir -ne por las necesidades del mercado turco, pero también por el resto del grupo", explica Fitó a VIAempresa.

Apuesta firme
La apuesta turca se consolidó creando el primer centro de investigación fuera de España el 2009. "Turquía es nuestro principal mercado de exportación y una excelente plataforma para entrar enla Oriente Medio y la Asia Central", destaca el directivo.

"Tener una filial significa crear un modelo de negocio y requiere la implicación de todos los organismos de la empresa", asegura Fitó; que recomienda que en un principio las filiales tengan estructuras ligeras puesto que "cuesta mucho empezar a ganar dinero". 

De Turquía destaca que es "un país con un gran potencial agrícola, acogedor, con gente dinámica, implicada y motivada"; a pesar de que presente algunos obstáculos que hay que superar como las devaluaciones de la lira turca o una compleja gestión de cobros.

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