Sin mano de obra adecuada

El 52% de los trabajadores extranjeros que llegan a España están sobrecualificados para hacer el trabajo para el que se les contratará

Cuanto más en el sur de Europa, más sobrecalificación educativa hay en el mercado laboral | iStock Cuanto más en el sur de Europa, más sobrecalificación educativa hay en el mercado laboral | iStock

He escuchado decir repetidamente al señor Joan Font, el máximo responsable de Bon Preu, que su empresa prácticamente no tiene mayores problemas en el trabajo del día a día. Tienen dinero para crecer, las ventas van bien, etc. Aun así, tienen un problema grave: dificultades para encontrar personal. Ellos tienen un gran abanico de oferta de trabajo, ya se lo pueden imaginar: desde personal altamente calificado, hasta niveles mucho más básicos. Pues bien, tienen problemas. El otro día leí unas declaraciones similares del máximo responsable de la cadena de talleres Rodi Motor -que ofrecen un servicio excelente, por cierto-. Tienen que buscar mecánicos fuera del país.

Cuando todo esto tiene lugar en un país como el nuestro, que no tendría que requerir la entrada de trabajadores puesto que tenemos un paro por encima del 6%, quiere decir que los que gobiernan no lo hacen bien. Miremos algunos de los problemas de nuestro mercado de trabajo.

El primer trauma que tiene Catalunya es que crea puestos de trabajo para los que no están. Quiero decir que los que gobiernan estimulan (no penalizan) sectores que requieren mano de obra de baja calificación que tiene que inmigrar. Pero de esta mano de obra en Catalunya vamos escasos porque, en principio, todos han acabado los estudios preuniversitarios y están capacitados para llevar a cabo tareas más sofisticadas que no las de hacer de camarero. Claro que nos hemos especializado en estimular la creación de economía vaga -servicios ligados a, vaya por Dios, el buen tiempo que hace- resulta que tiene que venir gente de fuera a trabajar. Lo que ya he dicho: se crean puestos de trabajo que no necesitamos.

"Hemos invertido en una formación de la cual se aprovechan otros. Esto no tiene sentido"

Paralelamente, de manera inevitablemente complementaria, llevamos a cabo otros actos totalmente opuestos al que he mencionado anteriormente: no se crean los puestos de trabajo que necesitamos. Dicho de otra manera, se forma gente para hacer un nivel de trabajos que, después, no demandamos. Por eso no se hace extraño encontrar empleados que tienen un título por encima del trabajo que están llevando a cabo. El país invierte dinero en una educación superior que no hace falta. Puesto que generamos emigración. Entonces, hemos invertido en una formación de la cual se aprovechan otros. Esto no tiene sentido. Pero de este sin sentido somos líderes. Al menos en España.

Sobrequalificació educativa (% sobre els llocs de treball) | Eurostat
Sobrecalificación educativa (% sobre los puestos de trabajo) | Eurostat

Si lo quieren resumir de forma fácil, cuanto más al sur de Europa, más sobrecualificados. ¿Siempre tenemos que ser los mismos los que nos dedicamos a restar?

Y el problema se agrava con la inmigración. El 52% de los trabajadores extranjeros que llegan a España están sobrecualificados para hacer el trabajo para el que se les contratará. Mientras que solo el 34,5% de los trabajadores españoles están sobrecualificados. En resumen, existe un gran desfase entre el tipo de trabajador extranjero que necesitamos y el que realmente llega a España. No me dirán que no estamos ante un caos total.

Més info: Líderes en paro juvenil y falta de talento

Definitivamente, que el nivel de formación está desfasado respecto al nivel de los puestos de trabajos ocupados es una evidencia. Miren, si no.

Ocupació per nivell de formació | INE
Ocupación por nivel de formación | INE

¿De verdad que el 50% de los puestos de trabajo de Catalunya requieren titulación universitaria?

Está claro que nuestro mercado de trabajo está totalmente desajustado entre oferta y demanda. Hay una circulación permanente de gente del país que lleva a cabo estudios superiores y que, cómo que no encuentra trabajo adecuado -porque nuestra economía no la genera- marcha al extranjero. Al mismo tiempo estas tareas no cualificadas son aceptadas por una inmigración que llega y que está sobrecualificada. Nadie hace el trabajo para el cual ha sido formado. ¡Buf! Resultado: nadie trabaja profesionalmente.

El futuro y el bienestar de un país depende de muchas cosas, pero sobre todo de la educación que recibe su gente. Todo parece indicar que el caos que tenemos instalado en nuestra casa no permite planificar el futuro de manera adecuada. Y esto es muy peligroso.

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