El vertido de tovalloletes al wáter genera importantes problemas a las depuradoras y en la operativa de Aguas de Busot de Barcelona, y provoca daños al medio ambiente y problemas técnicos que derivan en reparaciones evitables. El 46% de las emergencias registradas por la compañía durante el 2015 tenían relación con estas tovalloletes. El 2014 se abocaron a los wáteres de los 36 municipios del área metropolitana de Barcelona más de 4,4 millones de kilos de desechos, casi 1,4 kilos por habitante. Una gran parte de esta basura eran pequeñas tovalloletes textiles húmedas desechables, que provocaron reiterados problemas a la red de cañerías y a las estaciones depuradoras. De hecho, 8 de cada 10 servicios de limpieza de cañerías son por embussos provocados por las tovalloletes húmedas. Unos problemas técnicos que derivan en averías que, finalmente, significan costes económicos.
Por este motivo, la compañía encadena dos años de acciones de concienciación en municipios del área Metropolitana. La campaña del año pasado repartió 20.000 papeleras para colocar junto al wáter de casa y donde tirar las tovalloletes en varios municipios que abocan las aguas residuales a la depuradora del Besòs (EDAR) además de Badalona, Santa Coloma de Gramenet y los distritos de Santo Andreu, Santo Martí y Nuevo Barrios de Barcelona. Después de esta campaña, el número de residuos que se lanzan al wáter en esta área ha caído un 19%.
Esta acción fue precedida un año antes por la misma campaña pero a los municipios que hacen llegar las aguas residuales a la EDAR Gavà Viladecans: Sant Boi de Llobregat, Gavà, Sant Climent de Llobregat, Viladecans y Castelldefels. La iniciativa permitió reducir el número de residuos abocados a la depuradora en cerca de un 2,5%: así, se pasó de 265,22 toneladas de residuos procedentes del pretratamiento, en los primeros nuevo meses de 2016, a 243,64 toneladas en los primeros nuevo meses de 2017.
El coste de la tovalloleta al wáter
Las tovalloletes húmedas están hechos con fibras muy resistentes, a pesar de que el envase indique que son biodegradables. Hay de muchos tipos: higiénicas, desmaquilladores, bronzejadores, desodorants, etcétera. Ninguno de ellas no se puede tirar al wáter. Tardan mucho más a deshacerse que el papel higiénico y se enredan con otros residuos que tampoco tienen que ir al wáter, como cigarrillos, tampones, palillos de algodón o comprendidas, y provocan importantes averías a las instalaciones de saneamiento, como son las estaciones depuradoras.
El alud de tovalloletes saliente de los wáteres de las ciudades y pueblos del país provoca numerosos problemas a las estructuras de saneamiento, sean las de los edificios residenciales, sean las de las estaciones depuradoras y de tratamiento de las aguas residuales. La sobrecarga de materiales inadecuados que llegan a través de la red del alcantarillado provoca un aumento de las averías, del gasto en mantenimiento y también, de retruque, del consumo eléctrico.
Otra consecuencia es el impacto económico de sacar la basura que no tendría que llegar, tanto en horas de trabajo como por el trabajo extra que supone tener que hacerlo. En el ámbito doméstico la acumulación de estas tovalloletes en los desaigües de los pisos también hace que se atasquen las cañerías e incluso, a veces, el mismo wáter particular. Tanto es así, que a las comunidades de vecinos, estas reparaciones cuestan un mínimo de 300 euros.
Ignasi Batallé es el director de la depuradora del Besòs y cree que "si la gente fuera consciente de cómo afecta tirar una tovalloleta al wáter, no lo haría". Además, "porque no es una, son miles y miles y lo acabamos pagando todos, es una cuestión sobre todo medioambiental pero también económica". Batallé explica que las dificultades ya empiezan en los bombeos que trae el agua hasta la depuradora. A las bombas sumergidas "los llegan todas estas montañas de residuos y todo ello acaba dentro de la misma instalación. Estas materias quedan atrapadas a las rejas y provocan unos atascos que acaban derivando en averías". Una de las causas es "que los anunciantes dicen que las tovalloletes son biodegradables, cuando en realidad lo son a muy largo plazo".
