La sede del Sabadell en la ciudad de Alicante. | J. Soler (ACN)
La sede del Sabadell en la ciudad de Alicante. | J. Soler (ACN)

Tú en Palma y yo, en Valencia

Las consecuencias reales del traslado de las suyos sociales de empresas fuera de Cataluña no van más allá de dejar de tributar impuestos locales y regionales

La política catalana ha desencadenado un auténtico baile de suyos entre las empresas. Apenas después del referéndum y ante la posibilidad que el Gobierno declare la independencia, CaixaBank, Banco Sabadell o Gas Natural han decidido hacer las maletas y trasladar su domicilio social fuera de Cataluña. El goteo ha llegado también a empresas como Oryzon, Eurona, Proclinic, Dogi, Banco Mediolanum, Service Point Solutions o Lleida.net, entre otras. En una posición diferente se encuentra Grífols que en principio no tiene previsto moverse pero no descarta hacerlo si el nuevo escenario político "afecta el curso normal de los negocios o la situación financiera de la compañía."

La tendencia general del traslado apunta hacia los Países Catalanes o Madrid. Pero, más allá del ruido mediático, que implica todo ello y qué son las consecuencias reales? El director de ESCI y profesor de la UPF, Xavier Cuadras, ha explicado a VÍA Emprendida que "el traslado de la sede social a efectos directos económicos tiene pocos. Es una operación que se hace ante el notario que tiene poco coste por la empresa y básicamente, es cambiar el domicilio de un lugar al otro".

Según ha detallado el profesor de los Estudios de Economía de la UOC, Josep Lladós, esto tiene un impacto directo e inmediato en el ámbito impositivo puesto que se deja de tributar impuestos locales y regionales en Cataluña a la vez que deja de constar el impuesto sobre sociedades en la cesta donde participa la Generalitat, a pesar de que este último impuesto ya lo gestiona directamente el Gobierno español. Su impacto indirecto se encuentra a los mercados: "Es un tema de confianza y de percepción de riesgo más grande por una cuestión de incertidumbre jurídica."

En este sentido, Lladós entiende el traslado de suyos sociales como "una medida reactiva y protectora" para mantener "un marco regulador y claro" pero aclara que "no hay traslado de actividad ni pérdidas de puestos de trabajo." Cuadras añade que "desde el punto de vista de la actividad económica, el valor añadido que se genera en Cataluña, se continuará generando aquí prácticamente del mismo modo."

Misma plantilla, mismas oficinas

Ante la incertidumbre de si una Cataluña independiente formaría parte o no de la Unión Europea, los bancos quieren garantizar el acceso a la liquidez amparados por la supervisión del Banco Central Europeo. CaixaBank marcha a Valencia y defiende que "es prioritario la protección de clientes, accionistas y trabajadores" y tiene "el objetivo de salvaguardar plenamente la seguridad jurídica". El Banco Sabadell, en Alicante. Pero, en cualquier caso, reivindican que no habrá ningún impacto ni en la red de oficinas ni a la plantilla.

L'edifici del Banc de València, on s'ha traslladat la seu social de CaixaBank. | J. Soler (ACN)
El edificio del Banco de Valencia, donde se ha trasladado la sede social de CaixaBank. | J. Soler (ACN)

Poco antes del referéndum, el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, ya anticipó la posibilidad de cambios de domicilio "nominales" pero sin "mover a la gente porque, al final, hay unas inversiones hechas y un entorno que ha propiciado que se hayan hecho estas inversiones." Del mismo modo, Gas Natural que se traslada a Madrid reitera que "no habrá ninguna consecuencia laboral."

Según Cuadras, "si los bancos se fueran a Madrid, sería muy diferente que marchar a Alicante o Valencia que no son hubs financieros. No parece que la vocación de CaixaBank o Banco Sabadell sea estar allá." Entiende, pues, que las entidades financieras han puesto así solución a sus "problemas con las acciones" pero que la suya elige "es provisional" y está justificada desde un punto de vista jurídico.

De aquí cabe allá, y viceversa?

Con el nuevo decreto ley del Gobierno español, para trasladarse ahora ya no hace falta un acuerdo de la junta de accionistas sino que basta con un acuerdo del consejo de administración. Pero, no olvidamos, que ahora pueden trasladar la sede de aquí cabe allá de manera tan fácil y rápida cómo de allá cabe aquí. "Es una actuación que en 24 horas se puede ejecutar. Es tan fácil tomar esta decisión como revertirla", explica Lladós.

De hecho, el Patronato de la Fundación La Caixa y de CriteriaCaixa han acordado su traslado en Palma de Mallorca "para mantener los intereses y la operativa normal mientras se mantenga la actual situación en Cataluña". El matiz es importante, puesto que es el preámbulo de una decisión que la misma entidad asegura que es de "carácter temporal". En esta misma línea, el grupo Agbar marcha a Madrid pero no duda tampoco al recordar que se "traslada de forma temporal" para "preservar la seguridad jurídica de los inversionistes".

En última instancia, Cuadras alerta que todo ello puede tener su efecto a escala psicológica pero insiste que "si no hay más cambios posteriores, la dirección de las empresas y las operaciones se mantendrán en el lugar donde estaban hasta ahora". Con un mensaje de tranquilidad, Lladós concluye que "el más importante es que se continúa operando desde Cataluña". Cómo si de una película norteamericana se tratara.

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