El turismo catalán, la tensión de un mundo nuevo

Pimec promueve un pacto sectorial para una industria en plena transformación, pero todavía sin hojas de ruta concretas que informen y dirijan su toma de decisiones

El turismo va volviendo a niveles prepandémicos | ACN El turismo va volviendo a niveles prepandémicos | ACN

El turismo vive en un limbo. La industria que ha sido uno de los principales motores del país durante las últimas décadas – más del 13  del producto interior bruto se genera directamente en empresas y actividades de esta rama, a pesar de que la influencia económica indirecta es seguramente muy superior, en palabras del presidente de Pimec Antoni Cañete – se encuentra gestionando los profundos efectos de una pandemia y una crisis geopolítica cómo hacía décadas que no afectaba Europa. Mientras tanto, las tendencias digitales y la transformación del modelo productivo lo empujan hacia la busca de nuevos públicos, nuevos formatos, nuevas concreciones de su actividad que hagan su valor extensivo al conjunto de la sociedad. En este sentido, la patronal ha organizado una jornada dedicada en el debate para el establecimiento de un pacto sectorial que implique a todos los actores y dibuje una hoja de ruta hacia el que será el turismo catalán de los próximos decenios. "Es importante que leamos los cambios y los convirtamos en oportunidades", apunta Cañete.

El miembro de la sectorial Pimec Turismo Angel Díaz, experto en el ámbito, defiende una transición conceptual desde el turismo de masas tal como lo conocemos ahora mismo hacia una nueva "economía del visitante" que desdibuje las líneas entre las comunidades locales y los viajeros que elijan Barcelona como destino, sea de ocio o negocio. "Tenemos que reforzarnos desde el punto de vista de las utilidades del turismo, económicas e intangibles; mirar y mesurar la actividad de otro modo" defiende Díaz. Así, un nuevo modelo turístico implica establecer una integración mucho más activa entre todos los actores interesados: empresa, ciudadanía y administraciones públicas. Los roles de cada agente, muy diferenciados y compartimentalitzats hasta ahora, tienen que cambiar para tomar un punto de vista holístic. El empresario, así, reivindica "formas de colaboración nuevas" que vayan más allá de la cadena de valor del turismo actual. "El sector privado tiene más responsabilidades, nos tenemos que implicar en la gobernanza del destino", aprieta el experto, reconociendo que el país se encuentra todavía "en pañales" en cuanto a las nuevas formas de colaboración publicoprivada.

Cañete: "Es importante que leamos los cambios y los convirtamos en oportunidades"

Cañete ve el cambio de modelo productivo dentro del turismo cómo una oportunidad, también, para transformar el foco del valor del sector. El presidente de la patronal propone "cambiar el turismo de solo y playa por un turismo de la experiencia que aporte un valor diferencial" – un formato turístico en que Catalunya, según el empresario, está mejor posicionada que otros lugares comparables. El conseller d'Economia i Hisenda de la Generalitat de Catalunya Jaume Giró, encargado de abrir la jornada, sin embargo, alerta contra implementar cambios profundos que dejen atrás formatos que funcionan. "A menudo se insiste en la superación de un modelo de Sol y playa que puede quedar anticuado, y tenemos que tener cuidado porque cuando nos deshacemos de aquello que creemos que no nos sirve quizás perdemos lo que nos aporta valor". Giró, así, no niega la necesidad de una transformación del modelo turístico catalán, pero defiende aquellas características que lo han llevado al éxtio. En base a lo que define como las cinco P's – producto, precio, proximidad, personas y paisaje – el titular de economía se muestra optimista con un turismo que equilibre la reconversión con la continuidad. "El turismo tiene mucho futuro; tenemos que innovar, pero sin olvidar nuestras fortalezas".

Uno de sus antecesores en el cargo, el ex conseller d'Economia Andreu Mas-Colell, se añade a la conservación de estos aspectos del turismo catalán que lo pueden mantener como un tractor económico. El académico, pero, también considera que algunos de estos caracteres se pueden perder, y esto no implica necesariamente una tendencia negativa. La más importante, la competición a la baja por los salarios en el sector. "Si usted tiene una empresa de turismo y no puede aguantar una subida salarial, tiene usted un problema". Encima del buen clima, la cultura y el potencial del sol y playa – que coincide con Giró a defender – Mas-Colell propone un cambio de modelo que "añada valor y genere marca" turística en Catalunya. Las ventajas competitivas estables del país ofrecen, además, una fundación sólida sobre qué continuar construyendo esta industria. "Tenemos que hacerlo muy mal para destruir el turismo", ironiza.

¿Quién queremos que venga?

Buena parte del debate alrededor de la transformación del turismo catalán se vehicula mediante los públicos concretos – quién queremos, en definitiva, que tenga Catalunya como un destino turístico de referencia. El cambio hacia el "turismo de la experiencia" por el que apuesta Cañete significa que al core de la industria turística catalana se coloque un perfil de visitante con alto poder adquisitivo, intereses culturales e incluso proyectos de negocio al país. Las ventajas competitivas del territorio por encima de sus competidores, pero, ofrecen un valor más transversal, que también puede apelar a un turismo más mundano que busque clima y paisajes, como el que defiende Giró. "En general, la industria turística catalana, mayoritariamente formada por pymes, ya ofrece un producto de calidad", asevera el consejero.

El conseller d'Economia i Hisenda de la Generalitat, Jaume Giró | Cedida

El conseller d'Economia i Hisenda de la Generalitat, Jaume Giró | Cedida

Así, Giró pone un foco especial en el mantenimiento de la accesibilidad del turismo catalán a públicos muy anchos. "Nuestros precios son competitivos – celebra – y trabajar con márgenes razonables es una buena estrategia, porque el turismo es una industria de volumen". La reconversión, pues, no tiene que dejar atrás el turismo de Sol y playa, sino complementarlo porque los públicos puedan ser más diversos, cómo reconoce Díaz. "El dinero que venden de fuera nos permiten tener una economía más competitiva" conservando lo mejor del modelo.

La complementariedad del turismo tradicional con modelo adyacentes se encuentra en la concreción de la experiencia turística, pero también en la concepción misma del que es el turismo para el país. "No es un generador de pernoctaciones, sino una herramienta con utilidad para la comunidad", razona el miembro de Pimec Turismo, que reclama una forma diferente de "medir y observar la actividad" en el sector. Un cambio de esta dimensión exige un horizonte común que ponga todo el tejido productivo en el mismo camino, y aquí, según Díaz, es donde entra el peso de las administraciones. La demanda por parte de Pimec hacia la Ley del Turismo pasa por "nuevas herramientas e indicadores, solo formas de relación publicoprivada, economía digital"; una manera de hacer, en definitiva que genere "un relato compartido" sobre el que es y el que quiere ser Catalunya de cara a los visitantes.

Infraestructuras

Para aplicar estos cambios y mantener la competitividad catalana cómo como horizonte de futuro turístico, Mas-Colell considera necesario que las autoridades políticas "valoren el turismo como una industria importante". La competitividad catalana y los factores que la marcan tienen que ser "muy canalizados" porque el sector siga por el buen camino. En este sentido, el ex consejero encuentra inexplicable la negativa en la ampliación del Aeropuerto del Prat, en cuanto que uno de los caracteres clave para el mantenimiento de la industria es la conectividad internacional. El economista considera, así, "absolutamente esencial" esta intervención, a pesar de mantener su consideración inicial de un turismo que aporte a la comunidad y esté alineado con los intereses de la población general.

Mas-Colell: "Si usted tiene una empresa de turismo y no puede aguantar una subida salarial, tiene usted un problema"

El profesor de Iese Pedro Nueno se añade a este argumento, considerando "muy triste" la negativa a las obras – una negativa que puede costar "millones de turistas" en el futuro. En la opinión de Nueno, además, la coincidencia del proyecto con los intereses generales es más grande de la que deja ver el debate al suyo cercando, en cuanto que considera que las movilizaciones y protestas municipales y sociales no son tan importantes cómo el horizonte de futuro que abre El Prat. "Que cuatro jubilados se manifiesten no puede impedir" un proyecto como este, despacha Nueno.

Con todo, el ingeniero considera que la capital del país "se infravalora". Nueno exige, en este sentido, que las actuaciones e iniciativas que se hagan Catalunya a se "comuniquen bien", que se haga difusión "de aquello que el turista puede disfrutar" en el país. Esta proyección exterior es esencial para un posicionamiento internacional que, según Mas-Colell, deja Catalunya en una posición prioritaria. El economista confía en el crecimiento como actor económico del continente africano en los próximos años, cosa que haría que "Barcelona no fuera periferia, sino que estuviera en la mitad del mundo", concluye el ex consejero.

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