La costa gerundense, brava e inquieta por el Reino Unido

El litoral de comarcas gerundenses espera poder empezar a recibir turistas británicos a principios de julio

El sector turístic de la Costa Brava, preocupado por el turismo britànic | iStock El sector turístic de la Costa Brava, preocupado por el turismo britànic | iStock

La Costa Brava empieza la temporada de verano con la incertidumbre de la llegada del turismo británico. Reino Unido puso en marcha el 17 de mayo un sistema de colores para calificar como "seguros" o "no seguros" los diferentes países, desde la perspectiva sanitaria. El Estado español ha sido declarado como semáforo ámbar. Un hecho que se traduce en una cuarentena de 10 días para los turistas ingleses, una vez llegados a casa, y el consejo, por parte del gobierno británico, de no escoger a España como destino turístico, al menos hasta final de junio.

El ministro de Transportes británico, Grant Shapps, considera esta medida como la mejor prevención por el buen ritmo de vacunación del Reino Unido. Subraya que no sería prudente relajar las medidas y permitir el turismo en países donde el índice de infección es más elevado. "No podríamos hacer esto y decir que estamos seguros", advirtió. Se esperaba que la semana pasada España pasara a formar parte de la lista verde de destinos seguros, pero la realidad ha sido otra.

Hoy por hoy, Reino Unido solo considera a las Illes Balears como un destino seguro. Es una medida que llega como un jarrón de agua fría para la Costa Brava, que espera con muchas ganas poder arrancar la temporada de verano lo antes posible y con las menores restricciones posibles.

El patronato de turismo, a la expectativa

El turismo británico es el segundo mercado extranjero más importante de la Costa Brava en verano. El litoral gerundense, en general, ha recibido con sorpresa el semáforo ámbar del Reino Unido. "El sector turístico de la Costa Brava esperaba poder ser verde", afirma el vicepresidente del Patronat de Turisme Costa Brava Girona, Jaume Dulsat. "Esta decisión nos afecta negativamente. Creemos que responde a un tema geopolítico y, desgraciadamente, nuestra incidencia como destino turístico es inexistente", añade Dulsat, que también es el alcalde de Lloret de Mar.

En el año 2019, llegaron a la Costa Brava 354.000 turistas británicos. El Patronat de Turisme trabaja, este verano, con unas previsiones de los alojamientos turísticos de entre el 65% y el 75%, respecto a 2019. Unas cifras que les hacen ser optimistas, en el contexto actual.

El Patronat de Turisme Costa Brava Girona trabaja con unas previsiones de los alojamientos turísticos de entre el 65% y el 75%, respecto a 2019. Unas cifras que les hacen ser optimistas, en el contexto actual

Aún así, desde el Patronat se remarca la importancia de relajar medidas. Muchos turistas llegan a las comarcas gerundenses a través de turoperadores, que necesitan un tiempo para reactivarse, puesto que tienen toda la parte logística, operativa y comercial para gestionar.

"Esta noticia nos condiciona negativamente porque la turoperación que viene del Reino Unido no se puede gestionar en unos días. No es solo poner aviones, sino que lleva implícita una instrumentalización importante como son las reservas hoteleras, los servicios de transfer o el ocio complementario, entre otros", aclara Dulsat. Aun así, tanto el sector turístico como el Patronat se encuentran a la expectativa de las fechas claves de junio para poder cambiar a semáforo verde y a principios de julio ya poder recibir a los primeros turistas procedentes del Reino Unido, sin que tengan que hacer cuarentena cuando vuelvan a casa.

Los establecimientos turísticos, optimistas

El sector turístico tiene ganas de volver a los números del año 2019. La noticia del Reino Unido no ha sido buena. Se daba por hecho que habría una relajación de medidas para poder empezar la recuperación de un año de ingresos significativamente reducidos.

La dirección del Hotel Hostalillo de Tamariu reconoce que los años antes de la pandemia tenían un 30% de público inglés. Ahora bien, su directora, Judit González, considera que el retraso del turismo británico "quedará amortiguado por el resto de visitantes que vendrán". A pesar de ser un porcentaje importante en la economía de este establecimiento, están seguros de que habrá mucha movilidad por parte de otros públicos, sobre todo franceses y nacionales.

Es una visión que comparte la dirección del Camping Empordà, situado en l'Estartit. Su cliente principal es el holandés, pero el cliente inglés es el que ayudaba a complementar que la temporada alta fuera buena. En este caso sí se encuentran con anulaciones por parte de clientes británicos.

El cliente inglés es el que ayudaba a complementar que la temporada alta fuera buena

"Si todas estas reservas que tenemos todavía en stand by, a última hora son anulaciones, probablemente, ya no las podremos reservar. Por lo tanto, quiere decir que tendremos parcelas vacías y, aunque no sea una cantidad muy significativa, sí es cierto que duele porque venimos de no tener temporada baja", asegura la subdirectora del camping, Sílvia Comas.

Por otro lado, varios establecimientos turísticos aseguran que la pandemia obligó el año pasado a hacer reservas con más antelación. Un hecho que este año es diferente y más pareciendo a los tiempos de antes de que estallara la covid-19. "La manera de hacer las reservas ha cambiado, antes la gente iba con más margen y ahora es más de hoy para hoy", asegura González. Una situación que favorece el turismo y que, hoy por hoy, ya hay hoteles que lo han notado en sus números.

Lloret de Mar, por ejemplo, prevé abrir más del 90% de su planta hotelera. Su alcalde, Jaume Dulsat, asegura que "es una mala noticía que un mercado estratégico como el de Reino Unido decida ir retrasando su llegada". Ahora bien, asegura también que "obviamente, empeora las perspectivas del sector hotelero" pero consideran que "no será concluyente". Así pues, Dulsat destaca que "es necesario cambiar a semáforo verde lo antes posible".

La misma opinión tienen la dirección del Hotel Hostalillo de Tamariu y del Camping Empordà en l'Estartit. A pesar de ser una mala noticia y tener ganas de que Reino Unido relaje medidas, los dos establecimientos dan por hecho que habrá movilidad por parte de los demás mercados emisores.

Las previsiones, mejores que en 2020

Después de meses marcados por la pandemia y las restricciones, parece que entramos en la nueva normalidad tan esperada y ya son varios lugares de la Costa Brava los que encaran la temporada de verano de una manera más optimista que el año pasado. La situación sanitaria ha mejorado considerablemente y el buen ritmo de vacunación hace pensar que esta temporada será mejor que la del año pasado. "Afortunadamente y, por lo que tenemos ahora demostrado de los meses ya transcurridos, estamos haciendo muy buenos números", asegura Judit González.

González: "Estamos haciendo muy buenos números desde el mes de mayo"

El Patronat de Turisme espera que la temporada pueda alargarse después de agosto "no como el año pasado, que acabó en seco". En esta misma línea, Sílvia Comas también espera "una subida respecto al año pasado, sobre todo a finales de agosto".

Los países de la lista verde, prácticamente sin restricciones

Los destinos que actualmente se encuentran en la lista verde de Reino Unido son Australia, Brunéi, Falkland Islands, las Islas Feroe, Gibraltar, Islandia, Israel y Nueva Zelanda. Pasar a esta lista supone solo hacerse una PCR para entrar en el país británico y llenar un formulario para entrar al español.

La mala noticia fue para España pero también para los ciudadanos británicos, que reaccionaron con sorpresa al ver que casi no se había ampliado esta lista la semana pasada. La población británica no entiende, por ejemplo, que Portugal pasara de semáforo verde a ámbar. Expertos británicos del sector piden al primer ministro, Boris Johnson, "más claridad y no tanta confusión y caos".

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