Europa no desatasca la reforma del mercado eléctrico. El lunes por la noche, los ministros de Energía de la Unión Europea no fueron capaces de encontrar una posición común, después de una larga reunión celebrada en Luxemburgo. El principal obstáculo es la propuesta de incluir una prórroga en las subvenciones del carbón y, a la vez, la defensa de las nucleares por parte de Francia.
"Ahora es momento de dar algo más de tiempo para encontrar la manera correcta de avanzar", ha declarado Ebba Busch, ministra sueca de Energía y presidenta del encuentro. Concretamente, las diferencias entre los 27 se han centrado en los llamados contratos por diferencia, a través de los cuales los estados acuerdan con los generadores un precio fijo de compraventa de la electricidad en un plazo determinado y después se les devuelve la diferencia si el precio real ha sido más alto o bajo de lo establecido.
En este punto, las divergencias se encuentran en si estos contratos se aplican, como pide Francia, a las nucleares que alarguen su vida útil o amplíen su capacidad. La posición francesa choca con países como Alemania, España o Luxemburgo. El otro punto de conflicto es sobre los mecanismos de capacidad, es decir, los sistemas para cubrir las necesidades energéticas cuando las renovables no lleguen a hacerlo. Ante la crisis por el aumento del precio de la energía, la Comisión Europea presentó una propuesta de reforma del mercado eléctrico que busca que los precios sean más estables y predecibles, así como impulsar las inversiones en energía renovable.
La negociada este lunes por los ministros es la posición negociadora del Consejo en las negociaciones con el Parlamento Europeo para pactar la reforma final. Con la carencia de acuerdo este lunes, los estados continuarán las conversaciones para fijar su posición, mientras la cámara aún debe examinar el borrador de propuesta del ponente para pactar su posición negociadora.