¿Cuándo hay que ir a urgencias?

Os detallamos unos supuestos en los que sí que hay que llevar a vuestros hijos al médico para que sean valorados por un pediatra

Cuando nuestro hijo está enfermo, es normal que nos angustiamos | iStock Cuando nuestro hijo está enfermo, es normal que nos angustiamos | iStock

Cuando nuestro hijo está enfermo, es normal que nos angustiemos, va con la condición de ser padres, incluso por un resfriado. A continuación os detallamos unos supuestos en los que sí que hay que llevar a vuestros hijos a urgencias para que sean valorados por un pediatra.

Pero, en primer lugar, hay que destacar que quien mejor conoce vuestro hijo sois vosotros mismos y, por lo tanto, si no lo veis bien u os preocupa su estado general, llevadlo a urgencias.

En caso de fiebre:

  • Si tiene manchitas en la piel de color rojo oscuro o morado que no desaparecen al estirar la piel.
  • Está decaído o irritable o llora excesivamente siendo difícil calmarlo.
  • Rigidez de cuello.
  • Convulsión o pérdida de conciencia.
  • Presenta dificultad para respirar.

En caso de dolor de cabeza:

  • El niño tiene fiebre, presenta dolor de cabeza intenso y vomita varias veces.
  • Si duerme mucho, más de lo habitual, o es difícil despertarlo.
  • Si presenta otros síntomas neurológicos: por ejemplo no ve bien, no mueve bien brazos o piernas, anda o habla con dificultad…
  • Si es muy intenso y no responde al tratamiento habitual.

Traumatismo craneal:

  • Si el niño vomita.
  • Presenta dolor de cabeza intenso o progresivo.
  • Si el niño está confundido, somnoliento, irritable o cuesta mucho despertarlo.
  • Si presenta movimientos anormales, debilidad u hormigueo en extremidades, le cuesta andar, habla o ve mal o tiene las pupilas de diferente medida.
  • Si se observa salida de líquido o sangre por nariz u orejas.
  • Si presenta cualquier síntoma que le parezca extraño o le preocupe.

Diarrea y vómitos:

En menores de 2 meses:

  • Si presenta vómitos persistentes, intolerancia a los líquidos o lo vomita todo y no come nada.
  • Si > 8 deposiciones al día o con sangre.
  • Si su hijo tiene alguna enfermedad crónica (diabetes, insuficiencia renal...).
  • Si lleva más de 6 horas sin orinar, está muy decaído o con mal estado general, o si llora sin lágrima o tiene los ojos hundidos.
  • Si presenta vómitos verdosos, contienen sangre o parecen "poso de café".

Tos:

  • Si presenta dificultad respiratoria (se marcan las costillas y se hunde el esternón, se oyen silbatos, la respiración es rápida y de forma agitada...).
  • Fiebre que dura más de 3 días.
  • Dolor de oída o supuración.
  • Tos y mocos de más de 10-15 días.
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