Vilafranca avanza la hora

La ciudad del Penedès se convierte este martes en la capital catalana de los horarios europeos para demostrar que es posible racionalizar las jornadas de trabajo

Esta mañana, Roser Ruiz ha abierto la puerta de su tienda de productos ecológicos a las 9 horas, una hora antes del habitual. "Nos adherimos a la iniciativa porque consideramos que sería perfecto poder cerrar a las siete", explica la propietaria de la tienda Font Salud. Cambiar el horario permitiría sus trabajadoras llegar antes a casa y pasar más tiempo con la familia, una situación que Roser habría agradecido cuando sus hijas estaban en edad escolar.

"Mis hijas ya son grandes, pero cuando monté este negocio hace 17 años, eran pequeñas y noté la diferencia para no poder estar con ellas, porque pasar tiempo con los hijos es primordial", apunta la tendera. La conciliación de la vida profesional y personal es el objetivo: "Intento que quién trabaja conmigo pueda estar en casa más tiempo porque es fácil, es sólo tener la voluntad de hacer el cambio", añade.

Cómo Roser, más de 200 comercios se han adherido a la iniciativa y bajarán las persianas entre las 19 y las 19.30 horas. También se han adherido empresas pequeñas y medianas, como por ejemplo despachos profesionales de abogados, gestorías, gabinetes de ingeniería y un centenar de tenderos de Vilafranca del Penedès. "No es cuestión de trabajar menos" -repiten a coro- sino de racionalizar los horarios que hacemos". Básicamente, cambiar el chip, como reza el eslogan de la campaña que protagoniza Vilafranca del Penedès. El municipio se convierte este martes en la capital catalana de los horarios europeos poniendo en marcha una prueba piloto que cuenta con el apoyo de la Unión Empresarial del Penedès (UEP) y las tres asociaciones de comerciantes de la ciudad, Centro Vila, Comercio Espirall y la Asociación de Comerciantes La Girada.

Felicidad y actividades sociales, más allá del trabajo
"El cliente se acostumbraría y seríamos todos mucho más felices", añade Roser. Ser más felices, sin vivir sólo para trabajar, disponiendo de más horas de vida privada es una de las razones que mueven los participantes de esta iniciativa. En la lista de argumentos, hay que sumar la posibilidad de participar en actividades sociales, como apunta Marta Vivas, propietaria de la lencería del mismo nombre, quien afirma que "me gustaría poder colaborar con algunas asociaciones, pero cerrando tan tarde no nos da tiempos de participar", asegura. Pone como ejemplo sus ganas de colaboración con el Banco de Alimentos, entre otros.



La suya es también una razón de peso y por eso este martes ha abierto a las 9 hasta las 14 horas y por la tarde trabajará de 16 a 19 horas. Una hora y media más de apertura, y por lo tanto de trabajo, para concienciar los más incrèduls y sus clientes: "Alguien ha entrado a las 9 con cara de sorpresa, pero cuando quieres hacer un cambio, te tienes que poner", admite. En su opinión, el cambio de horarios sería muy positivo, "pero entiendo que en verano sería inviable por nuestro buen clima y por el talante que tenemos".

Apoyo de los empresarios del Penedès
Si los comerciantes están concienciados, también los empresarios del Penedès se han mostrado mayoritariamente a favor del cambio. Andreu Alcalde, secretario de la Unión Empresarial del Penedès, asegura que su apoyo es total. "Los horarios que se plantean son aberrantes. Tenemos que procurar cambiar, pero no tan sólo por los empresarios y los autónomos, sino hacerlo por nuestros trabajadores", declara Alcalde.

Responsable de un despacho de abogados, Alcalde normalmente empieza su jornada laboral a las 9 horas, con dos horas (de 14 a 16) para comer, y acaba a las 20 horas. Hoy intentará leer los últimos e-mails a las 19 horas, convencido que el cambio horario es posible, cuando menos, tan fácil como fue la asunción de la prohibición de consumo de tabaco a los bares y restaurantes españoles. "Dijeron que se acabaría el sector. Y ahora, que pasa? Nada. Pero para hacer horarios europeos se tiene que tener el apoyo de nuestros políticos. Lo tenemos que hacer todos a la vegada, el que también implica cambiar los horarios de las televisiones y su prime time", apunta Alcalde.

En esta jornada, el Ayuntamiento de Vilafranca ha apoyado institucional a la campaña a través de una declaración al pleno municipal aprobada por unanimidad de los grupos con representación y se han programado varias actividades lúdicas durante la tarde, entre las 18 y las 20.30 horas para fomentar la conciliación familiar, las relaciones intergeneracionales y el impulso del voluntariado social.



La iniciativa de Vilafranca quiere hacer abrir los ojos al resto de municipios que sí que es posible vivir a otro ritmo. "Estamos contentos con la respuesta y esperamos que genere un poco de debate porque si es posible en Vilafranca, por qué no es posible en todas partes?", se pregunta Félix Hill, presidente de comerciantes Centre Vila.

Todo y el esfuerzo de los comerciantes de cambiar el horario durante un día, con la consiguiente pérdida de clientes en algunas franjas horarias que puede comportar, el escepticismo también es presente en testigos como el de Fina Cusiné, de la bodega de la Espirall. Cusiné está convencida que algunos clientes ni percibirán el cambio, pero el beneficio que puede aportar a los comerciantes es muy grande: pasar más horas con los niños cuando salgan de la escuela y hacer, en definitiva, más vida familiar. "Pero es una prueba piloto. La vida de la tendera ya sabemos cómo es...", deja correr.
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