Por qué los trabajadores huyen de tu empresa?

La falta de coherencia entre la oferta y el contrato, las preguntas incómodas o la falta de información son algunos de los motivos que traen al empleado a dejar el trabajo

La falta de comunicacioó es uno de los motivos para no coger un trabajo | iStock La falta de comunicacioó es uno de los motivos para no coger un trabajo | iStock

Renunciar a un lugar de trabajo en un momento como este, en el cual el número de parados registrados a las oficinas de los Servicios Públicos de Ocupación Estatal se sitúa en las 3.202.509 personas, puede parecer un poco descabellado. Hoy en día, tener trabajo se ha convertido casi en sinónimo de éxito. Sin embargo, no quiere decir que se tenga que aceptar cualquier oferta, aunque no sea el que buscas o se trate de una empresa en la cual la felicidad brille por su ausencia.

Es cierto que existen centenares de decálogos hablando de los errores que se tienen que evitar o las competencias que tendría el candidato perfecto, pero que pasa si es la empresa la que falla? Puede ser que la oferta se adapte a tus necesidades, pero como saber si es la compañía que buscas? Para dar respuesta a estas dudas, aquí van las once cuestiones por las cuales tendrías que huir antes de que sea demasiado tarde:

  1. La empresa hace RSC? Si las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) no interesan a la empresa donde trabajas, ya tienes el primer motivo por el cual plantearte si es realmente la compañía que buscas. De hecho, hay estudios que aseguran que más de la mitad de los trabajadores prefieren cobrar menos, pero trabajar en empresas socialmente responsables. La RSC se ha convertido en un aspecto muy importante, puesto que es sinónimo no con sólo que se preocupan por el medio ambiente sino también por sus empleados.

  2. Eternos procesos de selección: Desde el mensaje que dice que "la empresa ha recibido su solicitud" hasta "ha sido seleccionado para la entrevista", cuánto tiempo puede pasar? Algunos procesos se vuelven eternos y acaban con la paciencia de cualquier interesado. No te puedes quedar esperando durante meses a que la empresa decida quién es el candidato escogido. Si no son ágiles en un proceso tan importando cómo es la fase de reclutamiento, quizás tampoco lo son en otras cuestiones que afectan el buen funcionamiento diario.

  3. Las prisas nunca han sido buenas: Después de meses de entrevistas con diferentes empleados del departamento de recursos humanos, llega el momento de la entrevista con el máximo responsable, quien escogerá al nuevo trabajador. Sin embargo, su agenda no le permite dedicarte demasiado tiempo y no permite darte a conocer y posicionarte como el candidato perfecto. Si no tiene tiempo para conocer al nuevo empleado, lo tendrá cuando tengas que hablar de incrementos salariales o flexibilidad horaria? Huye ahora que puedes!

  4. Preguntas incómodas: Tienes hijos? Has pensado a tenerlos? Se ponen enfermos con frecuencia? Estas son sólo algunas preguntas que se escuchan a las oficinas. Cuestiones que no sólo incomodan al entrevistado, sino que lo advierten de cómo será su futuro en un lugar así.

  5. Horarios fijos: Igual que los lugares de trabajo para toda la vida, la falta de flexibilidad horaria ha quedado obsoleta. Si no es una empresa que apueste por el teletrabajo, puede ser que no sea el lugar en el cual te gustaría trabajar.

  6. 24/7: Aunque es una característica que brinda la tecnología, no se traslada al resto de trabajadores y menos todavía ahora que el Estado español regulará por ley el derecho a no responder correos electrónicos o mensajes fuera de la jornada laboral o en el tiempo de ocio y de vacaciones del trabajador.

  7. Choque de culturas: Que tu cabeza sea de la Espanyol y tú del Barça no afecta la hora de firmar un contrato laboral. Sin embargo, hay cuestiones que sí que pueden traer a la confrontación: la baja por maternidad o paternidad, los días de vacaciones, la conciliación... Se tiene que admitir la sabiduría del refrán que dice que "hablante se entiende la gente", pero si desde el principio no hay consenso en temas fundamentales, es muy difícil que haya con el tiempo.

  8. Con la lupa en la mano: No sólo las compañías investigan los perfiles e información de sus candidatos, también a la inversa. Tienes que chismorrear sus redes sociales y su web corporativa. Sin embargo, si no hay información sobre sus valores, como cuidan al trabajador... la cosa no pinta bien. Empezar a trabajar a una empresa de la cual no conocemos nada es la mejor de las opciones. Si tampoco te ofrecen información durante la entrevista, algo no está funcionando bien.

  9. Falta de coherencia: Antes de firmar un contrato, asegúrate que corresponde al que ofrecían: salario, horarios, vacaciones, lugar de trabajo, duración... Estos errores no se pueden permitir en cuestiones laborales. Mejor evitarlos desde el principio.

  10. Me escucha? Me siente? Los candidatos también preguntan y mucho. No te quedes con dudas. Pregunta sobre tus tareas, las posibilidades de ascenso, si cuenta con planes y acuerdos de formación, condiciones económicas y, incluso, la seguridad a largo plazo de la compañía. Si las respuestas son cortas o quienes te hace la entrevista evita contestar algunas cuestiones, tienes que plantearte si vale la pena el lugar de trabajo.

  11. Cuando todo es una "imagen": Muchas organizaciones presumen de la eterna sonrisa de sus empleados. Algunas de ellas todavía creen que la felicidad de estos es sinónimo de gimnasios y futbolines al trabajo. Aun así, durante la vuelta de reconocimiento de la compañía puedes ver si los trabajadores representan estos principios o más bien parece una escena de una película de zombis.

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