El Detallista o el placer de regalar

La empresa de cajas gastronómicas gurmet apuesta por los productos de proximidad y kilómetro 0

Uno de los 'packs' del Detallista | Cedida Uno de los 'packs' del Detallista | Cedida

De Barcelona en el Pallars. Lídia Juanmartí y en Narciso Presas han hecho como los salmones a la hora de montar su empresa: ir a contracorriente. No sólo han dejado la capital para trasladarse en Lleida, también han transformado totalmente su carrera profesional. Tan sólo hace un año que esta pareja de periodistas se decidieron a dejar el departamento de comunicación de Acción para apostar por su propio proyecto personal: El Detallista, una empresa de detalles gastronómicos gurmet arraigada en el territorio y a la filosofía kilómetro 0. "Intentamos que todos los productos sean de proximidad, fruto de proyectos jóvenes o que no son presentes a las grandes superficies", añade Juanmartí.

Los conceptos 'slow food' y kilómetro 0 son las bases del proyecto

"Queremos ir más allá de la suma inconexa de alimentos de calidad en un gran lote", explica Presas, "son regalos muy cuidados y completos. En definitiva, el que a nosotros nos gustaría recibir". Es por este motivo que apuestan por una aproximación muy total a las necesidades de cada cliente: cada surtido está pensado para una casuística concreta y trae el nombre de una frase hecha catalana.

Por ejemplo, Esperar con candeletes está pensado para regalar a las madres que acaban de dar a luz y trae todos aquellos productos que no han podido consumir durante el embarazo como queso, chocolate negro o secallones. También tienen propuestas para las fiestas con el lote Cada oveja a su corral, donde no faltan los productos navideños básicos como el cava o un buen turrón de avellanas y chocolate. A banda, también contemplan la opción de personalizar tu pack con artículos de más de una treintena de productores catalanes, todos ellos recogidos en su web.

Lídia Juanmartí i Narcís Presas són els impulsors de elDetallista

Lídia Juanmartí y Narciso Presas son los impulsores del Detallista | Cedida

Pero El Detallista no se quiere diferenciar sólo por la comida: su packaging también es una delicatessen. Juanmartí y Presas lo han concebido como un juego por pasas que culmina en el descubrimiento de los productos de regalo. A banda, cada lote incluye una postal ilustrada, una tarjeta con el mensaje que se prefiera, un mapa que indica la procedencia de cada artículo y una lista de Spotify para asegurarnos que la degustación será una experiencia redonda. "Queremos iniciar la revolución del detallisme, el hecho de regalar no tiene que ser una losa, sino un placer", explica Presas.

Packajing dels assortiments de elDetallista

'Packaging' de los surtidos de elDetallista

De la comunicación a la emprendeduría

"Nos conocimos a Acción y, a raíz de trabajar, nos surgió el cuquet de emprender. Queríamos traer adelante un proyecto que pudiéramos llevar a cabo nosotros mismos y que, además, nos hiciera disfrutar", explican. A pesar de que la idea los rondaba por la cabeza desde el 2016, no fue hasta principios del año pasado que nació El Detallista y a partir de entonces todo se aceleró. "Dejamos el trabajo a finales del 2017 y el pasado diciembre montamos un Verkami con el cual captamos 5.410 euros", narran.

Con todo, señalan que sólo hace unos meses que son plenamente operativos, puesto que la mayor parte del año lo han empleado para desarrollar una web cuidada y funcional. La experiencia de la financiación colaborativa, pero, los dio la oportunidad de evaluar el interés en el proyecto y preparar los primeros lotes/recompensa para las personas que decidieron a apostar por ellos.

Ahora mismo, la campaña navideña es la principal prueba que tienen por adelantado y, de momento, el feedback es muy positivo. "La línea de negocio que más funciona es la de B2B. Muchas empresas han decidido preparar los lotes navideños con nosotros porque hacemos una propuesta totalmente diferente", dice Juanmartí. "Económicamente, es la más rentable, puesto que de golpe tienes pedidos de 700 surtidos. A pesar de esto, somos unos románticos y no queremos renunciar a los clientes individuales", añade Presas, "nos hace ilusión que nos expliquen las historias y pidan incluir pequeños detalles que dan valor añadido".

"Lo intentamos hacer todo nosotros mismos, sólo encargamos a proveedores externos aquello que no podemos asumir", dicen. De momento, la empresa lleidetana tiene como únicos empleados sus fundadores. Después de Nadal, el momento de auge de este tipo de regalos, será el momento más óptimo por valor este primer año de vida del Detallista. Hoy por hoy, ya han preparado más de 2.000 surtidos para estas fiestas y han aumentado su número de proveedores hasta la cincuentena.

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