Vestíbulo del edificio de Lanzadera en Valencia | Cedidda
Vestíbulo del edificio de Lanzadera en Valencia | Cedidda

Un mar de empresas en Valencia

La fachada marítima de Valencia acoge la Marina de empresas ideada por Juan Roig, un centro empresarial y de aprendizaje que ha incubado 250 proyectos emprendedores

Borde mar, por donde hace una década se amarraban los grandes veleros del America's Cup, ahora pasean emprendedores, inversores y mentores. Lo hacen en un espacio que era diáfano porque funcionaba como almacén de los grandes veleros de la competición y al cual le han construido paredes para hacerlo adecuado a su nueva función pero dónde todavía podemos admirar fotografías de aquellas regatas en mar abierto por el Mediterráneo valenciano. El espacio que ocupaban equipos de vela como el BMW Oráculo -en aquel tiempo en qué Valencia fue suyo de la 32a edición de la competición náutica- alberga ahora el espíritu emprendedor que desprende el proyecto de Juan Roig, el magnate de Mercadona . Es la Marina de empresas, el espacio que el valenciano ideó hace tres años en su ciudad para hacer volantines el ecosistema emprendedor. En este 9 de Octubre, fiesta de los valencianos, VÍA Emprendida hace un paseo por el mar de empresas que ya crecen mirando el Mediterráneo.

Més info: Cataluña, la despensa de Mercadona

En total, son 18.000 metros cuadrados dedicados a la emprendeduría. Dos edificios: en uno, la Escuela de Empresarios (EDEM) y en el otro la incubadora Lanzadera y la sociedad de inversión Angels, los dos hermanos grandes de la apuesta empresarial que ya hace tres años que funciona con éxito. La última, por ejemplo, ya suma 83 millones de euros de facturación entre todas las empresas gestionadas y participadas por la sociedad.

En el comedor del segundo edificio, donde cada día se come de tupper y se hacen decenas de cafés, nos encontramos con Òscar Valledor, emprendedor detrás de Project Lobhttp://www.projectlobster.com/ster, una startup que fabrica ojeras de solo y graduadas y que, a pesar de tener suyo y tienda propia abierta en Barcelona, quiso instalarse en Valencia. "Antes estuve durante dos meses en el Santander, con el programa de incubación YUZZ pero es que aquí tienes este espacio de trabajo que es "la leche", tienes un networking súper potente con todas las empresas a mano...", explica Valledor.

Façana del recinte Marina d'Empreses | Cedida
Fachada del recinto Marina de empresas | Cedida

Las condiciones de estancia también son atractivas para Valledor. "Es muy interesante el funcionamiento porque ellos el que dan es un préstamo, a partir del Excel que los presentas cuando entras aquí. Se encargan de cubrir tus cash-flows negativos durante los nuevo meses de programa y esta es una manera muy interesante de funcionar porque al final tú coges el dinero justos, sólo el que necesitas. No te dan 200.000 euros sin más, sino que tienes un tutor que lo está gestionando en cada momento y esto también te exige a tú", argumenta.

Valledor: "No te dan 200.000 euros sin más sino que tienes un tutor que lo está gestionando en cada momento y esto también te exige a tú"

El día que nos encontramos los emprendedores y los alumnos de EDEM tienen acceso en una ponencia sobre Facebook e Instagram Ads. "Siempre estás aprendiendo cosas nuevas, y el que es interesante es que te dan formación en gestión empresarial sobre el Modelo de Calidad Total, basado en la satisfacción de cada uno de los integrantes de la cadena de valor. Y es muy interesante porque creo que esto es el valor añadido que te dan aquí y que no te lo dan otros aceleradoras, porque al final está muy centrado en la manera de gestionar empresas como lo hace Mercadona, que es un reloj", apunta.

Mercadona en el espejo

El espíritu Mercadona está muy presente, como explican desde la misma organización. Al fin y al cabo es una apuesta personal del empresario valenciano: "El que trasladamos es la idea de Juan Roig cuando dijo "yo sé como hacer que una empresa funciono, que es Mercadona, sé como traer una empresa al éxito y no me lo quiero guardar para mí sino que el que quiero es compartirlo con todos", explica Mari Carmen Tortosa, directora de comunicación en Lanzadera y Angels.

Mientras paseamos por el edificio, admiramos el espacio. Es grande, cabe mucha más gente. De hecho, nos explican como durante este tiempo han ido incorporando mobiliario según las necesidades y cómo queda mucho espacio para llenar. Por lo tanto, muchos más proyectos emprendedores tienen cabida aquí, donde hoy por hoy hay 130 en activo.

Tortosa: "Juan Roig dijo un día que 'yo sé como hacer que una empresa funciono y no me lo quiero guardar para mí"

A los últimos que han entrado hace poco, en la convocatoria de septiembre -como Lowbus, Top Run o Pedramar, entre 38 nuevos equipos- se suman los que se han querido quedar un tiempo más. Y estarse más no supone un alquiler, sino participar en el ecosistema, implicarse con los nuevos. De hecho, Patas Box –proyecto que consiste en envíos por suscripción mensual con productos orgánicos, prèmium y difíciles de encontrar sobre perros- son de la 4a edición y hace poco que han marchado del edificio. "Cuando acaban, hay un seguimiento y cómo tenemos un montón de espacio hay quién se queda aquí durante más tiempo. El que los pedimos es que colaboran, que vayan de la mano de los nuevos, que los hagan formaciones en el que ellos sean mejores o que cogen alumnos en prácticas de EDEM, pero se quedan de manera gratuita", explica Tortosa.

Un dels espais de treball de Marina d'Empreses | Cedida
Uno de los espacios de trabajo de Marina de empresas | Cedida

Por ejemplo, Project Lobster forma parte de la 7a edición de Lanzadera, que desde 2015 ha trabajado con 250 proyectos emprendedores. De la convocatoria anual inicial que se hacía han pasado a hacer tres a la cabeza del año después de escuchar las necesidades de los emprendedores. "Cuando hacíamos una sola convocatoria al año, que cerrábamos siempre en septiembre, llegábamos al South Summit, en octubre y las startups nos decían que como iban a esperar hasta el septiembre siguiente: "Si soy una startup, si me moriré por el camino, no tengo financiación, ni recursos".... Entonces los escuchamos y abriremos tres al año", apunta.

Ahora también trabajan con las grandes empresas a través del proyecto Corporate. Promueven iniciativas emprendedoras dentro de las corporaciones buscando líderes emprendedores, y es así como por ejemplo, el acuerdo de colaboración con Sony Interactive Entertainment España (SIE España) para poner en marcha en Valencia una nueva sede de PlayStation Games Camp. Está activo desde 2016 con el objetivo es impulsar el talento valenciano en el sector de los videojuegos.

La zona de treball del Play Station Talents | NNG
La zona de trabajo del Play Station Talentos | NNG

Un ejemplo es el videojuego Effie, de los emprendedores Pablo Martínez, Anna Fabrés, Javier Gerona, Ana Martínez, Jorge Quesada y Vicente Quesada, el equipo de Inverge Studios. El día de nuestra visita, otro equipo de periodistas, en este caso audiovisual, los visita para entrevistarlos en su zona de trabajo.

Los recién llegados

Por ejemplo, Komodore, natural de Barcelona, es una de las startups que han entrado este septiembre. Forma parte del programa Garage, la incubadora de empresas que tiene Lanzadera para apoyar a emprendedores a desarrollar sus ideas y poder convertirlas en realidad. Miguel Escobar, su CEO, se muestra encantado con la oportunidad y, sobre todo, con el ambiente de colaboración que se respira. "Simplemente por el hecho de estar aquí y estar rodeado de tantos proyectos se crea una sinergia espectacular, al margen de todas las formaciones y todos los servicios que nos ofrecen, que también es importante porque aportan mucho valor", apunta.

De momento, a pesar de que la sede la mantiene en Barcelona, incluso se plantea trasladar a Valencia su proyecto, un software para automatizar la comunicación entre los gestores de los apartamentos turísticos y sus huéspedes.

Escobar: "Simplemente por el hecho de estar aquí y estar rodeado de tantos proyectos se crea una sinergia espectacular"

También de Barcelona proviene Allogio, que también recientemente ha entrado en Lanzadera. Encontramos su CEO y fundador, Òscar Subirana, en la sala de la primera planta y el primero que hace es abrirnos las puertas de su taller, contiguo a la zona de trabajo y desde donde ya puede fabricar las carcasas de móvil que produce su marca. "Traemos tres semanas solamente aquí y la experiencia es impresionante. Aparte de contar con las instalaciones que tenemos el que aporta más valor es que si tengo una duda, llamo al de delante que seguramente lo ha tenido hace dos semanas y en un momento, avanzas mucho más rápidamente", explica mirando a Valledor, quién le ha hecho de Cicerone en estos primeros días en la capital valenciana.

El taller de la startup Allogio a l'edifici de Lanzadera | Allogio
El taller de la startup Allogio en el edificio de Lanzadera | Allogio

Mientras subimos y bajamos las escaleras del centro, manda el silencio y la concentración. La imagen, siempre la misma: una mesa grande, con producto físico a tocar por si venden clientes de visita, gente joven encarada al Mac y teléfonos móviles bien cerca, sea para mirar mensajes o para recibir telefoneadas importantes. Los más enganchados al teléfono tienen incluso un espacio separado, como Boat Jump –la plataforma online de alquiler de barcos- que, por necesidad, tiene siempre su equipo hablando con los clientes.

Tortosa recuerda como hace tiempo cercó con unos compañeros por España para promocionar el proyecto de Lanzadera y muchos preguntaban cuando harían un Lanzadera en Galicia, por ejemplo. "No lo haremos. Nosotros estamos aquí, en Valencia. Venís vosotros", explica. Un lugar que apunta maneras, que costó 300 millones de euros a Juan Roig y que está liderando la conversión de la zona marítima, a menudo olvidada y zarandeo por la imagen de la corrupción arran la Copa América y la Fórmula 1, en la imagen de la tech city en que se quiere convertir Valencia y mirando al mar. Siempre mirando al mar.

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