
Cataluña tiene el 5è hub tecnológico a escala europea y esto no pasa por alto a nadie. Y es que Barcelona no es sólo una ciudad para visitar en modo turista, es también el lugar escogido por profesionales internacionales que buscan una conjunción entre buen clima, una sociedad abierta, notoriedad empresarial y un mercado con oportunidades por todas partes. De aquí que cada vez sean más los franceses dispuestos a decir adiós en su país para cruzar los Pirineos y emprender en la capital catalana.
Es bien cierto que Londres, París o Berlín todavía se encuentran por encima de Barcelona en una buena parte de los rankings. Esto no saca, pero, que la ciudad condal cuente con el 34% de las startups con base en el Estado español o que haya levantado el 58% de la inversión recaudada en el 2017, según datos del informe Startup Ecosytem Overview.
Un buen ejemplo es Amentiz. Esta startup, con sede en Barcelona, está liderada por Alexandre y Emmanuelle Guinefolleu, el matrimonio que dejó atrás su Francia natal para iniciar una nueva carrera profesional en Cataluña. Llegaron aquí hace dos años, buscando otro estilo de vida, y encontraron el mercado perfecto para emprender.
Su proyecto es una plataforma para ayudar los hoteleros a digitalizar el negocio. "Ofrecemos un creador de sitios web automatizados porque un establecimiento pueda hacer en dos horas su página sin saber código y crear, también, un motor de reservas integrado", apunta Emmanuelle Guinefolleau.
Un mercado menos costoso y más abierto
La idea proviene de la familia de su marido, propietaria de un hotel, y que no tuvo página web hasta que su hijo se la creó. "No sabían como gestionarlo, como pasa con la mayoría de hoteleros", explica Guinefolleau, "además tienen la problemática que el 80% de los clientes del sector vienen de plataformas como Booking, Tripadvisor, Expedía... y pierden dinero porque los tienen que pagar un 18% de comisión por cada reserva". Ante la problemática, crearon Amentiz.
Vender a un francés es más complicado, son "más cercados y los cuesta más escuchar"
Hace poco más de un mes que la plataforma está activa, a pesar de quetrabajan desde hace más de un año. La compañía está registrada como española y sus tres socios viven en territorio catalán. Ahora bien, su idea es lanzar el producto en todo el mundo, puesto que permite configurar el idioma porque nohaya restricción de uso, a pesar de que saben que España es un mercado potencial. "Hay mucha necesidad de ayuda a escala técnica y hemos visto que es más fácil hablar con un español, es más curioso y abierto, y es más fácil venderle el producto, también hay menos competencia", apunta la cofundadora y COO de la startup, unas características muy diferentes a la de los franceses, de quienes dice que son "más cercados y los cuesta más escuchar".
Con todo esto desmiente que el mercado catalán y español sean más convulsos: "Ni son difíciles ni faltan oportunidades. Hace dos años estábamos en París y pensábamos donde queríamos emprender, porque sabíamos que allá no sería. Barcelona es una gran capital económica y hay diversidad, hay inversores, trabajadores... Y el coste de vida es más bajo. En París no podríamos pagar una oficina con las vistas y características que tiene el espacio que tenemos aquí". Elementos fundamentales porque un negocio pueda nacer con una mínima estabilidad y crecer sabiendo que no se ahogará en los costes.
España, un mercado con mucho para hacer
Quien también ha elegido Barcelona para crecer es Ipaidthat.io, startup ganadora de la 2a edición del French Tech. Tal como relata su COO, Hugo Allary, el mercado español "hay mucho más a hacer a escala de contabilidad".
Este software fintech automatiza la gestión de los números de la empresa cogiendo directamente las facturas y otros documentos del correo electrónico. Importa la información a la nube y analiza cualquier dato que pueda ser relevante para las finanzas de una organización. Un trabajo que no acostumbra a gustar o que supone buscar un gestor y estar constantemente enviándole papeles. Es pesado y Allary lo descubrió con su primera empresa, la que lo trajo a emprender con Ipaidthat.io: "Decidimos mirar de ganar tiempo en la gestión de los números creando este software. Al final vendimos la otra empresa y nos centramos en esta".
El cofundador del proyecto reconoce que se trata de un producto que sería más fácil de vender en Francia, pero que decidieron empezar por España porque es menos complicado crecer. "El mercado francófono es más complejo y no tiene ninguna ciudad tan cosmopolita como Barcelona, donde encontramos profesionales de muchas nacionalidades, una cosa muy importante para crecer a escala internacional", comenta, muy en linea con la opinión de Guinefolleau.
Crear una startup en Londres comporta un trámite online de 15 minutos mientras aquí "necesitas muchos meses, papeles y 3.000 euros"
Y es que consolidarse en un país determinado sin tener personal nativo es difícil. "Los clientes se fijan en la nacionalidad de la empresa, sobre todo si ven que no hay nadie que los pueda atender en su idioma para comunicarse bien", detalla, por eso el próximo paso es aumentar la presencia en Cataluña con empleados catalanes. Toda una clara apuesta por el mercado vecino, y no el francés, porque saben que el esfuerzo acabará teniendo mejores resultados que si hubieran empezado en su Francia natal, donde sabe que hay más dinero que lo pueden ayudar a crecer en fases posteriores.
Vivirlo para mejorarlo
Sébastien Marion ha querido ampliar la oferta de plataformas para encontrar piso con Kasaz. Este ingeniero llegó a Barcelona el 2014 después de vender su empresa de CRM a King, donde trabajaba a las oficinas de Londres. "Vine aquí porque me lo pidió la empresa e hice el que hace todo el mundo: buscar piso", relata, "empecé a mirar viviendas y vi que era un desastre comparado con los portales rigurosos del Reino Unido".
Kasaz pretende solucionar esta casuística con un "portal inmobiliario innovador que verifica la calidad de los anuncios y evita los falsos o los duplicados", señala. El lanzamiento se hizo en diciembre y sólo en Cataluña. Cuenta ya con 1.500 pisos verificados y trabaja con más de 80 agencias.
Marion nunca ha emprendido en Francia, pero sabe que es un trámite tan sencillo como Londres. Según dice, muy diferente del que se ha encontrado en el Estado español: "Allá vas al web online, pones los datos y en 15 minutos tienes una startup. Aquí necesitas muchos meses, papeles y 3.000 euros. No es fácil, pero las oportunidades de negocio son claras y tienes que hacer el esfuerzo".