Abacus, la cooperativa que puso luz a la oscuridad del Franquismo

Abacus nació en pleno Franquismo y se ha consolidado cómo un referente para los mundos educativos y culturales de Catalunya

La central logística de Abacus, en Vilanova del Camí | ACN La central logística de Abacus, en Vilanova del Camí | ACN

El 1968, en pleno Franquismo, un grupo de maestros y familias de la Associació de Mestres Rosa Sensat pusieron la primera piedra de una cooperativa para difundir y crear contenido alrededor de la educación y la cultura catalana. Fue el origen de Abacus, que 55 años después es un proyecto único que factura alrededor de 100 millones de euros, da trabajo a más de 700 personas y tiene un millón de socios.

"Abacus nació para dar respuesta y servicio en el mundo de la educación en un momento oscuro de nuestro país, pero lo hizo con mucha energía para hacer avanzar el ámbito educativo. Hacía falta luz", explica Salva Garcia, codirector general de la cooperativa. El objetivo era facilitar el acceso a productos en catalán de calidad y a buen precio para el mundo de la educación, la cultura y el ocio.

Salva Garcia: "Es una marca querida y que la gente se ha hecho suya"

Con el paso de los años se ha consolidado cómo un referente en la sociedad catalana para acceder a contenido educativo, cultural y lúdico, cómo destaca Salva Garcia: "Hoy, Abacus es un reconocido proyecto de transformación social y de propiedad compartida, un referente de confianza, muy arraigado a la comunidad educativa, que consigue impacto económico y social a través de su actividad, manteniendo siempre la voluntad transformadora".

"Es una marca querida y que la gente se ha hecho suya", ha enfatizado el codirector, destacando el orgullo del millón de socios para dar a conocer su vinculación con la frase 'yo soy de Abacus'.

Los inicios de Abacus

En los primeros años de vida, Abacus se relacionaba especialmente con las escuelas para apoyar a los maestros y a los centros. Junto con la Associació Rosa Sensat, se ofrecían servicios en los centros educativos en su tarea de enseñar los niños y adolescentes.

Y, desde los inicios y todavía ahora, en forma de cooperativa: "Catalunya, en general, hay grupos organizados en asociaciones y cooperativas que es la fuerza de la sociedad civil. Abacus es un ejemplo. Querían trabajar por la educación y la cultura a partir de una cooperativa de consumo".

La primera tienda

Fue el 1977 cuando Abacus abrió su primera tienda en Barcelona y hoy en día tienen más de una cuarentena entre Catalunya, Valencia y Mallorca. La voluntad era dar su servicio también a toda la población, con una apuesta por el "consumo responsable y que trabaje para el país".

"Lo que es clave es la proximidad con la gente y el compromiso con el país y con la cultura y la educación", destaca Salva Garcia. Además, su arraigo con la población atrae varias generaciones: muchos jóvenes se hacen socios durante su etapa universitaria y, más tarde, vuelven para comprar material escolar o juguetes por sus hijos. "Así hemos llegado al millón de socios", celebra.

Con los años, el abanico que ofrece la cooperativa se ha ido ampliando y se ha adentrado en el mundo editorial, de juguetes, de revistas o, los más recientes, el audiovisual y la robótica.

La unión hace la fuerza

El 2021 llega otro momento importante por Abacus, cómo fue la fusión con SOM, un grupo cooperativo catalán especializado en el sector cultura y la creación de contenidos: "Nosotros queríamos crecer en el mundo de los contenidos y SOM quería un canal de distribución". Así, se reunía el mundo de la distribución y la creación de materiales culturales y educativos. Con las revistas propias ya tienen 40.000 subscriptores.

"Es una historia de éxito de negocios complementarios y proyectos diferentes", remarca Garcia. Esta unión permitió que Abacus creciera un 10%, el crecimiento más grande en años. Ahora, Abacus tiene en marcha un plan de crecimiento que prevé invertir 30 millones en tiendas y contenidos educativos culturales en los próximos cinco años. De hecho, recibieron una subvención de la Generalitat de 5 millones de euros por estos proyectos. Uno de los retos es desarrollar una plataforma de contenidos propios.

Salva Garcia: "Ahora estamos en un periodo con luz, pero de gran cambio en el mundo educativo"

Cinco décadas después de su fundación, el mundo educativo catalán es muy diferente a los años del Franquismo, pero los retos son igualmente enormes. La digitalización y los cambios de modelo son elementos que están transformando este ámbito: "Ahora estamos en un periodo con luz, pero de gran cambio en el mundo educativo".

"Ahora estamos reinterpretando lo que hicieron los fundadores de Abacus en el mundo educativo, pensando qué es lo que harían ahora. Cómo podemos dar servicio desde el cooperativismo en el mundo de la educación", añade. Por ejemplo, los libros ya no tienen el mismo espacio en las escuelas y ahora trabajan para ofrecer servicios y contenidos en linea. En resumen, adaptarse a los nuevos tiempos.

Salva Garcia: "Estamos al servicio de los socios y de la sociedad, somos un proyecto único en el mundo"

Todo ello, para seguir siendo un referente por la educación y la cultura y manteniéndose como cooperativa, con más de 500 socios-trabajadores. "En el mundo cooperativo no conozco ninguna empresa que facture 100 millones de euros y esté enfocada en la educación y a la cultura", concluye Salva Garcia, que reivindica el modelo cooperativo: "Estamos al servicio de los socios y de la sociedad, somos un proyecto único en mundo".

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