Domingo Ruiz trabajaba en la Agencia Espacial Europea como ingeniero especializado en satélites de telecomunicaciones, hasta que el 1991 el comité de los Juegos Olímpicos de Barcelona le propuso encargarse de todas las telecomunicaciones de radio del gran acontecimiento. Una vez pasaron los Juegos, decidió emprender su propio proyecto y fundó Adtel, empresa especializada en telecomunicaciones que nació en un vivero de empresas y con solo dos trabajadores. 30 años después, el grupo cuenta con cinco empresas y factura más de 20 millones de euros. En estos años ha impulsado proyectos emblemáticos cómo el despliegue de la red de comunicaciones del canal 3/24.
Domingo Ruiz: "Fue la transición de sistemas totalmente analógicos en los 90 hacia el inicio de los sistemas digitales"
Cuando nació Adtel, se popularizaba una nueva tecnología disruptiva cómo era la telefonía móvil y el GMS. "Fue la transición de sistemas totalmente analógicos en los 90 hacia el inicio de los sistemas digitales", recuerda Domingo Ruiz. A pesar de que el país vivió una fuerte crisis postolímplica, Adtel tenía ante suyo un mar de oportunidades.
El 1993 se puso en órbita el satélite Hispasat y apareció la televisión por satélite en el Estado español. Buena parte de las primeras actividades de Adtel fueron justamente encargarse de las nuevas redes de telecomunicaciones que lo hacían posible. También se centraba en las radiocomunicaciones para el control de las presas y de las cuencas de los ríos.
De la policía de Moscú a los Mossos d'Esquadra
Pero su primero gran proyecto fue internacional y consistió en el suministro de los walkie talkies y equipos de radio para la policía de Moscú. "Es una historia muy curiosa, que tiene que ver con los Juegos Olímpicos", explica Ruiz. El comité olímpico vendió todos sus activos después de los Juegos de Barcelona y, entre estos, había 5.000 walkie-talkies, que fueron a parar a la policía rusa. Y aquí es donde aparece el papel de Adtel: "Cómo que la normativa de Rusia era diferente de la de los Juegos Olímpicos, me contactaron por si podíamos recondicionar y hacer unos controles de calidad del material, puesto que yo había estado trabajando en ello".
No es la única relación que Adtel ha tenido con las fuerzas de seguridad en sus treinta años de historia. La Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra o la Ertzaintza también utilizan sistemas suyos. En el caso de la policía catalana, participan en todas las radiocomunicaciones internas y también se encargan de la captación y tratamiento de vídeo para los centros de control y mando. O el despliegue de la red RESCAT para los servicios de seguridad y emergencias de Catalunya.
Adtel, referentes en el sector
Pero ya antes, en los 90, cuando se empezó a liberalizar el mercado de la telefonía, Adtel tuvo un papel importante en el despliegue de la red. "Las empresas que había al sector estaban muy poco profesionalizadas. Eran instaladores más pequeños o de radioaficionados", destaca Ruiz. En este contexto aparecieron más empresas y una de las más destacadas fue Adtel.
Algunos de los proyectos que impulsaron fue la torre de telecomunicaciones de Montserrat o el despliegue de la red de Amena conjuntamente con Ericsson.
Una nueva revolución
Si en los 90 fueron los años de la telefonía móvil, las telecomunicaciones vivieron otro salto crucial en los 2000, con la extensión de la internet. Era una revolución total y para empresas cómo Adtel no era fácil adaptarse. "Nos dimos cuenta que los directivos y los trabajadores nos teníamos que formar. Para hacer el salto a internet se tuvo que hacer un esfuerzo de formación interno. Yo soy ingeniero, pero cuando estudié, no existía internet. Nuestros clientes, que eran grandes operadores y grandes consumidores de televisión, pedían sistemas más modernos", señala Ruiz.
Domingo Ruiz: "Las telecomunicaciones son una ayuda transversal a cualquier actividad económica y para la empresa"
Fue el 2004 cuándo, en este contexto, se encargan de la instalación del 3/24 en Catalunya. En los siguientes años fueron colaborando con diferentes empresas e instituciones que avanzaban hacia el mundo digital cómo Transportes Metropolitanos de Barcelona, Ferrocarrils de la Generalitat o Cellnex. También con pymes, industria o grandes supermercados. "Las telecomunicaciones son una ayuda transversal a cualquier actividad económica y para la empresa", enfatiza Ruiz, poniendo de ejemplo el teletrabajo durante la pandemia.
Investigación e investigación
Las torres que ha instalado Adtel en las playas de Barcelona | Cedida
Adtel ha vivido ya tres grandes cambios en las telecomunicaciones, cómo son la telefonía móvil, la digitalización y la internet. La próxima revolución es el 5G. "Dentro de nuestra actividad, es importante la investigación y el desarrollo. Las empresas tienen que estar siempre investigando nuevas oportunidades de producto y negocio", apunta Ruiz.
Justamente es lo que hace Adtel. Un ejemplo es el sistema de megafonía inteligente que instaló en las playas de Barcelona y que han llevado a Cannes. Se trata de unas instalaciones que combinan la seguridad, la emergencia y los servicios a la ciudadanía con megafonía para situaciones de urgencia, sensores, iluminación, punto de wifi o estación meteorológica. Diez años de trabajo que ya dan sus frutos.
De Catalunya al mundo
Durante este tiempo, Adtel ha ido creciendo y ya está integrada por cinco grupos diferentes centrados en las telecomunicaciones, el audiovisual, la seguridad o la obra civil. Y una filial en Bogotá que ofrece los mismos servicios para Sudamérica. Una sede que abrieron el 2007, al considerar que Colombia era un punto estratégico.
"Son mercados muy complicados, a pesar de que hablen castellano", reconoce Ruiz, que añade: "Es un camino mucho llevar y no siempre funciona, necesitas mucha inversión y socios locales". Además, los norteamericanos hacía años que estaban presentes. Aún así, Adtel apostó fuerte.
Esta ha sido la trayectoria de Adtel, una empresa en la sombra, pero que ha sido decisiva en la confección de todas las telecomunicaciones de las cuales disfrutamos hoy en día en Catalunya. Desde la telefonía móvil hasta la fibra óptica, que ahora también está llevando a muchos pueblos del país. Una red invisible pero imprescindible por la vida cotidiana del siglo XXI.