Almirall cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 21,6 millones de euros, casi el triple que en el mismo periodo de 2024, cuando ganó 7,4 millones, según ha informado la empresa en un comunicado publicado este lunes.
Los ingresos fueron de 286,1 millones, un 15% más que en 2024. Del total, 284,6 millones correspondieron a ventas, un 15% más, “impulsadas por el sólido crecimiento interanual a doble dígito de tratamientos clave y el impacto positivo de la cesión de licencias del negocio de medicina general”. El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 70,9 millones, un 35% más que un año atrás, un incremento azuzado por el crecimiento de las ventas, las desinversiones y la cesión de licencias, que tuvieron un impacto positivo en el margen bruto (66,9%).
El presidente y CEO de Almirall, Carlos Gallardo, ha explicado que los “buenos resultados” obtenidos se deben al, textualmente, éxito de los tratamientos biológicos avanzados, así como al crecimiento constante de otros tratamientos dermatológicos.
La empresa ha detallado que las ventas de lebrikizumab —para tratar la dermatitis atópica— aumentaron hasta los 19,4 millones, mientras que las de Tildrakizumab —para la psoriasis— lo hicieron un 12,7% más, hasta los 55,1 millones. Por su parte, los motores de crecimiento biológicos permitieron unos ingresos de 139,4 millones, un 23,4% interanual más, y el rendimiento global “se vio respaldado” por la cesión estratégica de licencias y la desinversión de dos tratamientos en el mercado español en enero de 2025 (Sekisan y Algidol).
Crecimiento en 2025
En el comunicado de resultados del primer trimestre, la empresa también comparte sus previsiones de crecimiento para el 2025, que calculan un incremento de las ventas netas de entre un 10 y un 13%, así como un Ebitda total de entre 220 y 240 millones de euros. Se espera que, en lo que queda de año, “se alcancen hitos clave tanto en el pipeline en fases iniciales como en las más avanzadas” gracias a las inversiones en I+D.