Cat Real Estate ha recibido mandato de sus inversores para realizar compras de inmuebles por 14 millones de euros este 2022, aunque desde la compañía destacan que esta cifra podría ser superior si encuentran oportunidades en las zonas prime de las dos grandes ciudades españolas. Con estas inversiones los family office gestionados por Cat Real Estadoe no buscan una especulación ni una plusvalía sino obtener inversiones duraderas con rentabilidades seguras. Según apunta la consultora, un 80% de la inversión de este ejercicio se concentrará en Barcelona y el 20% restante, en Madrid. Los activos de retail continuarán siendo el foco principal del grupo, aunque el segmento de oficinas también concentrará una parte de la inversión.
La compañía con sede en Barcelona y más de quince años de existencia gestiona en la actualidad un patrimonio de 750 millones de euros, la gran mayoría procedentes de family offices barceloneses, aunque un 10% del total proviene de un grupo patrimonialista internacional. En los últimos cuatro años, la empresa ha adquirido cuarenta locales en Barcelona y diez en Madrid. La estrategia que lleva desarrollando la compañía desde sus inicios respecto a la adquisición de oficinas es la de adquirir activos con un componente comercial. Según datos de Cat Real Estate, la ocupación actual de las oficinas del grupo se sitúa en el 90%.
"Cerramos 2021 con una inversión un 20% por encima de la prevista. Nuestros inversores apostaron por el inmobiliario como valor refugio ante la pandemia y, aunque cerramos un buen número de operaciones, también nos encontramos con cierta carencia de producto", ha anunciado Nacho Castella, director general de Cat Real Estate. "Con la inflación disparada y la inseguridad generada por el conflicto bélico, los grupos familiares han dado instrucciones a Cat Real Estate de buscar operaciones conservadoras con rentabilidades a partir del 4%", ha añadido.