El Cercle d'Economia: candidata vs. candidato

Me he leído los dos programas para las elecciones del 12 de julio. Los dos apuntan al cambio

Jaume Guardiola y Rosa Cañadas son los dos candidatos a la presidencia del Cercle d'Economia | Cedida Jaume Guardiola y Rosa Cañadas son los dos candidatos a la presidencia del Cercle d'Economia | Cedida

Cuando el 28 de mayo de 1984 me di de alta en el Cercle d'Economia, me adhería a una asociación cívica progresista, europeísta, abierta, preocupada por discutir y aportar ideas al país en un campo tan exigente como la economía y la sociedad. Los centenares de nuevos miembros que ingresamos en aquellos años nos sentíamos muy cómodos al saber que la institución estaba muy anclada en dos de las puntas de lanza social, los empresarios y los académicos. Entre los primeros, Josep Oliu, Josep Vilarasau o Salvador Alemany, y entre los segundos, nos deslumbraba el gran empujón que dejaban en casi todos los documentos Ernest Lluch, Fabià Estapé o Antón Costas, para citar unos pocos.

Era tan excitante ejercer de socio que entonces te sentías protagonista de la historia, sobre todo en el gran tránsito de aquellos momentos hacia la integración en la Unión Europea. Cualquier iniciativa -Jornadas, charlas, conferencias, presentación de libro, entrega de galardones...- reunía a centenares de participantes eufóricos. Tuset-Diagonal, entrando por una calle o por la otra, era el epicentro económico de la ciudad, como posteriormente lo sería Provenza, 298. En las décadas siguientes, nunca decayó el entusiasmo; muy pocas actividades calificaría de sesgadas, lo que no deja de ser una excepción en el panorama de las asociaciones y lobbys europeos. Por encima de todo, ha predominado la integridad, la creatividad y la cordura; para utilizar una expresión vulgar, diríamos que nunca le he visto el latón.

"¿Cuáles han sido los factores de éxito? El primero, la estabilidad institucional. El segundo, el equipo técnico. El tercero, la selección de los ponentes. El cuarto, el timing"

¿Cuález han sido los factores de éxito? El primero, la estabilidad institucional. El segundo, el equipo técnico de altísima calidad. El tercero, la selección de los ponentes y de las actividades. El cuarto, el timing al programar las cosas: nunca un minuto antes, nunca un minuto después. No recuerdo ninguna actuación donde se buscara el oportunismo. El primero de los factores, la estabilidad institucional, está en la raíz del resto. La continuidad de los presidentes, elegidos en cadena por los anteriores, ha permitido una cadencia sin sobresaltos. El talante de los que han ocupado la presidencia ha sido muy diferente, pero la política del Cercle no ha variado bajo las diversas y valiosas personalidades.

Nuevo liderazgo

La mayoría de los socios nos hemos sentido muy tranquilos durante estos años y en buenas manos: decidían por nosotros y lo hacían bien. La tutela nos daba seguridad. Es como cuando tu padre te recomendaba una cosa y te la resolvía inmediatamente. ¿Qué problema tiene tanta continuidad? Pues que la sombra de los expresidentes se proyectaba sobre el sucesor y acababa condicionando el futuro. Este tipo de governanza es sólida y continuista y garantiza las esencias, pero se tambalea en momentos de cambio disruptivo como el actual. Accedemos a una situación de incertidumbre y de lo que se trata es que las instituciones vivan el futuro, lo exploren, se arriesguen, y lo tenteen sin anclajes, bajo sistemas de gobierno más adecuados. Porque el Cercle debe ampliar su base social a colectivos y problemáticas que reclamen liderazgo, como por ejemplo las pymes, los emprendedores, los autónomos,...; debe implantar políticas de intercomunicación frente a las habituales de comunicación desde la cúpula, sobre todo en agrupaciones como esta donde el talento de la base es extraordinario; debe aprovechar el talento sénior, júnior e intermedio de sus miembros para diseñar el cuadro de actividades y ámbitos de actuación; debe rejuvenecer todos los órganos de la casa de arriba abajo, enfrente la gerontocracia a la que incita la sucesión pactada; tiene que liderar la transición hacia la digitalización y la economía circular de las empresas, en la que Europa ha puesto la directa.

"No ha sido una institución pionera en socias mujeres; su presencia ha sido relativa en las juntas y muy discreta en los consejos"

Junto con estos impulsos, debemos tener presente otro hecho destacado, el talento femenino. No ha sido una institución pionera en socias mujeres; su presencia ha sido relativa en las juntas y muy discreta en los consejos. En cambio, se ha realizado un esfuerzo considerable en la presencia femenina en todas las actividades, lo cual es de agradecer en una institución mayoritariamente masculina. Recordemos que el talento femenino aporta persistencia, flujo de diálogo, versatilidad, capacidad de escuchar y de resolver conflictos. Todo esto, incrementa el rendimiento, hace atractivo el clima y enriquece a las organizaciones.

Me he leído los dos programas para las elecciones del 12 de julio. Los dos apuntan al cambio. Más allá de reconocer los nombres ilustres que aparecen en las candidaturas, es evidente que, desde el análisis que acabo de realizar en este artículo, me decante por la candidata. Considero que el talento femenino de Rosa Cañadas es capaz de liderar con éxito, sin tutela y con los votos directos de los socios, esta nueva etapa del Cercle, interpretar mejor el nuevo escenario y abrirlo aprovechando todos los talentos existentes entre las bases, al servicio de las ideas y de la mejora económica. Siento estos días las mismas sensaciones que en 1984, cuando me di de alta de socio del Cercle d'Economia.

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