Classlife, el nuevo escalado de las escuelas

La edtech catalana ofrece una solución global para centros educativos de todos niveles y proyecta multiplicar el crecimiento en los próximos ejercicios

Classlife Lanzadera (1) Classlife Lanzadera (1)

Las nuevas tecnologías han reformulado la gestión de la educación. La primera palanca que viene a la mente cuando se piensa en el nuevo paradigma formativo es, de hecho, la pandemia: la normalización de las clases telemáticas, como en otros muchos sectores, ha sido solo la aceleración de un modelo que ya se intuia como dominante –o popular, como mínimo– antes de la crisis sanitaria. La evolución hacia el digital, que entre todas sus virtudes cuenta con la capacidad de romper fronteras, ha dibujado, sin embargo, un segundo camino a recorrer para las empresas educativas: el del crecimiento. Antes, rememora el CPO de la emergente edtech Classlife Eduard Pineda, "las escuelas eran más locales, y no escalaban". La capacidad para establecer presencia en centenares de países del mundo desde un solo centro, solo con un sistema de streaming y un campus virtual de calidad, también han abierto la puerta al éxito empresarial. "Ahora se lleva que las empresas educativas escalen", explica el directivo.

Cuando una empresa escala, sea cual sea su vertical, es inevitable que sus gestiones se hagan más complejas. Cuando hay que añadir capas y capas de documentos, de burocracia, de pagos, entra en escena una nueva arquitectura. La catalana Classlife, una edtech en proceso de crecimiento, ofrece el edificio entero: "no solo la parte de campus virtual y relación con los usuarios, también toda la parte de back end, de los diferentes equipos de trabajo de los centros", concreto Pineda, que describe su tarea cómo la de un "CRM trasladado al mundo educativo". Según explica el CPO, la oferta de la empresa pasa por cuestiones cómo el pago de facturas, la gestión de becas y ayudas, la asignación de recibos o la gestión académica. "Aportamos una visión global; que hace que los centros mismos tengan una plataforma global", argumenta.

Pineda: "Queremos que los centros educativos se suban al barco de la tecnología"

La clave de un sistema de gestión empresarial para empresas educativas rae, cómo siempre, en la anchura del servicio; pero más todavía en la fiabilidad. "El más importante es no perder datos, imagínate que se mujer mal la matrícula a un alumno que ha pagado 10.000 euros", confirma Pineda, que subraya en este sentido la compleja capacidad documental de la plataforma. Los centros que operan con Classlife cuentan con herramientas cómo la asignación de admisiones o el pago seguro de matrículas, todo ello con una cierta flexibilidad. Según explica el CPO, el software es capaz de incorporar servicios externos si el centro contratante ya los usa –posa el ejemplo del software de pago cómo redsys.

"Queremos que los centros educativos se puedan al barco de la tecnología", exprés Pineda, que celebra que el ecosistema académico haya sabido adaptarse en los entornos digitales después de la pandemia. La transición hacia sistemas digitales de gestión tanto de la rama empresarial cómo de la gestión escolar ha permitido agilizar trámites y facilitar el acceso a los programas desde por todas partes. Classlife quiere evitar "que los alumnos tengan que esperar días y días para acceder a las plataformas o que no se cobren las cuotas". Con todo, en el centro de la empresa hay la aceleración de tiempo y la ubicuidad de la academia combinado con la eficiencia del software de gestión empresarial.

Crecimiento y tecnología

"Es muy difícil que un centro educativo con historia y un buen equipo de trabajo no controle el que es un campus virtual", remarca Pineda. Talmente cómo la transición hacia el digital se ha fundamentado en los últimos meses, también lo ha hecho una perspectiva empresarial que busca combinar la calidad de la enseñanza y la presencia local con propuestas expansivas y escalables, que llegan a cualquier ordenador –y que pueden sacar provecho–. Construir alrededor de la formación en linea ha permitido que "el 90 % de los centros tengan como objetivo el crecimiento", algo que posa todavía más valor en un andamio digital de gestión empresarial cómo Classlife.

"A Barcelona tenemos el edtech clúster, que hace años que hace mucho empujón hacia el Estado y hacia Europa"

El camino más rápido entre educación y crecimiento, según el CPO, pasa por las escuelas de negocios. Está en la educación superior, especialmente la dedicada a la gestión de empresas, en que el alumnado y el profesorado son mucho más internacionales, donde la perspectiva empresarial es más presente. La educación universitaria, incluso en el entorno privado, todavía está muy limitada por las regulaciones educativas que operan; pero nuevos formatos cómo ThepowerMBA o modelo similares, "que crean contenido de una forma más transgresora y con calidad", pueden pensarse alrededor de crecimientos exponenciales que multipliquen su valor cada ejercicio.

El ecosistema emergente al sector edtech, pero, por la naturaleza del producto que se comercializa, es mucho menos llamativo que otros primos tecnológicos. "La educación no registra crecimientos explosivos" cómo la fintech u otras verticales, razona Pineda, pero sus previsiones son mucho más sólidas y sostenidas. "Difícilmente parará de crecer una empresa que se basa en el conocimiento de las personas", y mucho más en un entorno cómo Catalunya, uno de los polos innovadores del sur de Europa. El directivo celebra, de hecho, un ecosistema barcelonés que aporta valor en las empresas de la vertical. "En la ciudad tenemos la edtech clúster, que hace años que hace mucho empujón hacia el Estado y hacia Europa", celebra el CPO.

Comunicar el producto

Si bien Pineda reconoce que siempre se puede mejorar un producto digital –añadiendo más servicios, o perfeccionando la experiencia de los que ya funcionan– "más que mejoras de producto el que Classlife busca es expansión". Actualmente, la compañía opera a laEstado , en algunos países de la Unión y a América Latina; a pesar de que el 80 % de los clientes son españoles, con ejemplos cómo ITEP, Euncet o el Grupo Mir. El oficial de producto no esconde la reivindicación "de un muy buen producto con buenas funcionalidades" que, opina, solo necesita llegar además oídos. "Queremos crecer a LatAm, a Francia y al resto del continente; es más abrir mercados que producto".

Con todo, cuentan ya con más de un centenar de centros, y cerca de una treintena de trabajadores por una empresa que factura un millón de euros el año. Las proyecciones de Pineda son optimistas. "Nuestra idea es crecer un x2 o un x3 cada año", con una contratación estable que los lleve a los 45 trabajadores el 2024. Las instituciones alrededor del sector rubrican su actividad, con partnerships con Google Education y Amazon Webservices y una final del South Summit de 2022. El techo, a su entorno, es ilimitado. "El hecho de vivir a Europa y a hace Catalunya que las personas quieran siempre mejorar, crecer profesionalmente, aprender; esto no cambiará"; solo lo hará la manera de concretarlo.

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