Como hacer líder mundial una empresa a punto de caer

MATE Holding, con orígenes industriales al 1935, ha encontrado en la internacionalización el camino para salir del pozo y convertirse en un referente de los sectores donde opera

"Es sólo emprendedor el que empieza algo desde cero? O se puede ser desde la empresa existente? Es ser emprendedor coger una empresa en crisis y hacerla líder del sector?" Estas preguntas las lanza Pau Relato, consejero delegado de MATE Holding, en su intervención en uno de las comidas que organiza periódicamente la Aijec. Su trayectoria, así como la de la compañía que originó el grupo, es la de una empresa familiar industrial catalana que se vio abocada al precipicio... pero que ha acabado siendo líder mundial. Una historia de superación con presente feliz que, seguramente para no vender un producto que entre por los ojos, no se explica tanto como merecería.

MATE Holding integra cuatro compañías: la embrionaria Industrias Químicas del Vallès (IQV), Regaber, Hidroglobal y Dorot, una importante adquisición hecha en Israel al 2014. Con ellas y las 12 filiales que tiene en todo el mundo, el grupo cerró el 2015 con más de 220 millones de euros de facturación, 600 trabajadores y haciendo negocio a 70 países. Un negocio en el campo de los fitosanitarios y las válvulas hidráulicas.

La recuperación de la industria
La historia del ascenso del grupo propiedad de la familia Matosas tiene mucho que ver con la de Pau Relato. El actual consejero delegado proviene de una familia vinculada a la farmacia, pero mientras estudiaba esta carrera se dio cuenta que lo interesaba más la gestión integral y cursó a la vez un MBA al IESE. Después de un año en una multinacional alemana, la carencia de oportunidades para emprender más allá de las tareas encomendadas condujeron Relato a "hacer el triple salto mortal. Decidí ir a una pyme catalana, con un contrato de seis meses, que no sabían si me podrían pagar y donde me dijeron que tenía que traer los bolis de casa", explica con la ironía que permite haber superado con éxito las dificultades.

Relato recuerda que a la cabeza de dos meses de incorporarse a Industrias Químicas del Vallès cayó todo el departamento comercial. Hablamos del 1994, donde "era la típica industria catalana: ofrecía una commodity con poco valor añadido y destinada al mercado local". Casi de carambola, Relato se encontró al frente del área comercial con el objetivo "de aguantar las cosas" mientras no llegaba alguien. Como buen alumno prácticamente acabado de licenciar, explica que decidió hacer el que marcan los cánones: un plan estratégico. "Ya se sabe que el papel lo aguanta todo, pero cayó en manso de uno de los responsables del grupo y me dijo que a ver si me salía aplicándolo".

Los planes de Relato pasaban para "traer la compañía de una mentalidad industrial a enfocarse a mercado creando valor añadido, internacionalizarnos y cambiar el modelo comercial para diversificarse". El directivo confiesa que si ahora piensa en todo el que hicieron "me pongo las manos a la cabeza. La miseria genera mucha creatividad".

Reestructurar para crecer
Un golpe consolidada su posición a la dirección comercial, ya el 1997, "la divergencia de valores" entre el mismo Pau Relato y el entonces director general estuvo a punto de hacerlo abandonar la compañía. "La propiedad no lo quiso y se hizo un plan porque en tres años me convirtiera en director general y accionista minoritario". De este modo, el enero de 2001 se convertía en director general de IQV. En aquel momento pasó a compaginar "los dos sombreros, el de gestión y el de propiedad". En este punto, Relato emfasitza que "el más importante es el proyecto, nuestros intereses particulares tienen que estar los últimos de la fila. Si el proyecto va adelante, todos los colectivos se benefician".

Del 2001 al 2004, como director general de IQV, "fue la época más guapa. Abrimos filiales en el extranjero de la manera que se hace en una empresa familiar: haciéndolo bueno". Relato destaca justamente la persistencia a viajar por el mundo como una de las claves del crecimiento. "Iba al Japón dos golpes al año a insistir, hasta que un día me trucaron diciendo si el día siguiente podía estar en Tokyo". Su tenacidad es el que permitió que el grupo Sumitomo quisiera tenerlos de socios europeos.

El buen trabajo a la dirección de IQV trajo Pau Relato a convertirse en consejero delegado del grupo MATE Holding en 2004. "Hasta el 2007 fue una época muy complicada", reconoce. Había que reestructurar el grupo y, a la vez, el nombramiento de miembros de la tercera generación familiar como consejeros no acabó de reeixir. "Esto no funcionó y en febrero del 2007 la familia decidió hacer salir toda la tercera generación tanto del consejo como de la presidencia del grupo y darme plenos poderes", recuerda. Relato se muestra escéptico ante las direcciones colegiadas o mancomunadas. "Al final hay de haber alguien que decida", asegura.

Las oportunidades de la crisis
"La crisis nos enganchó internacionalizados, capitalizados y con caja", resume Pau Relato. Una situación que los ha permitido crecer a un ritmo de dos cifras por año. "Si no ves el mundo como tu mercado, lo tienes complicado. Coger un avión es nuestro pan de cada día", asegura para destacar la importancia que ha tenido en todo ello la internacionalización.

Además del crecimiento orgánico, disponer de capital propio los ha permitido realizar adquisiciones importantes sin necesidad de endeudarse. La más destacada es la de la compañía israelí Dorot, que ya aporta el 25% de la facturación de MATE Holding y los ha hecho doblar el número de trabajadores. "No los compramos para colonizarlos, sino para transmitir nuestros valores esenciales respetando la cultura y la forma de hacer de aquel país", dice Relato. "Respetar el país donde vas a operar es básico", insiste.

Las claves del éxito
A la hora de señalar qué ha traído el grupo hasta el liderazgo mundial, Pau Relato indica varios aspectos. "Nos hemos centrado en los sectores que conocemos porque queremos ser líderes donde operamos". También apunta que el importante no es la facturación, sino la rentabilidad. "Hemos descartado proyectos que no llegaban a nuestro umbral mínimo de rentabilidad", asegura.

Evidentemente, la internacionalización ha sido "motor de crecimiento"; y remarca la importancia del talento. "Hemos fichado muchos Ronaldinhos que no han funcionado porque vienen a hacer currículum, y no a hacer empresa. En cambio, la gente que hace empresa sí que acaba haciendo currículum".

A la vez, Relato hace mención de la voluntad clara de continuidad como empresa familiar. Una intención que se ha traducido en la gestión de los activos financieros. "No nos hemos endeudado y siempre nos hemos autofinanciado" recuerda. Así mismo, matiza que "somos una empresa de accionistas familiares, más que una empresa familiar". Esto implica que "la familia no ve a la empresa como un lugar de trabajo, sino como un activo para hacer crecer el patrimonio familiar". Por lo tanto, al frente pone los mejores, sean familia o no.

Con todos estos ingredientes, Relato aventura que quieren convertirse en una empresa grande sin perder las ventajas de agilidad de una pyme. "Esto es el que más nos está costando y no queremos perder la ventaja competitiva que supone no caer en la burocratización", concluye.

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