Curtidos Badia, de Igualada a la Quinta Avenida

La empresa catalana, en manso de la cuarta generación familiar, es uno de los principales proveedores de piel para firmas de lujo

Los acuerdos de confidencialidad no permiten a Curtidos Badia dar nombres de sus clientes, pero es probable que la piel de bolsas y carteras de Christian Dior, Prada, Louis Vuitton o Gucci haya salido de esta adoberia de la capital de la Anoia. "Las pieles de Curtidos Badia se pueden encontrar en la Quinta Avenida de Nueva York, en el barrio Ginza de Tokyo, al Paseo de Gràcia de Barcelona, a los Champs-Élysées de París y en la calle Serrano de Madrid", apunta Xavier Badia, gerente de esta empresa igualadina.

Este mercado internacional da pistas del prestigio que sus pieles tienen dentro y fuera de nuestras fronteras. Hace 17 años que Badia cogió las riendas de este negocio familiar con 125 años de historia que originariamente se dedicaba a hacer suelas de zapatos. En la actualidad está especializada al proveer pieles para marroquineria a firmas de lujo de todo el mundo y se ha posicionado como una emprendida líder en el sector de la piel adobada en España.

Adaptarse a las necesidades de los mercados
"Cuando llegué a la empresa, el problema era sobrevivir a corto plazo , ahora el hito es tener un producto basado en la calidad", afirma Bahía que también es presidente de la Asociación Española del Curtido (Acexpiel) y del Gremio de Blanquers de Igualada. Las cifras hablan por sí mismas. La empresa igualadina facturaba cuatro millones en 1997, ahora espera cerrar el 2014 con una cifra de negocio de 50-52 millones de euros, el 85% proveniente de mercados internacionales, sobre todo Francia e Italia.

La historia de Curtidos Badia es una historia de éxito, pero también de reinvención y adaptación a las exigencias y demandas de la economía actual en una industria, la de adobar la piel, que en Igualada tiene siete siglos de tradición y se ha visto tocada de cerca por la crisis. "Las crisis han estado a todos los sectores", dice Badia,"nosotros nos hemos preocupado mucho las necesidades de los clientes, de dar seriosidad en el servicio, calidad en el producto y ganar poco a poco la confianza del mercado".

Sostenibilidad y calidad
Entender como Curtidos Badia transforma un residuo de la industria càrnica, la piel de vacuno, en un producto de moda que atrae a Igualada firmas de lujo de todo el mundo pasa, en palabras del mismo Badia, por "una continua innovación en producto, responsabilidad social y medioambiental y el esfuerzo de todo un equipo motivado". Actualmente trabajan 150 personas.

El papel de la Cátedra A3 de Innovación en Piel creada hace dos años por la Universitat Politècnica de Catalunya, por asociaciones empresariales y por el Ayuntamiento de Igualada ha sido clave en este camino para conseguir procesos productivos más limpios y sostenibles. "Cada día será más difícil ser aceptado en este mercado con un producto que no se produzca de manera sostenible", argumenta este empresario. El reconocimiento nacional e internacional a sus pieles son, en buena parte, resultado de esta apuesta por la innovación y por "una buena materia primera, gente formada gracias en buena medida a la universidad, la capacidad industrial del sector y una tradición de 700 años".

Planes de futuro
A la espera de la construcción del Parque de Innovación del Cuero y la Marroquineria a la capital de la Anoia que tiene que acoger las industrias adoberes situadas actualmente en el barrio de la Reguera, Curtidos Badia ha decidido satisfacer sus necesidades actuales de crecimiento con la adquisición de una nave de 6.500 metros en este mismo barrio. Esta nave permitirá agrupar los almacenes, crear una planta de R D Y y una área productiva para pequeñas series. "Un espacio donde poder cubrir la innovación en producto y ofrecer un servicio de muestras a los clientes", añade Badia.

El objetivo de esta operación es impulsar el crecimiento de la empresa entre un 20 y un 25% a corto plazo y crear entre 5-10 nuevos puestos de trabajo. En definitiva, un futuro optimista con la vista puesta en "fidelitzar todavía más el compromiso de nuestros clientes, no sólo con el producto que fabricamos sino también con el acompañamiento global que podemos dar a todas sus necesidades gracias al clúster de la piel de Igualada con todos sus componentes", señala. Este clúster, estudiado como caso de éxito en Harvard, reúne además de la cátedra, la Escuela de Ingeniería, el Museo de la Piel, la adoberia J. Bella (suyo a partir del año próximo del clúster y showroom permanente), la depuradora, 28 empresas del sector y un nuevo sello promocional Igualada Leather Cluster Barcelona que espera dar todavía más visibilidad internacional al gremio y a sus productos aprovechando el éxito de la marca Barcelona. Todo un patrimonio que ya ha convertido Igualada en una referencia en la piel de calidad..

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