Cushman & Wakefield ha reforzado su presencia en España con el traslado de su sede en Barcelona a unas nuevas instalaciones en la Illa Diagonal y la ampliación y renovación de sus oficinas en Madrid. La operación ha supuesto una inversión total de 2,6 millones de euros y refleja la apuesta estratégica de la compañía por el mercado español en un momento de crecimiento internacional. Además, las oficinas de Lisboa también han incrementado su espacio y han realizado cambios estratégicos, consolidando así el posicionamiento de la firma en la región de Iberia.
En la capital catalana, la firma ha reubicado su sede en la séptima planta de L'Illa Diagonal, en el número 545 de la avenida Diagonal, un enclave estratégico en el corazón financiero y empresarial de la ciudad. El nuevo espacio, de 1.300 metros cuadrados, permite a la firma disponer de unas instalaciones mejor adaptadas a las necesidades de sus clientes, equipos y a su crecimiento. Por otro lado, en los últimos años, las oficinas de Madrid han ampliado su superficie en tres ocasiones, culminando recientemente una renovación integral y expansión en el edificio Beatriz, en el barrio de Salamanca, hasta alcanzar un total de 1.700 metros cuadrados. La actuación ha permitido adaptar el espacio a un modelo de trabajo más flexible, moderno y colaborativo.
La transformación de las oficinas de Cushman & Wakefield en Iberia materializa su propósito global, Better Never Settles, y su visión diferencial sobre el papel del sector inmobiliario en las ciudades. La compañía entiende el sector como el entorno construido y la experiencia de cada persona dentro de este, con el compromiso de ofrecer soluciones reales a los retos que afrontan las ciudades actuales.
Los nuevos espacios incorporan elementos distintivos, como espacios flexibles e inclusivos para personas neurodivergentes, criterios de accesibilidad para personas con necesidades especiales, la integración de iconos urbanos y culturales locales en cada sala de reuniones, espacios orientados al bienestar físico y mental, arte local, tecnología plug & play y una arquitectura comprometida con los principios más exigentes de sostenibilidad y eficiencia ecológica.
“Este año hemos vivido un punto de inflexión en el mercado inmobiliario español, y en Cushman & Wakefield hemos tenido la oportunidad de liderar algunas de las operaciones más relevantes en diferentes segmentos", apunta Oriol Barrachina, CEO de España, director de la Región de Iberia y miembro del International Leadership Committee (ILC).