"Me di cuenta que no tenía ganas de trabajar en una empresa tradicional y con 24 años fundé Cyberclick". Lo explicaba David Tomás en uno de los CEOTalks que organiza periódicamente Delvy Asesores. Era en 1999, y el que empezó con dos cofundadores es hoy un grupo empresarial consolidado con casi 60 trabajadores y una previsión de facturación por el 2015 de seis millones de euros. Hablando con David Tomás, pero, es fácil adivinar que una de los datos de la empresa que recibió con más ilusión es el primer lugar en categoría pyme de los Best Workplaces 2014. Una distinción que acaba de renovar en la clasificación del 2015. Y es que si algo caracteriza Cyberclick es su singular manera de funcionar en la gestión del equipo. Tomás es un firme defensor de la investigación de la felicidad a la empresa. "La idea es poder quitarte el lunes con ganas de hacer cosas", resume en una charla previa con VÍA Emprendida.
Llegar el primero a veces es llegar demasiado temprano
"La idea de Cyberclick salió analizando empresas tanto de los Estados Unidos cómo del Japón y ver qué estaban haciendo en publicidad. Fuimos mirando diferentes modelos de negocio y vimos que la publicidad basada en resultados no existía al mercado en castellano", recuerda David Tomás. De este modo decidieron crear la primera empresa que hacía publicidad online basada en resultados. "Medíamos tanto los clics como las conversiones que se hacían", apunta.
En aquella época, al 1999, "no había competencia y al ser los primeros pudimos tener reconocimiento". Ahora bien, Tomás reconoce que "quizás empezamos demasiado temprano, a veces teníamos que enviar propuestas de publicidad online por fax!". En aquellos años mucha gente todavía no entendía la publicidad digital. Aún así, el auge de las puntcom los permitió arrancar con empujón, hasta que la burbuja se rompió. "Empezaron a quebrar todas y sufrimos una serie significativa de impagos".
La suerte por Cyberclick fue que una semana antes de que se hundiera el Nasdaq y desencadenara la crisis, ya habían firmado una ronda de inversión de un millón de euros que los ayudó a "superar la travesía del desierto del 2000, 2001 y 2002". Tomás recuerda que "no teníamos ningún cliente en España, y fuimos tirando con algunos clientes internacionales y empresas del sector offline que empezaban a hacer modelos de atraer clientes a través del online".
La especialización
"Empezamos con publicidad digital en performance. En un principio no funcionó bien porque el mercado desapareció y empezamos a hacer otras cosas", explica Tomàs sobre el origen de los diferentes servicios que fueron creando. El año 2007 los inversores salieron de la empresa y "todas estas áreas de negocio las fuimos creando como una empresa independiente". El resultado es que a día de hoy el Grupo Cyberclick lo forman cinco compañías. La inicial se sigue dedicando al marketing de resultados trabajando por grandes empresas haciendo las campañas de email marketing, publicidad a redes sociales y de contenidos.
A Gauss&Neumann se han especializado a hacer publicidad a Google por grandes empresas, las que invierten más de 100.000 euros anuales. Mientras tanto, Coregistros.com hace captación de usuarios montante concursos y sortejos online para generar bases de datos. Por su parte, Digital Response se dedica a ayudar las marcas a gestionar toda su fidelización digital. E Inbound Cycle apuesta porl 'inbound marketing.
"Vimos que no tenía sentido ser una compañía que hacía 10 cosas diferentes. Nos especializamos en una y creamos un grupo de compañías", indica David Tomás. Después de estabilizarse en el grupo actual, señala que el reto ahora es "mantener la cultura empresarial y seguir creando compañías en el vertical de la publicidad digital".
Un trabajador feliz es más productivo
Cuando le preguntan a David Tomás qué hace para motivar sus trabajadores, enseguida responde que "no se tiene que motivar nadie, el que tienes que hacer es no desmotivar". Los premios Best Workplaces del 2014 y del 2015 han sido la recompensa a una larga trayectoria apostando por una manera diferente de tratar las personas que forman la empresa.
"Hemos hecho muchas cosas, es un proceso largo, pero el primero es basar la compañía en valores, comportamientos o actitudes que hagan que la toma de decisiones sea muy clara", afirma convencido. Al 2008 hicieron sentar todo el equipo para definir cómo querían que fueran las personas que formaban la compañía. "Salieron unas 60 actitudes que nos gustaban y 45 queno . Si ya es muy difícil recordar 10 mandamientos por los que son creyentes, imagina recordar 60!", ironiza Tomás. Para simplificarlo, Cyberclick recoge en tres ideas básicas los valores que los ayudan a tomar decisiones.
El primero es 'admire people', la capacidad de admirar otras personas. "Queremos gente que escucha, que tiene respeto, que intenta ayudar el otro, este es el valor humanista", dice Tomás. El segundo es 'always find a better way'; la capacidad de buscar siempre una manera mejor de hacer las cosas. "Nos tenemos que hacer preguntas e intentar mejorar sin aceptar la status quo"; asegura antes de concluir con el tercer valor: 'costumer experience freaks'. "Queremos que nuestros clientes vean que somos a la mejor empresa con la cual trabajar, la que logra los mejores resultados", deja claro.
A su entender es fundamental que cualquier persona que se incorpore a la compañía comparta estos tres valores. "Tienen que estar alineados porque si creas una empresa con una serie de valores y alguien desentona, acabarás siendo una empresa que no es feliz". Por este motivo todo el mundo tiene voz a la hora de contratar alguien, y si hay trabajadores que no ven claro la ensambladura del aspirante, no se lo acaba contratante.
Confianza y responsabilidad
A Cyberclick las vacaciones son libres, cada cual las hace cuando quiere y durante el tiempo que considera necesario. "Sólo tienes que pedir consejo a tus compañeros. Si lo aceptan es porque tienen confianza en tú y porque asumirán tu trabajo. Igual que tú lo harás con las suyas", dice Tomás. Estos sistema, por supuesto, sólo puede funcionar si se ha creado uno en torno a confianza.
"Tuvimos un caso de alguien que se aprovechaba y lo invitamos a marchar", reconoce David Tomás. Ahora bien, pone sobre la mesa que "el que suele pasar es que porque uno no se aproveche se fastidia el resto. Nosotros lo hemos hecho a la inversa".
Cada mañana, además, todo el mundo responde un test de felicidad simbolizado por semáforos, donde puede indicar si hay algo que lo molesta. "Esto consume tiempo, pero es un tiempo muy invertido. Cuando hagamos trabajos que nos gustan todo va mejor. En 10 minutos por semana vemos el estado de los semáforos, no hace falta más. Esto mejora la productividad de la empresa porque empiezas a identificar las cosas que malgastan el equipo. Y sin que cueste dinero!", explica el fundador de la compañía.
Otros beneficios por los trabajadores de Cyberclick son disponer de un presupuesto para formarse en aquello que deseen; así como disfrutar de un bonus en forma de provecho sharing a partir de un determinado porcentaje de ebitda en los resultados de la compañía. "Todo el que sube de allá va directamente al equipo", proclama orgulloso David Tomás.
En definitiva, constata que "no hay cultura de preguntar como te encuentras al trabajo. Si lo adaptáramos iríamos mucho mejor. Es bueno pararse y analizar qué podríamos hacer para estar mejor". Por lo tanto, si una cosa es segura es que todos aquellos que pasean la mala cara los lunes por la mañana no van a Cyberclick. Allá siempre es un buen lunes a la oficina.
Llegar el primero a veces es llegar demasiado temprano
"La idea de Cyberclick salió analizando empresas tanto de los Estados Unidos cómo del Japón y ver qué estaban haciendo en publicidad. Fuimos mirando diferentes modelos de negocio y vimos que la publicidad basada en resultados no existía al mercado en castellano", recuerda David Tomás. De este modo decidieron crear la primera empresa que hacía publicidad online basada en resultados. "Medíamos tanto los clics como las conversiones que se hacían", apunta.
En aquella época, al 1999, "no había competencia y al ser los primeros pudimos tener reconocimiento". Ahora bien, Tomás reconoce que "quizás empezamos demasiado temprano, a veces teníamos que enviar propuestas de publicidad online por fax!". En aquellos años mucha gente todavía no entendía la publicidad digital. Aún así, el auge de las puntcom los permitió arrancar con empujón, hasta que la burbuja se rompió. "Empezaron a quebrar todas y sufrimos una serie significativa de impagos".
La suerte por Cyberclick fue que una semana antes de que se hundiera el Nasdaq y desencadenara la crisis, ya habían firmado una ronda de inversión de un millón de euros que los ayudó a "superar la travesía del desierto del 2000, 2001 y 2002". Tomás recuerda que "no teníamos ningún cliente en España, y fuimos tirando con algunos clientes internacionales y empresas del sector offline que empezaban a hacer modelos de atraer clientes a través del online".
La especialización
"Empezamos con publicidad digital en performance. En un principio no funcionó bien porque el mercado desapareció y empezamos a hacer otras cosas", explica Tomàs sobre el origen de los diferentes servicios que fueron creando. El año 2007 los inversores salieron de la empresa y "todas estas áreas de negocio las fuimos creando como una empresa independiente". El resultado es que a día de hoy el Grupo Cyberclick lo forman cinco compañías. La inicial se sigue dedicando al marketing de resultados trabajando por grandes empresas haciendo las campañas de email marketing, publicidad a redes sociales y de contenidos.
A Gauss&Neumann se han especializado a hacer publicidad a Google por grandes empresas, las que invierten más de 100.000 euros anuales. Mientras tanto, Coregistros.com hace captación de usuarios montante concursos y sortejos online para generar bases de datos. Por su parte, Digital Response se dedica a ayudar las marcas a gestionar toda su fidelización digital. E Inbound Cycle apuesta porl 'inbound marketing.
"Vimos que no tenía sentido ser una compañía que hacía 10 cosas diferentes. Nos especializamos en una y creamos un grupo de compañías", indica David Tomás. Después de estabilizarse en el grupo actual, señala que el reto ahora es "mantener la cultura empresarial y seguir creando compañías en el vertical de la publicidad digital".
Un trabajador feliz es más productivo
Cuando le preguntan a David Tomás qué hace para motivar sus trabajadores, enseguida responde que "no se tiene que motivar nadie, el que tienes que hacer es no desmotivar". Los premios Best Workplaces del 2014 y del 2015 han sido la recompensa a una larga trayectoria apostando por una manera diferente de tratar las personas que forman la empresa.
"Hemos hecho muchas cosas, es un proceso largo, pero el primero es basar la compañía en valores, comportamientos o actitudes que hagan que la toma de decisiones sea muy clara", afirma convencido. Al 2008 hicieron sentar todo el equipo para definir cómo querían que fueran las personas que formaban la compañía. "Salieron unas 60 actitudes que nos gustaban y 45 queno . Si ya es muy difícil recordar 10 mandamientos por los que son creyentes, imagina recordar 60!", ironiza Tomás. Para simplificarlo, Cyberclick recoge en tres ideas básicas los valores que los ayudan a tomar decisiones.
El primero es 'admire people', la capacidad de admirar otras personas. "Queremos gente que escucha, que tiene respeto, que intenta ayudar el otro, este es el valor humanista", dice Tomás. El segundo es 'always find a better way'; la capacidad de buscar siempre una manera mejor de hacer las cosas. "Nos tenemos que hacer preguntas e intentar mejorar sin aceptar la status quo"; asegura antes de concluir con el tercer valor: 'costumer experience freaks'. "Queremos que nuestros clientes vean que somos a la mejor empresa con la cual trabajar, la que logra los mejores resultados", deja claro.
A su entender es fundamental que cualquier persona que se incorpore a la compañía comparta estos tres valores. "Tienen que estar alineados porque si creas una empresa con una serie de valores y alguien desentona, acabarás siendo una empresa que no es feliz". Por este motivo todo el mundo tiene voz a la hora de contratar alguien, y si hay trabajadores que no ven claro la ensambladura del aspirante, no se lo acaba contratante.
Confianza y responsabilidad
A Cyberclick las vacaciones son libres, cada cual las hace cuando quiere y durante el tiempo que considera necesario. "Sólo tienes que pedir consejo a tus compañeros. Si lo aceptan es porque tienen confianza en tú y porque asumirán tu trabajo. Igual que tú lo harás con las suyas", dice Tomás. Estos sistema, por supuesto, sólo puede funcionar si se ha creado uno en torno a confianza.
"Tuvimos un caso de alguien que se aprovechaba y lo invitamos a marchar", reconoce David Tomás. Ahora bien, pone sobre la mesa que "el que suele pasar es que porque uno no se aproveche se fastidia el resto. Nosotros lo hemos hecho a la inversa".
Cada mañana, además, todo el mundo responde un test de felicidad simbolizado por semáforos, donde puede indicar si hay algo que lo molesta. "Esto consume tiempo, pero es un tiempo muy invertido. Cuando hagamos trabajos que nos gustan todo va mejor. En 10 minutos por semana vemos el estado de los semáforos, no hace falta más. Esto mejora la productividad de la empresa porque empiezas a identificar las cosas que malgastan el equipo. Y sin que cueste dinero!", explica el fundador de la compañía.
Otros beneficios por los trabajadores de Cyberclick son disponer de un presupuesto para formarse en aquello que deseen; así como disfrutar de un bonus en forma de provecho sharing a partir de un determinado porcentaje de ebitda en los resultados de la compañía. "Todo el que sube de allá va directamente al equipo", proclama orgulloso David Tomás.
En definitiva, constata que "no hay cultura de preguntar como te encuentras al trabajo. Si lo adaptáramos iríamos mucho mejor. Es bueno pararse y analizar qué podríamos hacer para estar mejor". Por lo tanto, si una cosa es segura es que todos aquellos que pasean la mala cara los lunes por la mañana no van a Cyberclick. Allá siempre es un buen lunes a la oficina.
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