Qué se tiene que tener para triunfar?
Hago muchas reuniones con empresarios y siempre veo tres valores en las personas que consiguen el éxito: sentir pasión por el que haces, ser perseverando y saber gestionar el miedo.
Y la suerte?
Mucha gente atribuye los resultados a la suerte. Pero la suerte sólo llega trabajando. Trabajar un día detrás el otro, sembrar durante mucho tiempo para después recoger los frutos.
Pero a veces se fracasa...
Es fundamental saber gestionar el fracaso. La gente que tiene éxito a la vida son aquellos que saben gestionar los miedos y los fracasos. Los que cada vez que caen, se levantan y vuelven a empezar. Para ganar se tiene que perder muchos golpes. Todo el mundo fracasa en algún momento de su vida.
Ha conseguido todos los títulos en el mundo del kárate, qué le ha aportado más allá de los trofeos?
A nivel de dinero, cero. Pero me ha dado una cosa muy importante, la filosòfia del ser en lugar de tener. El kárate es una arte marcial que practicas descalzo. De joven, cuando viajaba para competir dormí muchos golpes al tierra en tatamis. Soy capaz de vivir con muy poco. Las artes marciales me han aportado mucha disciplina y capacidad de trabajo constante.
Se ha sacrificado mucho por el kárate?
Me ha enseñado a sacrificarme para obtener mis objetivos. Yo soy de Súria (Bages) y cuando era pequeño allá no había gimnasios. Como consecuencia, teníamos que ir a Manresa cada día para hacer kárate. Durante muchos años, me quitaba a las 5.00h de la mañana y hacía autostop para ir a entrenar. Varios compañeros empezaron conmigo pero no tuvieron perseverancia para aguantar hasta el final.
Pero un día el kárate se acaba y todavía una nueva vida.
Llegó un día que guardé en cajas todos mis títulos conseguidos durante los catorce años de carrera deportiva y los eché a la basura. Necesitaba dejarlo atrás, olvidarme. Cuando acabas una etapa, tienes que poder empezar la siguiente desde cero. En mi nueva vida no me aportaba nada tener una mochila llena de copas de campeón.
La nube de Numintec
Y desde cero, en 2002 nace Numintec, la empresa que lidera con su hermano.
No teníamos nada y teníamos que competir contra los grandes operadores. Era y es un reto grandioso.
Como un pequeño luchador de kárate que empieza a batirse en duelo contra los más fuertes?
Sí, explotamos una idea que las grandes compañías de telefonía olvidan, la inteligencia de negocio. Es nuestra ventaja competitiva, nuestra arma para ser diferentes. Mi hermano y yo no éramos expertos, pero nos formamos e implicar de pleno desde el inicio y nos atrevimos a luchar.
Once años después, como va el combate?
Seguimos creciente. Empezamos los dos hermanos y mi mujer. Los dos primeros años fueron muy complicados, pero en cualquier nuevo negocio ya es habitual dos años iniciales de sufrimiento. Pero si eres perseverando, sales adelante. Ahora tenemos casi 50 trabajadores y facturamos 6 millones de euros anuales.
Qué futuro divisa por Numintec?
No nos marcamos objetivos concretos. Ni límites, ni hitos demasiado ambiciosos. El que tenemos que hacer es seguirnos quitando cada día a las 5.00h de la mañana y trabajar todo el día para echar la empresa adelante. Mientras podamos mantener los sueldos y las inversiones, el resto no me preocupa.
Este es el sacrificio que pide a los trabajadores?
El único que los pido a los trabajadores es que sean felices al entrar cada mañana por la puerta para trabajar. Si no es así, que cambien de trabajo. Pasamos más tiempo al trabajo que en casa y tenemos que estar bien y ser basta atrevidos para dejarlo si no es así.
Atreverse a emprender
Ha empezado muchos proyectos. Desde su punto de vista es un buen momento para emprender?
Siempre es buen momento para emprender. Mucha gente tiene miedo y no apuesta, pero si nadie apuesta el país se paraliza. Ha instaurada como la idea del me espero a que acabe la crisis antes de salir adelante nada. Te tienes que saber ligar el cinturón pero para conducir adelante. La gente antes tenía dos casas y tres coches y ahora no sabe vivir con una casa y un coche.
Hay buenas ideas en casa nuestra?
Hay muchos jóvenes que salen con muchísima preparación. Los emprendedores de mi edad no teníamos ni un 10% de la formación que es tiene ahora. La crisis pasará y después, todo el talento y formación que tením se convertirá en empresas. Soy optimista.
Y de la empresa tradicional, qué tenemos que esperar?
He sido contacto constando con grandes empresarios de nuestro país y veo un par de defectos que se repiten a todas sus empresas: no tienen relación con la competencia, cuando es la empresa más cercana con quién crear puentes, sinergias o alianzas de algún tipo. El otro problema es que siempre se hacen business plan a cinco años. Y después nunca lo aciertan. Ni se consiguen los objetivos de facturación, ni de trabajadores. Una empresa es como un esser vivo.