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Empieza el nuevo curso: los deberes pendientes de las empresas catalanas

Tenemos que encontrar nuestra propia fórmula, que responda a nuestro entorno y a las nuestras realidades, capacidades y valores para hacer frente a los retos actuales

En el actual entorno complejo deberíamos avanzar en estrategias de colaboración, crear redes y alianzas | iStock
En el actual entorno complejo deberíamos avanzar en estrategias de colaboración, crear redes y alianzas | iStock
Jordi Marin | VIA Empresa
Experto en transformación digital e innovación
Barcelona
28 de Agosto de 2024

Septiembre es sinónimo de iniciodecurso, de pensar en cerrar el año, de comenzar a planificar el año 2025, de nuevos objetivos y de plantearse retos. Es un momento perfecto para reflexionar sobre los deberespendientes de las empresas en un entorno cada vez más competitivo y globalizado. Permitidme compartir con vosotros de manera muy general mi visión.

 

Reconociendo algunos elementos del marco y el entorno en el que estamos y su impacto en nuestra economía y su tejido empresarial, podemos obtener pistas sobre algunos elementos imprescindibles en este nuevo curso.

Septiembre es un momento perfecto para reflexionar sobre los deberes pendientes de las empresas

Las tensiones geopolíticas mundiales, con la guerra en Ucrania, la crisis en Gaza y su extensión en Oriente Medio, la tensión mundial entre China, Rusia y los EE.UU., con Europa buscando su papel y en plena estrategia de soberanía, afectan y afectarán a una economía catalana muy internacionalizada (llegando, según algunos informes, a superar el 55% de facturación de mercados no domésticos). En este mismo contexto, los movimientos de capitales y la inversión extranjera se ven afectados. Aunque a veces no solamente son una amenaza, sino que también pueden ser un espacio de oportunidad. Aun así, será necesario gestionarlo y definir estrategias a pesar de la incertidumbre.

 

Por otro lado, la transformación digital y la disrupción tecnológica, con elementos tan importantes como la revolución de la IA o también con amenazas como la ciberseguridad, o la misma tensión geopolítica que antes mencionábamos con impacto también en el mercado y en la estrategia tecnológica y en las políticas de innovación e investigación. Aunque Cataluña figura en diferentes informes como una economía altamente digitalizada, todavía nos quedan muchos deberes por hacer, y nuestro tejido empresarial debe dar un verdadero salto adelante, con una adopción masiva y radical, que implicará importantes ganancias en competitividad y en productividad. O, como ya hemos comentado en otros artículos, también nos quedan muchos deberes en políticas de innovación y transferencia tecnológica, o en la escalabilidad de nuestro ecosistema.

De igual manera, el cambio climático, las políticas de sostenibilidad y la transición energética son hoy elementos fundamentales en las estrategias nacionales, pero también, en un marco como el europeo con clara apuesta por la transición verde, importantes factores de gestión y competitividad empresarial. Cabe decir que nuestra economía y nuestras empresas están aún realmente lejos de este objetivo.

Para mí, hay otro factor relevante que es el talento en este contexto. También hemos hablado sobradamente en otros artículos. Generalmente, hay dos tendencias importantes: el envejecimiento de nuestra población y la fractura digital, y los cambios en los mercados laborales provocados por la disrupción tecnológica en la que vivimos. Por otro lado, tenemos falta de talento en muchos sectores, con importantes disfunciones entre oferta y demanda, con problemas de retención, y aunque a priori parece que somos un mercado de atracción, muchas veces no somos capaces de atraerlo, conectarlo y, por tanto, es muy volátil. Nos faltan tanto a escala general como empresarial fijar políticas y estrategias claras para actuar sobre estos aspectos y poder impactar positivamente en nuestra empresa.

El cambio climático, las políticas de sostenibilidad y la transición energética son hoy elementos fundamentales en las estrategias nacionales

En un entorno complejo como el que estamos describiendo, lleno de retos, oportunidades e incertidumbres, muchas veces a escala global, nos sería necesario avanzar en estrategias de colaboración, crear redes y alianzas, y construir ecosistemas competitivos que permitan a las empresas afrontar en mejores condiciones los mercados y los cambios y escenarios que hemos visto. Aquí también creo que nos faltan muchos deberes por hacer.

Y finalmente, seguramente también, desde una perspectiva más interna, nuestras empresas, ante todo lo anterior, necesitan avanzar con estructuras organizativas más flexibles y adaptables, con estructuras menos jerárquicas y más en red, con valores renovados y focalizados en las personas, con nuevos liderazgos conscientes.

Aunque de manera muy general y rápida tenemos una agenda y algunos elementos importantes de cara al inicio del nuevo curso y de cara a la planificación del 2025: internacionalización con la sombra de la tensión geopolítica, transformación digital, disrupción tecnológica, innovación, transición verde, talento con diferentes perspectivas (desde el envejecimiento, la fractura digital y los cambios de mercado laboral, la falta de talento, los desequilibrios entre oferta y demanda, y capacidad de atracción y retención), estrategias de colaboración, alianzas, gestión de redes y ecosistemas como un buen colchón ante la globalidad y la incertidumbre. Y finalmente, comenzar a repensar nuestras estructuras organizativas y sus valores.

Podemos tener la tentación de buscar referentes y modelos a trasplantar, tanto empresariales como nacionales, y los tenemos, pero creo que conocemos las tendencias, los factores clave, los elementos determinantes en nuestros mercados, las incertidumbres generales y las que nos afectan de lleno en nuestro sector y en nuestras empresas. Conocemos muy bien nuestra empresa porque somos competitivos, por tanto, y también he insistido en otros artículos, debemos encontrar nuestra propia fórmula, que responda a nuestro entorno y a nuestras realidades, capacidades y valores para hacer frente a los retos que hemos descrito.