Clínicas "abocadas al cierre" y olvidadas por la administración

La denegación de muchos ERTO y la carencia de EPIs reforzados suponen un golpe económico

La doctora Carmen Bosch en una imagen de archivo. | ACN La doctora Carmen Bosch en una imagen de archivo. | ACN

Los dentistas se sienten olvidados por la administración y aseguran que el estado de alarma y los diferentes decretos que ha impulsado el gobierno español deja el sector en el "limbo". El presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos (COEC), Antoni Gomez, explica que el sector vive en un "círculo vicioso sin salida" por la carencia de criterio a la hora de aceptar y denegar expedientes de regulación de ocupación (ERTO) y la carencia de material de protección que imposibilita que las clínicas puedan abrir para atender urgencias, como exige el estado de alarma. Gomez prevé que "si no se implementan medidas de ayuda, muchas de las 3.000 clínicas dentales que hay en Catalunya estarán abocadas al cierre".

Gómez: "si no se implementan medidas de ayuda, muchas de las 3.000 clínicas dentales que hay en Catalunya estarán abocadas al cierre"

Y es que las clínicas dentales no están obligadas a cerrar al tratarse de una actividad del sector sanitario y, por lo tanto, la tramitación de los ERTO no es automática. De hecho, del millar de expedientes que han presentado los dentistas, sólo el 54% han sido aprobados. Del resto, todavía hay en tramitación, pero uno de cada cuatro ya ha sido denegado en primera instancia.

"La aceptación tendría que ser automática y la administración nos lo tendría que poner más fácil", se lamenta Gomez, que recuerda que la carencia de material de protección obliga la mayoría de clínicas a cerrar. De hecho, el estado de alarma sólo permite que atiendan urgencias y la actividad ordinaria está toda suspendida.

Urgencias

"Atendemos las urgencias de manera telemática, haciendo prescripciones y conteniendo las situaciones de manera farmacológica", explica Gomez. Si la pandemia no remite, pero, estas urgencias acabarán requiriendo "tratamientos presenciales" que el sector ahora no puede asumir por la carencia de equipos de protección individual (EPI) reforzados.

Gomez recuerda que los dentistas son los profesionales "más expuestos" por las características de su trabajo: "Trabajamos con saliva, con una alta carga vírica, y a una distancia muy corta del paciente y durante un periodo de tiempo prolongado". El portavoz del sector dice que es "imprescindible" que dispongan de una protección que ahora mismo no está disponible en el mercado.

"Tiro de ahorros para mantener la clínica"

Uno de los casos que sufre la situación que describe el Colegio es el de la doctora Carmen Bosch, con clínica en el Masnou (Maresme). Bosch asegura que los ingresos se pararon en seco el 13 de marzo, después de una semana en la que el sector ya no trabajó a pleno rendimiento. "Hemos tenido que cerrar y hemos pasado a cero ingresos", se lamenta.

En este contexto, Bosch presentó un ERTO para las tres trabajadoras que tiene, pero el suyo es uno de los casos que ha sido denegado porque "no resulta acreditada la causa de fuerza mayor", a pesar de no disponer de los EPIS para poder trabajar. Ahora, la parada de la actividad y el mantenimiento de todos los gastos plantean un escenario complicado para pequeñas consultas como esta.

Bosch: "Hemos tenido que cerrar y hemos pasado a cero ingresos"

"Esto me supone tirar de los ahorros para mantener la clínica", explica. Bosch asegura que el negocio afronta una situación del todo incierta y no se descarta incluso el cierre definitivo: "Una cosa es que la economía no sea la de hace unos años, pero otra es que toda mi economía la tenga que destinar a aguantar la consulta".

De momento, el mes de marzo Bosch pudo pagar las correspondientes nóminas y todos los impuestos y gastos. Ahora espera poder recorrer la denegación de la ERTO y que la administración asuma la desesperando situación del sector para no tener que bajar definitivamente la persiana en las próximas semanas.

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