Todo el mundo tiene claro que innovar es necesario. Pero proteger sus resultados también. Esta es la idea básica del concepto de patente , un título que te reconoce el derecho en exclusiva de explotar una invención durante 20 años. Un proceso que las empresas catalanas pueden emprender en tres niveles diferentes: español, europeo y mundial. Conseguir una patente requiere un esfuerzo monetario y burocrático, a menudo muy pesado, que la Comisión Europea (CE) intenta simplificar a través de una patente unitaria. Hasta ahora, las patentes europeas (EPO) se tienen que validar en cada país. Con la unitaria esto se simplificará con un evidente ahorro de tiempo, dinero y seguridad jurídica. Según estimaciones de la misma CE, una empresa podrá proteger durante 10 años su tecnología por menos de 5.000 euros en un territorio potencial de 26 estados, hecho que ahora cuesta unos 30.000 euros. Cuál es el problema para las compañías catalanas? Que España no se quiere sumar porque la patente unitaria europea no contempla el castellano como lengua para tramitarla.
A punto de entrar en vigor
26 países de la UE (todos excepto España y Croacia) han acordado este sistema, que entrará en vigor cuatro meses después de que al menos 13 estados ratifiquen la creación de su tribunal ad hoc (Unified Patente Court). Y esto acaba de pasar. Este agosto Estonia y Lituania han sido el 13è y 14è sido a comunicar la ratificación. El último escollo porque se active la patente unitaria europea es que entre los estados ratificants haya los tres que más patentes soliciten (Francia, que ya lo ha hecho; Alemania y Reino Unido). En cualquier caso, fuentes de la Comisión Europea dan por hecho que la patente unitaria será una realidad los primeros meses del 2018. Así pues, las compañías catalanas que quieran acceder a esta patente cuando entre en vigor verán protegidas sus invenciones en todos los estados que lo admiten... Pero no en Cataluña ni en España.
"Los países donde se habla castellano apenas representan el 1% de solicitud de patentes mundial (PTC). No es defendible que tenga que ser lengua en la patente unitaria", opina Gian-Lluís Ribechini, presidente de la Comisión de Gestión Empresarial del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña. Lo hace en una mesa redonda organizada por el Colegio de Economistas con la voluntad de reivindicar la oportunidad que supondría para las pymes catalanas acceder plenamente a la patente unitaria europea.
"En la economía del conocimiento, patentar vuelve a ser el palo de pajar y lo tenemos que facilitar", señala el director de Estrategia e Inteligencia Competitiva de Acción, Josep Maria Gascón. "Las patentes españolas solicitadas por las empresas catalanas sufren un descenso ligero cada mes, pero aumentan las solicitudes de patentes europeas", añade para evidenciar la apertura al mercado continental de las compañías del país. Por Gascón, formar parte del alcance de la patente unitaria "no sólo es más barato, sino que también es un activo para atraer inversiones de alto valor añadido".
España no se quiere sumar porque la patente unitaria europea no contempla el castellano como lengua para tramitarla
En este contexto, el socio-director de Operaciones de Cabier Institute, Enric Batalla, expone que mientras Cataluña no pueda adherirse por sí suela al sistema de patente unitaria, sus pymes tendrán cuatro opciones para las futuras invenciones:
- Solicitar la patente unitaria en inglés. Sólo tendrá validez en los estados que la contemplan. Un tercero podría aprovechar en España la tecnología protegida.
- Solicitar la patente española. La protección se limitará en el Estado y un tercero la podría aprovechar libremente en el extranjero.
- Solicitar la patente española y la unitaria. Una opción que da protección general y representa redoblar los esfuerzos y los gastos.
- Solicitar una patente europea en inglés pidiendo su validación como patente unitaria y como patente española (con traducción al castellano); opción donde igualmente se duplican los costes.
Vale la pena patentar?
La patente protege el invento durante 20 años a cambio de hacerlo público y, así, estimular la innovación en el resto del mercado. "Las pymes cuando ven el procedimiento y los costes de las patentes normalmente se hacen atrás", lamenta Itziar Ruedas, abogada de Pimec. Muchas acaban optando por los modelos de utilidad, una herramienta de tramitación más corta y que ofrece una protección de 10 años.
Gascón: "Con la patente unitaria el proceso no sólo es más barato, sino que también es un activo para atraer inversiones de alto valor añadido"
"Ven la patente como un sistema demasiado caro y complejo. Pero además, muchas tampoco tienen claro qué es el que pueden patentar o proteger", destaca Ruedas. No va, el objeto de patente tiene que ser una novedad, ser fruto de una actividad inventiva y tiene que tener una aplicación industrial. "No todo se puede patentar", insiste Ruedas.
La patente la pueden solicitar personas físicas, jurídicas y entidades de derecho público. "Para la patente española hay que tener la nacionalidad, pero para la europea no hay que disponer de la de ninguna sido miembro", diferencia la abogada. "El procedimiento español es complejo y todo el que sea simplificarlo será una ayuda a la empresa", defiende con el ejemplo de alguna "empresa que hace todos los pasos y no sabe que tiene que pagar la tasa de concesión, perdiendo la patente".
Ruedas insiste que la protección de 20 años que ofrece la patente genera una "exclusividad que hace más competitiva la pyme". De este modo evita que un tercero que le haga competencia directa con su producto, "a veces lo acaban haciendo los mismos trabajadores de la pyme", advierte.
Ribechini: "Philips ha solicitado 10.000 patentes en cinco años y la primera catalana del ranking es Doctor Esteve con 17 en todo el 2016"
No sabemos patentar
Todo y la presencia de ejemplos exitosos en el desarrollo y gestión de patentes, como el de la catalana Fractus, "España es la quinta economía europea pero la 17a en el ranking de patentes por millón de habitantes", lamenta Ruedas; mientras apunta que Cataluña por sí sola seria 11.ª De hecho, a día de hoy el 35% de las solicitudes de patentes en España provienen de Cataluña (el 29% de pymes y particulares).
Todo ello, pero, esconde la evidencia que "no tenemos cultura de patentar", según la abogada. coincide Gian-Lluís Ribechini, evidenciándolo con el hecho que "en 2016 hubo más solicitudes de particulares que de empresas. Se piden 3.000 al año, pero sólo 1.000 son de empresas". De hecho, entre las 100 primeras empresas en Europa que piden más patentes no hay cabeza de española. "Philips ha solicitado 10.000 patentes en cinco años y la primera catalana del ranking es Doctor Esteve con 17 en todo el 2016", compara Ribechini.