
Hace veinte años, en 2005, la comunidad catalanoparlante hizo historia al conseguir el primer dominio representativo de una comunidad cultural y lingüística reconocido por la ICANN, la organización encargada de gestionar los dominios en Internet. El nacimiento del .cat supuso un hito global: por primera vez, una lengua y una cultura —al margen de un estado— obtenían voz propia en Internet.
Una historia de liderazgo
El .cat fue pionero y abrió el camino para que otras comunidades lingüísticas y culturales de todo el mundo pudieran tener un espacio digital propio. El apoyo e impulso de más de 98 entidades, 2.615 empresas y 65.468 personas de todos los territorios de habla catalana de todo el mundo, no solo del Principado, el País Valenciano, las Islas, la Franja, Andorra, la Catalunya del Norte o Alguer, fueron clave también para la aprobación de la creación del dominio .cat.
El .cat en cifras
Aunque la industria de los dominios compite hoy con otras formas de tener presencia digital, el .cat mantiene una trayectoria de estabilidad y crecimiento con más de 113.000 dominios activos y una tasa de renovación del 87%, lo que demuestra un muy buen estado de salud y una adhesión social muy alta.
El .cat se ha consolidado como una infraestructura esencial para la lengua y la cultura catalanas. A su vez, ha sido un catalizador para proyectos tecnológicos, culturales y empresariales que quieren identificarse con la comunidad catalanoparlante y proyectarse al mundo con una identidad propia.
El .cat abrió camino e inspiró a otras comunidades a crear también dominios relacionados con una cultura y una lengua
El .cat abrió camino e inspiró a otras comunidades a crear también dominios relacionados con una cultura y una lengua. Son ejemplo de ello el .gal (Galicia) o el .eus (Euskadi), que, a pesar de ser extensiones más pequeñas en volumen, tienen una tasa de crecimiento sólida.
Un futuro con nuevos objetivos
En el contexto digital de 2025, el .cat es una pieza estratégica ante los retos de la inteligencia artificial, la concentración del mercado de dominios y la necesidad de garantizar la ciberseguridad. La extensión se proyecta no solo como símbolo visible, sino como infraestructura que asegura que el conocimiento y los contenidos en catalán sean encontrados, reconocidos y valorados por personas y algoritmos. Más allá de haberse convertido en un símbolo identitario, el dominio .cat encara el futuro sumando nuevos retos y utilidades para sus usuarios.
Un aniversario con mirada global
Este 20º aniversario llega en un momento de renovación: el dominio .cat, gestionado por Accent Obert (antes Fundació .cat), refuerza su vocación de trabajar localmente con la comunidad catalanoparlante y, a su vez, participar activamente en los grandes debates globales sobre multilingüismo, derechos digitales y gobernanza de Internet.
“Veinte años después, el .cat no es solo un dominio, es la voz digital de nuestra comunidad. Celebramos la trayectoria realizada y nos preparamos para continuar garantizando que el catalán tenga un espacio propio y reconocido en la red, también en la era de la inteligencia artificial”, ha declarado Genís Roca, presidente de Accent Obert.