El hombre que invirtió el primer dólar a Starbucks

Neal Dempsey, experto en capital riesgo e inversor de la empresa norteamericana, visita Barcelona

Hace unos días en Barcelona hubo inversores, emprendedores y firmas de capital riesgo que pagaron 1.550 euros para participar en un acontecimiento internacional, exclusivo y eminentemente anglosajón, denominado White Hierve. Entre los ponentes había Neal Dempsey, un norteamericano, hiperactiu y sarcástico, que supera los 70 años, inversor inicial de la multinacional Starbucks.

La iniciativa británica reunió en un hotel de cinco estrellas con vistas a la capital catalana hombres y alguna mujer venidos de 25 países en busca de inversores y de inversiones. Se veían emprendedores que presentaban su proyecto para hacer el salto definitivo e inversores que se han hecho ricos en esto del capital riesgo, como es el caso de Dempsey, a quién todo el mundo escucha con atención.

El aroma del éxito
Dempsey se ha hecho rico trabajando en el capital riesgo de tecnología, pero demostró su buena vista siendo inversor inicial justo porque Starbucks dejara de ser una pequeña cadena norteña-oeste de los Estados Unidos y empezara la expansión para ser la multinacional del café. Confía en la voz, en la pasión y las emociones de quienes lideran las empresas nacientes: "La actitud de los emprendedores es básica", destaca en una conversación con VIAempresa.

Cuando habla de actitud, retrocede al día en qué conoció un empresario con una pequeña empresa de café, con diferentes establecimientos abiertos y un par de ellos con riesgo de cerrar. Era Starbucks. "Tanto me era que fuera un simple café, era muy emocional", recuerda. Porque admite que el café de Starbucks simple es, pero ha sabido revolucionar la manera social de consumirlo.

La receta Starbucks
Los clientes convertían el café tromba de agua en largas combinaciones de ingredientes, en parada obligada para decorarlo con azúcares y sirops, y en conversaciones de sofá. "Aquello tenía que triunfar", explica. La empresa de inversiones donde trabaja, Bay Partners, no lo vio claro. Él sí. Puso dinero de su bolsillo y ahora aplaude que Starbucks sea en todas partes y atraiga a todo dios. Dice que ha llegado a ser un lugar donde la gente decide a quien despedirá a su empresa y a quien contratará.

Ahora Starbucks es McDonald's del café y la CNN de las bebidas sin alcohol. Son 17.800 pequeñas embajadas de Occidente y de la globalización a 49 países del mundo. Nacida en Seattle, en un pequeño local que hoy en día recibe colas de turistas en busca de souvenirs, Dempsey vio a una empresa con personalidad.

Un objetivo progresivo
"Se tiene que detectar no sólo como los emprendedores piensan sobre su empresa, también como enfocan la vida". Y argumenta: "Es importante saber si se mantendrán fuertes en caso de quiebra porque las start-up van arriba y abajo. La gente emprendedora tiene que ser capaz de afrontar caídas severas y también fuertes progresiones".

Habla con la superioridad de quien trae décadas en el capital riesgo y se ha hecho rico en esto. "Me hago una idea de cómo es el empresario en función de las preguntas que le hago y de las experiencias que otras me explican sobre él". Según Forbes, Dempsey es el septuagésimo inversor de riesgo del mundo y su capital invertido supera los 2.000 millones de dólares.

A los emprendedores los recomienda que escuchen mucho, especialmente a los clientes, a los inversores y a la plantilla: "Si no escuchas, no podrás llegar alto". Y de hecho, cree que a las empresas nacientes la comunicación es clave. "Mucha gente no pasa suficiente tiempo con los equipos de marketing, de inversión... y no captan la realidad del producto".

A la vez, pero, pide personalidad propia. "El consejo de administración no está al día a día de la empresa, pero se cruzan unos genios que lo saben todo. Hay que escuchar sus consejos. Si están bien, adelante. Si no, los mujeres las gracias pero los dices que no los seguirás". El americano de éxito, como Dempsey, saca pecho cuando hace negocios.

Por cierto, que al inversor americano, no le asusta mucho la crisis en España. "Hay proyectos de calidad y entusiasmo. Pero sobre todo... el emprendedor español no sólo venderá el producto en España!", exclama. Admite, pero, que conoce la Barcelona que se ve desde el hotel y el taxi. "Realmente no he podido detectar con mi experiencia que hay crisis, pero sé que es una situación dura".
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