Elisava, la cuna del diseño en Catalunya

Desde Elisava han surgido algunos de los máximos exponentes del diseño internacional y han nacido proyectos para empresas cómo Grifols o Adidas

Elisava nació el 1961 y fue la primera escuela de diseño a y Catalunya España | Cedida Elisava nació el 1961 y fue la primera escuela de diseño a y Catalunya España | Cedida

Elisava, Escola Universitària de Disseny i Enginyeria de Barcelona, ha acontecido un referente en el mundo del diseño y Catalunya se ha situado en el mapa europeo. Fundada el 1961 cómo la primera escuela de diseño en todo el Estado, más de 17.000 alumnos han pasado por sus aulas y han impregnado la sociedad del ADN de Elisava. Entre sus estudiantes hay referentes mundiales que han cambiado las reglas de ámbitos cómo la automoción, la gastronomía o el mobiliario urbano.

Cupra, sin ir más lejos, sale de la mente de un exalumno de la escuela, Alejandro Mesonero-Romanos Aguilar, que actualmente es responsable de diseño de Alfa Romeo. Y Elisava también ha participado de proyectos internacionales, cómo puede ser el Zero to  infinity, una iniciativa para impulsar el turismo espacial.

Una escuela pionera en todos los sentidos

Elisava no solo fue pionera por ser la primera escuela de diseño. Lo fue, especialmente, por su modelo. El proyecto nace del Centro de Influencia Católica Femenina y fue fundada por Maria Rosa Farrés Escuet. Durante los primeros cinco o seis años, era solo para mujeres. "Estábamos inmersos en una Dictadura. Y se creó una escuela de diseño que estaba dirigida por una mujer y era para mujeres. Fue totalmente disruptivo", destaca Javier Peña, actual director general y científico de Elisava.

El objetivo era ofrecer formación a mujeres catalanas, que a menudo tenían mucho más complicado acceder a la universidad por la mentalidad de la época. Era una oportunidad para que accedieran en el mundo académico.

El 1995 se adhirió a la Universitat Pompeu Fabra, consiguiendo así los primeros estudios universitarios reglados de ingeniería y arquitectura técnica. Y, el 2020, se convirtió en centro adscrito en la Universidad de Vic, hecho que le ha dado categoría de universidad: "Te permite interactuar de tú a tú con Europa i el Ministerio".

Un viaje en autobús por Europa

Cuando nació Elisava, la concepción del diseño era residual en Catalunya: "Era totalmente desconocido". La industria y la sociedad en general no percibían este concepto cómo un elemento transformador y fundamental para su actividad, a pesar de que algunas empresas apostaron desde el inicio. Las influencias llegaban de Estados Unidos y del norte de Europa, que los diseñadores catalanes de la época tomaban como referencia para autoformarse.

Los impulsores de la escuela tenían claro sus referentes. "Cogieron un autobús e hicieron un viaje en el centro y norte de Europa para visitar las principales escuelas y ver qué significaba el diseño y el concepto Bauhaus", explica Peña. Con estas ideas aprendidas, volvieron a Barcelona para poner en marcha Elisava, una iniciativa totalmente pionera.

De Elisava en el mundo

Uno de los momentos que explica la importancia de Elisava en el mundo del diseño fue el 1984, cuando un grupo de profesores y exalumnos crearon Transatlantic, un proyecto de diseño experimental que tuvo un eco internacional. Duró unos cinco años, pero sus proyectos se pudieron ver en exposiciones y espacios de Brasil, Dinamarca, Japón o Italia.

Javier Peña: "Elisava ha tenido un impacto real clarísimo en la sociedad y lo continúa teniendo"

"Se consideran obras referentes del movimiento experimental, que salió de Elisava", señala el actual director general. Un ejemplo es el taburete frenesí, creado por el grafista Luciera Morillas y los diseñadores industriales Ramon Benedito y Josep Monte. Una auténtica revolución de los taburetes, mucho más cómodo, dejando atrás el asiento redondo y apostando por el bienestar y la comodidad. Un éxito mundial.

Dos años más tarde, el 1986, Elisava creó la primera revista de diseño en España, Temas de Diseño, todavía viva actualmente. "Ahora se está trabajando para que se considere una revista científica", indica Peña.

La importancia de Elisava

Estos dos hechos son solo dos ejemplos de la importancia que ha tenido Elisava por el diseño. Una realidad que se constata con la nómina de profesionales que se han formado en sus aulas. "Elisava ha tenido un impacto real clarísimo en la sociedad y lo continúa teniendo", sentencia su director general.

Alejandro Mesonero-Romanos Aguilar, pieza clave en el diseño de Seat y Cupra que actualmente está al frente de la renovación de los Alfa Romeo. Martí Guixé, referente mundial del food design, tendencia a la alza que busca relacionar los conceptos del diseño y la gastronomía para entender de qué manera se tiene que nutrir todo el planeta. Ramon Benedito, Premio Nacional del Diseño que ha tenido un impacto trascendente en la industria, el mobiliario urbano y creadores del diseño de los cajeros automáticos de CaixaBank. Isabel López, pieza clave en el diseño de interiores y responsable de proyectos cómo en el Celler de Can Roca o el Hotel Artes.

Son solo algunos de los nombres que ponen de relieve la magnitud de Elisava en el mundo del diseño. Unos nombres a los cuales se les tiene que añadir las empresas con quienes colabora la escuela en diferentes proyectos.

De Adidas a Grifols

Una de las patas imprescindibles de Elisava es la innovación. Fue el 2016 cuando la escuela impulsó su propio programa de investigación, con la voluntad de crear conocimiento y transferirlo a la sociedad y a la empresa y poder optar a liderar proyectos competitivos europeos. "La innovación y mirar más allá es el ADN de Elisava", destaca Javier Peña. De hecho, actualmente lideran 3 proyectos europeos vinculados al diseño.

Además, uno de los objetivos es ser cerca del mundo empresarial e industrial, trabajando plegados para transformar la sociedad a partir del diseño. Roca, Puig, Grifols, Nutrexpa, Seat o Adidas son solo algunas de las empresas con las cuales han trabajado. De hecho, cada año afrontan proyectos de 70 empresas, además de enviar 300 alumnos a compañías para hacer prácticas. La esencia de Elisava está en todos los rincones.

Javier Peña: "Tenemos que mostrar el potencial de la escuela y de qué manera podemos aportar valor"

Nuestro objetivo es dar la mejor calidad a la formación de los estudiantes. Y no se hace estando ocho horas en el edificio, sino teniendo relaciones con las mejores escuelas de diseño del mundo y ofrecer la posibilidad de interactuar con las empresas punteras desde el primer día", resume Peña, que añade: "Tenemos que mostrar el potencial de la escuela y de qué manera podemos aportar valor".

Y Elisava también ha tomado parte de algunos proyectos pioneros a nivel mundial. Hoy en día, están colaborando con la empresa californiana Hyperloop, que está trabajando en el primer tren que levita y circula a velocidades altísimas. Desde la escuela están haciendo el diseño interior y planteando el concepto de espacio, sostenibilidad y bienestar. Y también trabajaron con el proyecto Zero to infinity, de turismo espacial para ver la curvatura de la Tierra.

Barcelona, capital del diseño

Elisava ofrece dos grados actualmente: el Grado Universitario en Diseño y el Grado Universitario en Ingeniería de Diseño Industrial. En estos cursos, más del 90% de los alumnos son catalanes. Pero también disponen de una gran cantidad de másteres y formaciones, donde el 70% de los estudiantes son de fuera de España.

"Escogen Elisava por el impacto en el mundo de la industria. Nuestros programas son profesionalizadores, están enfocados a la profesión y el estudiante nos ve cómo una escuela donde adquirir unas competencias e impactar a la industria internacional de manera real", destaca Peña. Además, la tarea de embajadores de muchos exalumnes repartidos por el mundo es fundamental para atraer nuevos estudiantes.

Javier Peña: "Tener una experiencia en Elisava y Barcelona es muy atractivo para estudiantes de todo el mundo"

Pero otro factor diferencial es Barcelona: "Tener una experiencia en Elisava y Barcelona es muy atractivo por estudiantes de todo el mundo". El director general destaca que "hasta ahora" la capital catalana ha sido una ciudad de diseño.

Pero remarca el hasta ahora entre comillas: "Lo continuamos siendo, pero como ciudad y país tenemos que seguir trabajando mucho para que no se pierda y Barcelona se continúe posicionando como referente en este ámbito". Para Javier Peña, este atributo se está perdiendo y reclama a las administraciones, principalmente el Ayuntamiento y la Generalitat, que apuesten decididamente por mantenerlo.

Ahora que se habla tanto de la industria digital o de los videojuegos, Peña recuerda que el crecimiento de este sector a Barcelona está estrechamente ligado al diseño, parte indispensable en este mundo.

Elisava, dibujando el futuro

El mundo se está transformando a velocidades vertiginosas. Las nuevas tecnologías que van apareciendo están cambiando los paradigmas, así como los retos que se presentan, cómo la emergencia climática. Y el diseño tiene un papel fundamental: "Tiene la capacidad de prefigurar el futuro. Entendiendo el que ha pasado y trabajando en el presente, podemos prefigurar el futuro porque sea más saludable".

"Hace pocos años, cuando planteábamos un proyecto, el centro de todo era el ser humano, es el coro del diseño. Ahora tenemos claro que el centro puede ser al agua del mediterráneo o la sardina que está viviendo feliz en el Cantábrico. Cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos en mayúsculas del planeta. Hablamos del bienestar del planeta. Nosotros tenemos capacidad por prefigurar este futuro, este es el impacto del diseño", reflexiona Javier Peña.

Hoy Destacamos
Lo más leido