Frigoríficos Ferrer prevé cerrar el ejercicio de 2024, el año en que la compañía vigatana llega a su centenario, con una facturación de 150 millones de euros. De la parada de pescado en la calle de la Ramada de Vic de los años 20, se ha pasado en cien años a una empresa referente en distribución de pescado fresco y alimentación congelada a escala de toda Catalunya. Desde junio, Juli Ferrer, cuarta generación, está al frente de la compañía. Ferrer ha explicado a la ACN que el objetivo a corto plazo es centrarse en hacer crecer los nuevos mercados que han abierto en Madrid y Valencia y ampliar las instalaciones en Catalunya, con una nueva plataforma de congelados que implicará una inversión de ocho millones. La compañía también hará una apuesta por la digitalización.
Manela Fargas y Julià Ferrer abrieron la pescadería Ca la Manela en los años 50 en la calle de los Argenters de Vic, después de regentar durante muchos años una parada de pescado en la calle de la Ramada de Vic. La actividad en Ca la Manela fue creciendo y en los años 70 abrieron el primer almacén con cámara de congelados. Esa década obtuvieron la exclusividad de Pescanova y Frigo en Osona y en el Ripollès. En los 90 y 2000, la empresa fue creciendo hasta que en 2010 compraron una nave en Mercabarna.
De la parada de pescado en la calle de la Ramada de Vic de los años 20, se ha pasado en cien años a una empresa referente en distribución de pescado fresco y alimentación congelada a escala de toda Catalunya
Julià Ferrer ha explicado que cuando él empezó "tenía mucho interés en que la empresa creciera para poder comprar en origen". En esos momentos no tenían suficiente volumen, pero esto ha cambiado sustancialmente. "Ahora ya hace unos cuantos años que tenemos capacidad para llevar producto de todo el mundo", ha señalado. En Vic tienen la plataforma más importante de pescado congelado, y en Mercabarna se centran en el pescado fresco. Desde las plataformas, luego sale a los almacenes que tienen en Figueres, Lleida o Tarragona, en el caso de Cataluña, pero llegan a clientes del sur de Francia o Zaragoza.
Cambio en el perfil del cliente
Julià Ferrer recuerda que el perfil del cliente que tenían cuando comenzó hace 40 años no tiene nada que ver con ahora. Entonces vendían a restaurantes de los alrededores y pescaderías. "Aquí venían pescaderías de toda la comarca, incluso de fuera, y hacían como un segundo mercado", ha explicado. Ahora, sin embargo, quedan pocas pescaderías, y también se vende a cadenas de restauración, cadenas de supermercados o a clientes que se han agrupado. "La negociación, el trato o la forma de servir no tienen nada que ver", ha puntualizado Ferrer. Por ejemplo, ahora desde la hostelería ya piden casi los pescados "para poner a la plancha". "Hacemos trajes a medida", ha señalado. El mercado ha cambiado y no les ha quedado más remedio que "adaptarse", ha concluido el presidente del grupo.
Ampliación del almacén de Vic
Desde hace unos años, la central en Catalunya, que es el almacén que tienen en Vic y que actualmente dispone de espacio para 5,000 palets de almacenamiento, "ya no es suficiente". El objetivo es duplicar esta capacidad. Pero no solo la capacidad, apunta Ferrer, sino que la ampliación también permitirá mejorar las expediciones o la preparación de los pedidos diarios. En estos momentos, la compañía se encuentra en un proceso para elegir los terrenos más idóneos, pero la intención es ubicar el nuevo almacén en Osona. La inversión se moverá entre los ocho y los diez millones de euros.