Escarré, más de 30 años transformando la industria textil

Escarré nació el 1990 para dar soluciones de automatización a las fábricas textiles

Escarré participa en las ferias internacionales del sector textil | Cedida Escarré participa en las ferias internacionales del sector textil | Cedida

Escarré Automatización y Servicios nació el 1990 con la voluntad de colaborar en la automatización de la industria textil catalana y española. Su impulsor fue Agustí Escarré, que había trabajado en empresas italianas y alemanas dedicadas al control de empresas textiles. "Pensaba que se tenía que crear una empresa en España dedicada al servicio al cliente, sobre todo porque las necesidades eran cada vez más grandes en la automatización. Aquel momento era efervescente, no se podía dejar perder", explica.

Fue en los años 90 cuando empezaron a llegar al mercado industrial los primeros microprocesadores. Y el sector textil fue de los primeros a introducirlos en su maquinaria. Un ámbito que, desde la revolución industrial, ha sido pionero en la transformación de la industria, adoptando cada vez las nuevas tecnologías.

Creadores de tecnología

En una primera etapa, Escarré importaba productos de otros países y los distribuía en fábricas del Estado . Pero, cambiaron rápidamente: "No teníamos bastante con lo que estábamos importando y desarrollamos nuestros productos con una filosofía mucho más abierta". Del hardware al software, todo ello desde su sede central en Barcelona . Sus ámbitos de especialización eran el tinte y los acabados.

Pero no fue fácil: "Fue un gran cambio, nadie creía en nosotros y lo conseguimos, fuimos pioneros".

Escarré: "Fuimos rápidamente líderes en España"

En poco tiempo, ya dominaban el mercado: "La clave del crecimiento fue la especialización y el servicio. No había un nivel de especialización de este tipo y que pudiera invertir mucho en gente con capacidad y en el servicio. Fuimos rápidamente líderes en España".

El hecho de desplegar sus propios productos, les permitía pensar únicamente en las necesidades del cliente. "Nuestro pensamiento era muy técnico, más que informático", resume Escarré. Soluciones a medida para cada fabricante para automatizar sus procesos de fabricación.

Escarré: "La eficiencia es básica"

El objetivo final de esta transformación es siempre la eficiencia. "La eficiencia es básica", enfatiza Escarré. Esto se obtiene a través del control de cada proceso, obteniendo los datos fundamentales para sacar el máximo rendimiento y evitar pérdidas. Otro pilar de la automatización es la trazabilidad, poder saber el recorrido de cada tejido y la huella que deja.

Además, hay que apuntar que las grandes marcas de moda cómo Inditex y Mango, clientes principales de la mayoría de empresas textiles catalanas, empujan en este sentido y exigen a sus proveedores de disponer de datos y la trazabilidad. "Si quieren trabajar con marcas tractoras, necesitan estos indicadores y saber, por ejemplo, cuántos litros de agua gastan por cada kilo de tejido", explica Escarré, que añade: "La única forma es tener la máquina automatizada y todos los controles".

La crisis de la globalización

A principios del 2000, el sector textil sufrió una grave crisis a raíz de la globalización. Muchas marcas dejaron de comprar en Catalunya y empezaron a importar tejido de Asia, a un coste mucho más menor. La consecuencia es que empezaron a invertir cada vez menos en transformación digital y muchas fábricas cerraron. La situación de Escarré era también delicada.

Por eso, decidieron abrir nuevos mercados y el 2006 decidieron implantarse a Brasil , con una sede y una fábrica. A pesar de que los inicios no fueron fáciles, porque era un mercado muy cerrado, el éxito llegó: "Ha conseguido ser un gran país con un gran futuro. Ha sido nuestra punta de salvación".

Y después llegaron Perú, Argentina, Colombia, México y Ecuador. Hasta llegar a la actualidad, donde más del 70 % de su facturación viene de Latinoamérica. Entre sus clientes del continente, hay gigantes cómo Vicunha y Manufacturas Eliot.

La industria 4.0

Escarré empezó con la automatización de las fábricas y, con los años, apareció ya la revolución 4.0. Las bases de datos, el trabajo en nube o los sistemas ERP se han convertido en imprescindibles para las empresas. "Nos hemos continuado especializando para poder monitorar y controlar todo el proceso, desde que entra un hilo hasta que sale un tejido. Nuestra especialidad ha ido creciendo hasta que estamos en una aplicación muy potente", destaca el fundador.

Escarré: "Soy optimista con el futuro del sector en Catalunya"

"La única forma de subsistir es controlar los costes y tener unos indicadores para controlarlo", señala sobre las necesidades del textil. En este sentido, cree que los empresarios ven esta necesidad y todos quieren apostar. La crisis de los 2000 los hizo acumular años de retraso en la digitalización, pero ahora es un camino imprescindible. Y es que en un ámbito donde los márgenes son cada vez más pequeños, con las grandes marcas apretando constantemente, se tiene que controlar hasta el último céntimo.

Y tienen que volver a ser líderes en innovación, cómo ya lo fueron en la revolución industrial y las máquinas de vapor. "Soy optimista con el futuro del sector en Catalunya", sentencia

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