A veces la diferencia se encuentra en los pequeños detalles. Se han preguntado nunca quién hace las etiquetas de Codorníu , Freixenet o Torres? Las grandes bodegas del Penedès, además de prácticamente la totalidad de los pequeños y medios, confían esta tarea a Gráficas Varias. La empresa, nacida el 1918 en Sant Sadurní d'Anoia, se acerca a su centenario en un buen estado de salud. Con una facturación superior a los 10 millones de euros, el trabajo de su centenar de trabajadores se traduce en unos 650 millones de etiquetas producidas cada año.
Josep Varias Limpiadera dirige la compañía desde el 2006, cogiendo el relevo después de la muerte de su padre, Josep Varias Sardà. Quién fundó la empresa, pero, fue otro Josep Varias, en este caso Bou de segundo apellido. "Entonces era una pequeña empresa del pueblo que hacía tarjetas y etiquetas por los sacos de harina, catálogos, folletines y un poco de todo", recuerda su nieto. "Se llegaron a hacer ediciones de libros por editoriales de Barcelona, como la Barcino. Pero hacia los años 30 se empezó el etiquetado focalizado en botellas de vinos, cavas y licores", explica a VÍA Emprendida.
La focalización en este ámbito fue fruto de la misma evolución del pueblo. "Estamos en Sant Sadurní d'Anoia, al epicentro del cava. Tener la ubicación al corazón de esta región hizo que empezáramos a trabajar de forma natural con empresas del sector del cava", dice el actual gerente de la compañía. A partir de aquí esta especialización fue cogiendo más importancia hasta decidir que se quedarían en este mundo. "El 90-95% del que hacemos son etiquetas de vinos, cavas y licores", insiste Varias.
El año 1989 cerraron el antiguo taller del centro del pueblo y se trasladaron a la ubicación actual al polígono industrial. "Fue un momento de cambio importante al introducir la etiqueta autoadhesiva", recuerda Josep Varias. Así como antes todo era etiqueta tradicional, destaca que "hoy sólo un 30% del que producimos es de este tipo, un 70% ya es etiqueta autoadhesiva".
Etiquetando más allá del Penedès
Por supuesto, el crecimiento natural de Gráficas Varias se produjo con empresas del Penedès. "Codorníu, Freixenet y Torres son los más grandes, pero también trabajamos con muchos más de medios y pequeños, prácticamente con la totalidad de los que hay por aquí: Llopart, Torelló, Recaredo, etc", enumera Josep Varias.
Fuera del Penedès, también producen las etiquetas de buena parte de las bodegas del Priorato, el Montsant y otras zonas de Cataluña. Fuera de nuestro país, Varias explica que "tenemos pequeños productores de la zona del sur de Francia donde destaca Cointreau". En la Rioja también empiezan a tener una implantación bastante importante, con la adquisición de una empresa del sector.
"También trabajamos por clientes otras zonas de España como Osborne. Y fuera de Europa, un mercado importante es lo de los rones en Cuba", asegura el actual propietario de la compañía.
La experiencia para superar la competencia
Varias reconoce que "competencia hay. Con las etiquetas autoadhesives es más fácil poder llegar a unos acabados muy buenos, y es fácil que la competencia se pueda poner a tu altura". Ahora bien, reivindica que el que los ha diferenciado siempre ha sido la especialización en el sector de vinos, cavas y licores. "Hay muy pocas empresas, o casi ninguno, que se dediquen exclusivamente a este mercado. Tan especializados como nosotros no creo que haya nadie", asegura.
Este aspecto, muy valorado por los clientes que los mantienen fidelidad, es el que siempre han intentado potenciar. Hacerlo los ha exigido "una reinversión continua en maquinaria y nuevas tecnologías para estar al frente de todo el que se pueda ofrecer a nuestros clientes porque su etiqueta sea algo más diferente que la de los otros", afirma.
Empresa familiar singular
A pesar de ser una empresa familiar, Gráficas Varias tiene la característica de contar sólo con una persona de la familia. "A pesar de que la propiedad se ha ido repartiendo dentro de la familia, en la dirección siempre ha habido sólo una sola persona. Mi abuelo determinó que fuera así, mi padre también lo siguió y de momento yo también. Aquí no hay hermanos ni primos", explica Josep Varias.
"No quiero que haya aquí toda la familia involucrada, entre otras cosas, porque también es una seguridad en el supuesto de que no funcione", añade el que actualmente es el único propietario. Varias reconoce que todavía no sabe si optará para hacer un protocolo familiar para encarar la futura sucesión, pero tiene claro que "si se queda alguien más de la familia aparte de quien dirija, no estará a nivel de dirección porque no haya conflictos".
El carácter familiar, además, permite que la empresa tenga "un carácter diferente que otras empresas con un gerente que no tiene nada que ver con la propiedad". Según el actual propietario, "nosotros siempre hemos intentado que la compañía sea como una familia. Te lo sientes mucho tuyo e intentas impregnar tu ADN en todo el funcionamiento de la empresa. Creo que es positivo y te da un poco de diferenciación".
Reivindicar el pasado para garantizar el futuro
A menos de tres años de celebrar el centenario, Varias explica que "prevemos montar algo tanto por clientes como por proveedores. Llegar a los 100 años es un hito bastante importando cómo para darle una cierta relevancia". Todavía hay tiempo para acabar de perfilar y concretar la celebración, pero asegura que "es un orgullo llegar, y más en un periodo de crisis tan intensa donde las cosas han podido salir adelante y hemos seguido creciente".
Un crecimiento que no hará variar la política de la compañía, que "seguirá siendo la misma en cuanto a la especialización del sector". Esto no quiere decir que no estén atentos a las innovaciones necesarias, como los sleeves o fundas táctiles que empiezan a ser importantes en botellas de cava. "Está entrando al mundo de los cavas. Los vinos quizás son más reticentes, pero acabarán entrante. Ya tocamos este producto desde hace tres años, pero lo iremos incrementando", explica Varias.
Recientemente la empresa también ha renovado la imagen corporativa, que tenía más de 50 años, así como sus oficinas. "Queremos hacer reinversiones en maquinaria e ir renovando la más antigua", explica mientras asegura que este año y el que viene tienen unos planes de inversión más importantes del habitual. "Cada año la inversión se mueve entre 700.000 y 1,4 millones de euros. En esta ocasión estamos más que doblando todas las inversiones previstas para afrontar el futuro con más tranquilidad", concluye.
Josep Varias Limpiadera dirige la compañía desde el 2006, cogiendo el relevo después de la muerte de su padre, Josep Varias Sardà. Quién fundó la empresa, pero, fue otro Josep Varias, en este caso Bou de segundo apellido. "Entonces era una pequeña empresa del pueblo que hacía tarjetas y etiquetas por los sacos de harina, catálogos, folletines y un poco de todo", recuerda su nieto. "Se llegaron a hacer ediciones de libros por editoriales de Barcelona, como la Barcino. Pero hacia los años 30 se empezó el etiquetado focalizado en botellas de vinos, cavas y licores", explica a VÍA Emprendida.
La focalización en este ámbito fue fruto de la misma evolución del pueblo. "Estamos en Sant Sadurní d'Anoia, al epicentro del cava. Tener la ubicación al corazón de esta región hizo que empezáramos a trabajar de forma natural con empresas del sector del cava", dice el actual gerente de la compañía. A partir de aquí esta especialización fue cogiendo más importancia hasta decidir que se quedarían en este mundo. "El 90-95% del que hacemos son etiquetas de vinos, cavas y licores", insiste Varias.
El año 1989 cerraron el antiguo taller del centro del pueblo y se trasladaron a la ubicación actual al polígono industrial. "Fue un momento de cambio importante al introducir la etiqueta autoadhesiva", recuerda Josep Varias. Así como antes todo era etiqueta tradicional, destaca que "hoy sólo un 30% del que producimos es de este tipo, un 70% ya es etiqueta autoadhesiva".
Etiquetando más allá del Penedès
Por supuesto, el crecimiento natural de Gráficas Varias se produjo con empresas del Penedès. "Codorníu, Freixenet y Torres son los más grandes, pero también trabajamos con muchos más de medios y pequeños, prácticamente con la totalidad de los que hay por aquí: Llopart, Torelló, Recaredo, etc", enumera Josep Varias.
Fuera del Penedès, también producen las etiquetas de buena parte de las bodegas del Priorato, el Montsant y otras zonas de Cataluña. Fuera de nuestro país, Varias explica que "tenemos pequeños productores de la zona del sur de Francia donde destaca Cointreau". En la Rioja también empiezan a tener una implantación bastante importante, con la adquisición de una empresa del sector.
"También trabajamos por clientes otras zonas de España como Osborne. Y fuera de Europa, un mercado importante es lo de los rones en Cuba", asegura el actual propietario de la compañía.
La experiencia para superar la competencia
Varias reconoce que "competencia hay. Con las etiquetas autoadhesives es más fácil poder llegar a unos acabados muy buenos, y es fácil que la competencia se pueda poner a tu altura". Ahora bien, reivindica que el que los ha diferenciado siempre ha sido la especialización en el sector de vinos, cavas y licores. "Hay muy pocas empresas, o casi ninguno, que se dediquen exclusivamente a este mercado. Tan especializados como nosotros no creo que haya nadie", asegura.
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| Una imagen de la planta de producción de Gráficas Varias |
Este aspecto, muy valorado por los clientes que los mantienen fidelidad, es el que siempre han intentado potenciar. Hacerlo los ha exigido "una reinversión continua en maquinaria y nuevas tecnologías para estar al frente de todo el que se pueda ofrecer a nuestros clientes porque su etiqueta sea algo más diferente que la de los otros", afirma.
Empresa familiar singular
A pesar de ser una empresa familiar, Gráficas Varias tiene la característica de contar sólo con una persona de la familia. "A pesar de que la propiedad se ha ido repartiendo dentro de la familia, en la dirección siempre ha habido sólo una sola persona. Mi abuelo determinó que fuera así, mi padre también lo siguió y de momento yo también. Aquí no hay hermanos ni primos", explica Josep Varias.
"No quiero que haya aquí toda la familia involucrada, entre otras cosas, porque también es una seguridad en el supuesto de que no funcione", añade el que actualmente es el único propietario. Varias reconoce que todavía no sabe si optará para hacer un protocolo familiar para encarar la futura sucesión, pero tiene claro que "si se queda alguien más de la familia aparte de quien dirija, no estará a nivel de dirección porque no haya conflictos".
El carácter familiar, además, permite que la empresa tenga "un carácter diferente que otras empresas con un gerente que no tiene nada que ver con la propiedad". Según el actual propietario, "nosotros siempre hemos intentado que la compañía sea como una familia. Te lo sientes mucho tuyo e intentas impregnar tu ADN en todo el funcionamiento de la empresa. Creo que es positivo y te da un poco de diferenciación".
Reivindicar el pasado para garantizar el futuro
A menos de tres años de celebrar el centenario, Varias explica que "prevemos montar algo tanto por clientes como por proveedores. Llegar a los 100 años es un hito bastante importando cómo para darle una cierta relevancia". Todavía hay tiempo para acabar de perfilar y concretar la celebración, pero asegura que "es un orgullo llegar, y más en un periodo de crisis tan intensa donde las cosas han podido salir adelante y hemos seguido creciente".
Un crecimiento que no hará variar la política de la compañía, que "seguirá siendo la misma en cuanto a la especialización del sector". Esto no quiere decir que no estén atentos a las innovaciones necesarias, como los sleeves o fundas táctiles que empiezan a ser importantes en botellas de cava. "Está entrando al mundo de los cavas. Los vinos quizás son más reticentes, pero acabarán entrante. Ya tocamos este producto desde hace tres años, pero lo iremos incrementando", explica Varias.
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| Torelló es uno de las bodegas que ha introducido las etiquetas sleeve de Gráficas Varias |
Recientemente la empresa también ha renovado la imagen corporativa, que tenía más de 50 años, así como sus oficinas. "Queremos hacer reinversiones en maquinaria e ir renovando la más antigua", explica mientras asegura que este año y el que viene tienen unos planes de inversión más importantes del habitual. "Cada año la inversión se mueve entre 700.000 y 1,4 millones de euros. En esta ocasión estamos más que doblando todas las inversiones previstas para afrontar el futuro con más tranquilidad", concluye.
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