Grifoll, de la calcomanía tradicional al tatuaje de realidad aumentada

Con casi ocho millones de facturación, presencia en 18 países y un catálogo inacabable de productos promocionales emblemáticos, la empresa de Rubí se ha consolidado como un referente de su sector

Mateo Hilderink, responsable de Marketing de Grifoll | LO Mateo Hilderink, responsable de Marketing de Grifoll | LO

Cinco lustros de historia dan para muchos cambios y a Grifoll lo saben bien. El pequeño local especializado al forrar espejos con pan de oro que abrió en el centro de Rubí en 1962, poco o nada tiene que ver con la empresa de 45 trabajadores que hoy encontramos a la carretera que une el municipio con Terrassa. En estos 55 años, la compañía se ha consolidado como proveedor de referencia en el sector de la impresión, ofreciendo todo tipo de soluciones integrales por los productos promocionales de sus clientes. Y en este tiempo han sido testigos y actores principales en la evolución de este sector: desde simples tarjetas, productos ensobrados o imantados, hasta la aplicación de la realidad aumentada.

"Sin duda, en 90 fueron el gran punto de inflexión en la historia de Grifoll. Empezamos a exportar promociones de todo tipo a escala mundial y a diario salían de la nuestra planta camiones y más camiones llenos de productos con imágenes de Pokémon, Chiquito de la Calzada... Cada día se acercaban chicos y chicas de Rubí para ver antes de que nadie nuestras promociones, que semanas después encontraban a los productos como bolsas de patatas chips", recuerda el responsable de marketing de la empresa, Mateo Hilderink.

"Las calcomanías son un producto cosmético con las implicaciones normativas que esto supone, y hay muy pocos fabricantes con capacidad de cumplir con las nuevas exigencias para fabricarlo"

En sus 55 años, Grifoll ha desarrollado todo tipo de elementos promocionales, pero su producto estrella ha sido el tatuaje temporal, las calcomanías. "Puede parecer un producto plano, pero hoy en día se trata de un producto cosmético con las implicaciones normativas que esto supone, y hay muy pocos fabricantes con capacidad de cumplir con las nuevas exigencias para fabricarlo", argumenta Hilderink, que también pone de relieve la evolución tecnológica que ha vivido este elemento. "Ahora el que hacemos es una imagen con capacidad de tomar vida. Aplicamos la realidad aumentada a tatoos y cromos adhesivos y podemos hacer que, por ejemplo, Batman y Superman se peleen", explica Hilderink.

Este es uno de los últimos productos realizados por Grifoll, un anuncio con el cual, gracias a una linterna, puedes descubrir el mensaje | LO

Soluciones integradas

Esta evolución no sólo repercute en la diversión de los pequeños, sino que también lo hace en la configuración y la estrategia de la empresa. Sólo para conseguir que dos superhéroes se muevan sobre la piel del 'tatuat', Grifoll tiene que hacer la necesaria adaptación tecnológica y la gestión de la licencia de los personajes. Y lo hace. De hecho, la empresa señala su capacidad para dar soluciones integradas como una de sus fortalezas. "Grifoll es de las pocas empresas del sector de la imprenta con capacidad para controlar toda la cadena de fabricación de sus productos y esto es muy valorado por nuestros clientes, que tienen garantizado unos estándares de calidad homogéneos durante todo el proceso y establecen una relación de gran confianza con un único interlocutor", señala.

Grifoll tiene capacidad para responder a todo tipo de demandas relacionadas con la promoción. La compañía ha conseguido posicionarse como referente de su sector gracias a la adaptación a las normativas internacionales de calidad más exigentes y a su capacidad de captar tendencias en un mercado muy estacional y con cambios constantes.

Algunos de los productos que se materializan a Grifoll, junto con el premio Cámara 2015 | LO

Innovación e internacionalización

Una empresa con capacidad para crear una variedad tan amplia de productos promocionales merece no sólo el adjetivo de flexible , sino también el de innovadora. Así lo reconoció la Cámara de Terrassa en los suyos Pulses Cámara 2014, premiando los seis nuevos productos que, de media, Grifolls saca al año. Innovaciones que pueden venir por iniciativa propia o por demanda de unos clientes que cada vez delegan más en la experiencia de la empresa de Rubí para diseñar desde cero sus productos promocionales. "El comprador tiene tantas opciones de materiales y formatos que simplemente te da un esbozo del que tiene en mente, y esto nos permite tener manga ancha para inventar", señala Hilderink.

La otra gran pilar de la empresa es la internacionalización . Hasta el punto que aquella pequeña imprenta del centro de Rubí de los años 60 y 70 obtiene hoy el 60% de sus ocho millones de facturación de los mercados exteriores. Un camino que empezó durante los años 90 de la mano de sus clientes con suyos internacionales, y que ahora Grifoll hace en solitario y a conciencia, aprovechando que, también en Europa, su servicio integral es difícil de encontrar. "En la actualidad tenemos presencia en 18 países, mayoritariamente europeos, y esto nos permite tener un crecimiento estable de entre el 10% y el 15% anual".

El pequeño local especializado al rematar productos con dorados que abrió en el centro de Rubí en 1962, poco o nada tiene que ver con la empresa de 45 trabajadores que hoy encontramos a la carretera que une Rubí con Terrassa | LO

Conectados en la ciudad

Grifoll combina su vertiente exterior con una voluntad de participación en la dinámica empresarial y social de Rubí. Es una de las emprendidas participantes en lo proyecto Red Rubí Emprendida, uno de los siete proyectos de competitividad empresarial que el Ayuntamiento de Rubí ofrece a través de la Oficina de Servicios a la Empresa (OSE). El objetivo de este programa es generar una comunidad de empresas y organizaciones que trabajen en red generando conocimiento compartido en el marco de la ciudad de Rubí para la generación de alianzas en clave de proximidad.

"Descubrir qué soluciones encuentran otras marcas en problemas que nosotros también tenemos es muy valioso que no hacer relaciones puramente comerciales"

La empresa valora la posibilidad que da el proyecto para compartir sus experiencias profesionales y aprender de las vivencias del resto de compañías locales. "El hecho de salir de nuestras cuatro paredes y descubrir qué soluciones encuentran otras marcas en problemas que nosotros también tenemos es mucho más valioso que no hacer relaciones puramente comerciales", argumenta el experto en marketing.

La compañía trae 55 años a la ciudad y no tiene en perspectiva cambiar de ubicación. Entre las ventajas que los responsables de Grifoll ven en Rubí enumeran la valoración internacional de la marca Barcelona, las comunicaciones, la proximidad con todo tipo de proveedores y la comunicación fluida que existe con el entramado empresarial de la ciudad. En el que falta en Rubí citan la cantidad de empresas que cerraron durante la crisis, pero destacan "el esfuerzo que se está haciendo por la recuperación".

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