Josep Adell, relanzando el Grupo Julià

El Grupo Julià cerró el 2012 con un crecimiento del 12%, una situación muy diferente a la de 2003, cuando Adell entró a la dirección general

Cuando Josep Adell pasa por ante la Plaza Cataluña y ve las inacabables filas de visitantes que hacen cola para entrar al buzo turístico siendo satisfacción, no sólo para ver que su producto funciona, sino porque continúa en marcha. El Grupo Julià presentó este martes sus resultados de 2012, con una crecimiento del 12% en la facturación, que se ensarta hasta los 242 millones de euros, y con una previsión de inversiones de 10 millones de euros por el 2013. Una situación muy diferente a la del 2003, cuando el operador se encontraba en suspensión de pagos y al hilo del abismo. Just el año que Adell entró a la dirección general.

"En una situación así no sabes como, pero sacas fuerzas de todas partes", explica Adell. El actual consejero delegado del grupo considera que era una "gran responsabilidad" salvar la empresa familiar y cree que su supervivencia fue posible gracias a dos factores: la estrategia y la constante comunicación con la banca. "Nos gastamos de bienes inmobiliarios y tuvimos que actuar con más cerebro que corazón", recuerda. Pasados los años, Adell se muestra satisfecho de tener una plantilla más amplia que aquel 2003, cuando se tuvieron que deshacer de 400 trabajadores. Hoy, Julià cuenta con una plantilla de 1.055 empleados.

Inicios fuera
A pesar de tener el seguro de la empresa familiar, Adell empezó su trayectoria como consultor a Metropol Cerámica. "Fue una buena experiencia, puesto que aprendí que, en muchas situaciones, la cabeza molesta", bromea. Al 1999, Adell entró a Julià para dirigir la filial de Argentina e iniciar una carrera a la rama internacional. "La idea era gestionar un modelo de éxito, pero bien pronto nos pilló el corralito y la crisis de la propia empresa, y tuve que volver".

Hoy, el negocio internacional de Julià se ha recuperado, y ya supone un 61% de la facturación del grupo. La inversión en el buzo turístico de Miami es el último movimiento, con la idea de entrar al mercado de los Estados Unidos a través de una ciudad que es destino habitual de sus clientes en México y Argentina y que no entiende de turismo estacional.

Objetivos personales
La dirección de una empresa hace difícil la conciliación familiar. Quizás por eso, Adell se comprometió en una entrevista a Expansión reducir su jornada laboral en una hora al día. "No lo he conseguido, pero he aprendido a aprovechar mejor las mañanas para estar con mis hijos". El objetivo que sí ha cumplido es de completar una triatlón. Los suyo próximo reto será nadar 11 kilómetros en Formentera. "Hago ejercicio cada mañana; siento que me tengo que cuidar para tener la mente clara y rendir al máximo".
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