La cerradura que abre la puerta al reino de Silicon Valley

Goji, que sustituye las claves por la smartphone como sistema para controlar la seguridad y el acceso al hogar, ya ha facturado más de un millón de euros sin salir al mercado

La puerta que da al reino de Silicon Valley no se abre con clave, sino con teléfono móvil. El valle californiano de los tótems tecnológicos es desde hace tres años el hogar del mataroní Gabriel Bestard-Ribas, CEO y fundador de la empresa Goji. Su patente: un sistema de control de acceso a la vivienda que sustituye las claves de toda la vida porla smartphone. Hoy ya ha facturado más de un millón de euros sin que el producto haya salido todavía al mercado, gracias a los acuerdos firmados con distribuidores líderes de los Estados Unidos como Best Buy, Staples y Hombre Depot. El Consumer Electronic Show de Las Vegas (el principal salón mundial de tecnología y de electrónica) lo ha premiado como mejor innovación para el hogar.

Bestard veía futuro en un sistema que permitiera abrir la cerradura de la puerta de casa con el móvil, sin necesitar ninguna clave. Lo explicó a sus amistades catalanas. "Todo el mundo me dijo que era una idea genial", apunta. Y entonces los preguntó si la comprarían. "La respuesta fue que no". Bestard constató una percepción que ya tenía: que el consumidor catalán y español sólo acepta las innovaciones tecnológicas cuando estas ya están implementadas a otros mercados.

Por este motivo, y porque desde el primer momento tenía claro que quería un proyecto emprendedor "global", decidió dar el salto directamente a la actual meca de los pioneros: a Silicon Valley. "Allá no sólo me dijeron que la idea era buena, sino que me dejaron claro que podría funcionar comercialmente". Dedo y hecho, Bestard se trasladó hace tres años y fundó la empresa Goji.

Bestard aclara que la idea de abrir la cerradura de la puerta con el móvil no es especialmente innovadora. "Ya hay varios casos en todo el mundo, incluso en Cataluña, pero nosotros vamos mucho más allá de este aspecto funcional", explica. Goji no se limita a sustituir la clave porla smartphone, sino que se presenta como una nueva manera de gestionar tanto el acceso al hogar como su protección. "Ofrecemos una experiencia, no un producto; por eso los grandes distribuidores han decidido ponernos a sus lineales", destaca el CEO de Goji.

Sistema de registro visual
Esta cerradura electrónica (Goji Smart Lock) permite abrir y cerrar la puerta del hogar pasando el móvil durante un segundo o, si así lo escoge el usuario, de manera automática sin ni que haya que sacarlo de la bolsa. Pero además de la comodidad de no tener que remover los bolsillos buscando las claves, especialmente cuando vas cargado, Goji ofrece mucho más. Funciona con un sistema de registro visual que fotografía todos los visitantes que se plantan ante la puerta de tu hogar y automáticamente te envía una imagen al teléfono móvil. Así, tanto si eres dentro de casa como miles de kilómetros, te puedes enterar de quien quiere entrar.

Además, permite enviar de manera sencilla y segura un "permiso" al móvil otras personas porque puedan entrar a casa tuya, con la posibilidad de programar el día y la hora concreta de acceso. O si eres de viaje y tu hijo ha perdido la clave, te permite abrirle la puerta a distancia.

Todo ello permite gestionar de una manera mucho más precisa y segura la entrada a casa de familiares y amigos, invitados, personal de servicio u operarios, a través de sus móviles, sin preocuparse más de proporcionarlos una copia de las claves ni de recuperarlas posteriormente. Goji también ofrece una clave tradicional mecánica para usar en caso de quedarse sin batería al móvil. Y si nos roban el teléfono o lo perdemos, podemos dar el servicio de baja automáticamente a un callo service 24 horas al día, además de habilitar otro móvil porque nos haga de clave. La cerradura cuenta con las últimas tecnologías en materia de seguridad digital, como por ejemplo encriptación de 256 bits.

De Mataró a Silicon Valley
El salto de Bestard desde Mataró hasta Silicon Valley no fue sin red. "De hecho ha sido un camino de ida y retorno", relata. El emprendedor cuenta con una larga experiencia en los Estados Unidos, donde viajó por primera vez para estudiar durante tres años en la Universidad de Illinois (también becado para jugar a su equipo de baloncesto). Después de graduarse trabajó a una empresa de San Francisco, volvió a Cataluña para seguir sus estudios a IESE, cruzó de nuevo el océano para hacer de product manager a una firma a Silicon Valley y, después de una etapa en una consultora barcelonesa, se estableció definitivamente en California por embrancar-se en la actual aventura Goji.

El entorno en el cual trabaja hoy es "ideal", según Bestard, porque "estás rodeado de toda la gente que ha creado los grandes productos innovadores en electrónica que hoy consumimos en todo el mundo". Ser a la yema del huevo es vital. "Cuando decides qué componentes quieres emplear en tu producto, los tienes aquí mismo, y las empresas que los han creado te dan acceso directo a sus ingenieros". Las relaciones estratégicas se cierran de manera mucho más sencilla, haciendo un café. "Si eres de fuera, te hacen mucho menos caso", constata.

Acceso directo
Con su larga y fructífera experiencia a Silicon Valley, la del empresario mataroní es una voz autorizada para diseccionar el valle californiano. "Aquí es relativamente sencillo habla con el CEO de muchas de las empresas importantes", asegura. Algo que al entorno catalán y español es impensable. "Te atreverías a intentar hablar con el director del Banco de Sabadell? Seguro que no. Aquí, en cambio, te tienes que sacar todas estas barreras, y entonces te das cuenta que puedes llegar prácticamente en todas partes", afirma Bestard, que considera que los americanos tienen "una mentalidad mucho más abierta" en el ámbito de los negocios que no los catalanes o los españoles.

A la vegada, pero, apunta que Silicon Valley es "un ecosistema muy cerrado" en el cual es muy difícil entrar. Para conseguirlo, la única manera es hacerlo por los mismos canales que lo haría cualquier norteamericano. "Tienes que trabajar y hacer networking exactamente como ellos, el Valley es un lugar multicultural, pleno de gente de todo el mundo, pero todo el mundo juega con las mismas normas, sin privilegios ni prerrogativas", asegura. Sólo así el emprendedor se gana el acceso al reino de las empresas tecnológicas globales. Y si se puede entrar sin tener que sacar las claves del bolsillo, mucho mejor.
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