La destitución sorprendida de Adolf Todó

El FROB va cesar el hasta ahora presidente de Catalunya Caixa, Adolf Todó, después del fracaso en el segundo intento de subasta de la entidad

A golpe de titular. Así se cómo se enteraron los 7.000 trabajadores de Catalunya Caixa de la destitución de Adolf Todó (Castellbell i el Vilar, 1956) como presidente de la entidad. El fracaso de la segunda subasta de la entidad activó las primeras especulaciones sobre los planes de futuro del FROB con la entidad. Pero el relevo a la dirección no entraba en las previsiones hasta que se produjo el pasado viernes inesperadamente.

A Catalunya Caixa ha sorprendida por la destitución y remiten al seguido de elogios que Luís de Guindos ha dedicado al equipo gestor encabezado por Adolf Todó desde que ocupa el ministerio de Economía y Competitividad. Fuentes de la entidad consideran a Todó un presidente "muy valorado", a pesar de que en el deber de su balance queda pendiente la liquidación de la bolsa de activos inmobiliarios de Catalunya Caixa. Actualmente, su peso ha caído hasta el 2,5% del total de activos, el más bajo entre las entidades estatls, pero por encima de los objetivos marcados después de traspasar valores por más de 6.700 millones de euros al Saber, conocido como banco malo.

Gestor reputat
Todó, formado a la UAB y a la University of California, llegó al frente de Caixa Catalunya el 2008, con una reputación a la alza gracias a su tarea docente, a su participación en diferentes consejos de administración y, sobre todo, gracias a su gestión como presidente de Caja Manresa durante 13 años.

Pero su trayectoria del bagenc al frente de Catalunya Caixa ha sido marcada por la parada en seco del sector inmobiliario y la crisis creciente del financiero: primero, con la fusión con Caja Tarragona y Caja Manresa y, posteriormente, con la entrada del FROB, en marzo del 2010, inevitable para asegurar la viabilidad de la entidad, según el mismo Todó.

Su destitución se ha producido dos meses después de que el FROB cerrara sin éxito el segundo intento de subasta de la entidad. Después de inyectar más de 12.000 millones de euros en casi tres años, los fondos de reestructuración ha optado para situar en la presidencia de Catalunya Caixa a un hombre de su confianza, como Carlos Pla, que llegará el próximo mes de junio proveniente de Caja Sur.

Una indemnización polémica
Después de concretarse su destitución, la actualidad gira en torno a la indemnización que Todó tiene que recibir. El informe de gestión de la entidad de 2011 otorgaba a Todó una pensión de 3,4 millones de euros y la normativa actual le aportaría una indemnización de 600.000 euros. Según informaciones del Mundo, pero, De Guindos habría parado los pagos acogiéndose a la investigación sobre los contratos y las retribuciones de los directivos de la entidad anteriores a la nacionalización que tiene abierta la Fiscalía de Barcelona. Esta no es la primera vez que De Guindos toca el bolsillo de Todó: al 2012 ya redujo el sueldo del entonces presidente de Catalunya Caixa en un 80%.
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