La Fageda, el proyecto social que vende millones de yogures

La Fageda nació en 1982 para dar oportunidades laborales a personas con discapacidad y, 40 años después, vende más de 90 millones de yogures y postres

La Fageda es una de las principales marcas de yogur en Catalunya | Cedida La Fageda es una de las principales marcas de yogur en Catalunya | Cedida

La Fageda nació cómo un proyecto social el 1982 para dar oportunidades laborales y una vida más digna a las personas con discapacidad de la comarca de la Garrotxa. Cuarenta años después, mantiene el mismo espíritu como fundación sin ánimo de lucro, pero se ha convertido en una marca muy arraigada en la sociedad catalana gracias al éxito de sus yogures. En 2021 vendieron más de 91 millones de unidades de yogures y postres, convirtiéndose en la segunda marca del país.

El inicio de un sueño

La idea de La Fageda surgió de Cristóbal Colón, fundador y actual presidente de la entidad. Colón era psicólogo y trabajaba con centros para personas con enfermedades mentales. Así, convenció a los gestores del hospital psiquiátrico de Salt para llevarse quince internos y darles trabajo a Olot. "Tenía la visión clara que el trabajo es una herramienta reparadora y terapéutica, y un medio para que aquellas personas no tuvieran que volver a estar encerrados entre cuatro paredes", explica Sílvia Domènech, directora general adjunta de La Fageda.

Este fue el nacimiento de La Fageda, que se constituyó como cooperativa. La misión era clara: dar a personas con discapacidad una herramienta para sostenerse económicamente y dignificar su vida. Todo ello en una época en qué este era un colectivo muy estigmatizado e invisibilizado para toda la sociedad.

Los primeros trabajos de La Fageda fueron ofrecer servicios para otras empresas, pero bien pronto inauguraron su primera sección: de jardinería, que todavía se mantiene hoy en día. Se constituye una brigada de una decena de personas para hacer el mantenimiento de espacios verdes públicos y privados de la Garrotxa. Al mismo tiempo, crean un centro ocupacional por aquellas personas con grados de discapacidad elevados y que no son aptos para el mercado laboral.

El gran salto de La Fageda

vaques93 min

La Fageda empezó a producir leche cuando se trasladó a la finca Els Casals | Cedida

El 1987, La Fageda se traslada a la finca Els Casals, en medio del que después sería el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. "Nos abre nuevas posibilidades, con muchas hectáreas para explotar a nivel agrícola y ganadero", destaca Domènech. Y la entidad puso en marcha el negocio de vivero forestal, que en pocos años llega a una producción anual de 3 millones de plantas.

Paralelamente, se inicia el proyecto que expandiría La Fageda a niveles que no se imaginaban. La finca disponía de un centenar de vacas y empiezan a producir leches, que venden inicialmente a mayoristas cómo Nestlé. Pero a principios de los años 90 irrumpe la crisis del sector, puesto que se imponen las cuotas lecheras y La Fageda no puede continuar vendiendo.

"Se empieza a visualizar que habrá que hacer un producto final y surge la idea de los yogures", apunta la directora general adjunta.

Domènech: "Era un momento que el mercado de yogures estaba altamente dominado por Danone y Nestlé"

No fue nada fácil: "Era un momento que el mercado de yogures estaba altamente dominado por Danone y Nestlé y este concepto de yogur de proximidad no existía". A pesar de la diversificación y aumento del negocio, la misión continuaba siendo la misma: dar oportunidades laborales y una vida digna a las personas con discapacidad de la Garrotxa.

El éxito del yogur

La Fageda empieza a vender sus yogures en hospitales y, después, en escuelas y residencias de gente mayor. Se diseña el característico logo de la marca, con la vaca y el mantel. Y así se llega al primer supermercado, el Màxim de Olot. Poco a poco, se va haciendo hueco entre los consumidores: "Fue muy complicada la entrada en el mercado de los yogures, la gente estaba acostumbrada a las marcas de toda la vida". Además, la logística era también dificultosa, puesto que se tenía que hacer un reparto muy rápido y en frío.

Sílvia Domènech: "El 40% de los catalanes compran nuestros productos en algún momento del año"

Pero treinta años después, los yogures de La Fageda son una referencia en el mercado. "El 40% de los catalanes compran nuestros productos en algún momento del año. Es un hecho que nos emociona, que se ha podido llegar hasta aquí", señala Sílvia Domènech.

La directora general enumera algunas de las claves del éxito: "Se ha forjado durante treinta años una marca querida, muchas familias catalanas nos conocen y es una marca reconocida".

Domènech: "La Fageda nunca había buscado el éxito empresarial"

Pero más allá del proyecto social detrás de La Fageda, desde la entidad tienen claro que el primordial es la calidad del producto. Y, de hecho, nunca han aprovechado su tarea social para vender: "Siempre nos ha gustado defendernos con las mismas herramientas que el resto. No hemos hecho marketing social, no hemos utilizado nuestra razón de ser para vender, a pesar de que no lo escondemos. Intentamos crear productos muy buenos".

Y así han ido ampliando su gamma de lácteos, llegando a vender más de 91 millones de unidades de yogures y postres y 112.000 kilos de helados; con una facturación por esta rama del negocio de más de 21 millones de euros.

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La Fageda mujer trabajo además de 400 personas | Cedida

Una realidad que no les hace desviar de su objetivo: "La Fageda nunca había buscado el éxito empresarial, a pesar de que se lo ha encontrado. Se había buscado el servicio en las personas y una vocación clarísima de servicio a la comarca". Actualmente, toda la empresa, hoy constituida como fundación, da trabajo a más de 400 personas, la mayoría con alguna discapacidad o en riesgo de exclusión social.

La gran misión de La Fageda

"La Fageda producimos muchos yogures, pero nos definimos cómo una entidad social que trabajamos para la inserción laboral de los colectivos más desfavorecidos, discapacitados y personas vulnerables. Todas las actividades económicas que tenemos, las creamos para dar respuesta a nuestra misión. No somos una empresa, tenemos una empresa que está al servicio del proyecto social". Así define Sílvia Domènech el proyecto.

Más allá de los lácteos y mermeladas, La Fageda dispone otras actividades económicas. Una importante son las visitas en su espacio de Santa Pau, donde cada año pasan más de 40.000 catalanes que descubren su proyecto. Muchas de las actividades han nacido para dar una salida a personas con discapacidad, creando puestos de trabajo adaptados a sus capacidades.

Sin ánimo de lucro

Y toda su facturación, en total más de 26 millones de euros, tiene un único objetivo: continuar creando estas oportunidades. La Fageda es una fundación sin ánimo de lucro, por lo cual los beneficios van a mejorar las instalaciones o impulsar nuevas iniciativas. Disponen de un centro especial de trabajo, una empresa de inserción, un servicio de inserción a la empresa ordinaria, un servicio ocupacional, viviendas sociales, un hogar-residencia, espacios de formación y servicios de ocio.

Justamente la formación es una de sus últimas apuestas: "Durante 40 años hemos podido demostrar que somos capaces de generar unos negocios que posibiliten la inserción de personas con discapacitado y exclusión social, ahora queremos comenzar el capítulo formativo".

El futuro de La Fageda

Un golpe llegados a los 40 años, El Hayedo no se para y afronta grandes retos de futuro. Un ejemplo es que el 2021 fue el año donde sacaron más nuevos productos: "Nos parece que nuestros consumidores piden productos que hasta ahora no hacíamos". Por ejemplo, más variedades sin lactosa. Pero sin lanzar las campanas al vuelo: "No nos volveremos locos, no podemos ni queremos ser Danone".

Domènech: "El crecimiento por el crecimiento no nos interesaba. No somos una empresa, no necesitamos beneficios infinitos"

Hasta hace poco, La Fageda había vendido exclusivamente en Catalunya: "No lo hemos necesitado y pensábamos que no era coherente con la marca. El crecimiento por el crecimiento no nos interesaba. No somos una empresa, no necesitamos beneficios infinitos. Necesitamos el volumen para dar respuesta a las necesidades sociales de la comarca. El tamaño que hemos tenido es el que hemos necesitado".

Pero desde hace un par de años están haciendo pruebas y hace tiempos que venden en Andorra. También han sacado la cabeza en Castelló y ahora quieren entrar con más fuerza en las Islas Baleares. Una vez consolidados en Catalunya, La Fageda arranca una pequeña expansión por otros territorios. Pero sin olvidar que la razón de ser es dar respuesta y oportunidades a las personas con discapacidad y riesgo de exclusión social de la Garrotxa. "Tenemos muy claro porque estamos aquí", concluye Domènech.

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