La oficina que la crisis se llevó

La concentración bancaria y los tipos de interés bajo mínimos empujan las entidades a reducir una extensa red de oficinas que ya es poco frecuente en Europa

Los últimos años han demostrado que el viento no es el único que se lleva cosas. La crisis también lo ha hace con contundencia y el último ejemplo lo están mostrando las entidades bancarias. El concepto de actualizar la cartilla de ahorros a la oficina ya resulta vintage en un contexto donde prácticamente todas las operaciones se pueden hacer por Internet. Así pues, hacen falta tantas sucursales bancarias? A diferencia del que pasa a buena parte de Europa, el modelo español de bancos y cajas se ha basado tradicionalmente en una extensa red de oficinas que la revolución tecnológica, la integración de entidades y la reducción del negocio debido a unos tipos de interés bajo mínimos amenaza de enterrar.

El último ejemplo lo ha ofrecido este mismo lunes el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, asegurando que su entidad no dudará a ajustar el número de oficinas y trabajadores "en la medida que lo provoquen los cambios tecnológicos y las condiciones de mercado lo aconsejen". De hecho, desde la integración con el Banco Pastor del 2011, ya ha reducido en 650 el número de sucursales (un 23% del total), y ha rebajado un 17% su plantilla, según informa Europa Press.

La vía más rápida hacia la eficiencia
A pesar de que entidades como CaixaBank afronten la revolución tecnológica abriendo nuevas vías como ImaginBank; todo indica que el sector acabará con la tradicional imagen de calles encadenando sucursales una detrás la otra. Cerrar oficinas es la vía más rápida que encuentran para combatir la caída del negocio que ha supuesto el aumento del uso del móvil y la tecnología por parte de los clientes. Un ahorro de costes que pretende generar más eficiencia ante el incremento de las exigencias regulatorias.

Una de las primeras grandes entidades del sector que ha hablado abiertamente de estos ajustes ha sido lo Santander, que la semana pasada anunciaba que ya ha planteado a los sindicatos la reducción de 1.200 puestos de trabajo a partir de 600 bajas incentivadas y 600 prejubilacions. Una cifra que representa el 5% del total de su plantilla y que se quiere acompañar del cierre de 450 oficinas. A finales del 2015, el Santander disponía de más de 24.000 trabajadores y 3.400 sucursales en España.

También ha reconocido sus planes de reducir estructura el BBVA. Su consejero delegado, Carlos Torres, reconocía recientemente que con la transformación digital podrían sobrar hasta el 75% de sus oficinas. "Tenemos 3.800 oficinas en España, tiene sentido? No. Podemos reducirlas? Sí". Todo un aviso para navegantes ante un momento donde los clientes prefieren "cada vez más" relacionarse con la entidad a través del móvil, según reconocía el mismo Torres. El máximo dirigente del BBVA contempla llegar a dejar su red de oficinas en un millar "en un tiempo indeterminado a largo plazo".

Un panorama que no hace nada más que sumar incertidumbres al proceso de integración de Catalunya Caixa que está llevando a cabo el grupo BBVA. La antigua Caixa Catalunya ya trae a la mochila una reducción de su volumen con el Expediente de Regulación de Ocupación (ERO) que afecta más de 1.500 trabajadores y 150 oficinas, con el 31 de diciembre de 2017 como fecha tope.



El negocio de las sucursales
Teniendo en cuenta los créditos, depósitos y fondos de inversión de cada entidad, junto con su número de oficinas; Bankia es la que tiene un volumen de negocio mediano por cada sucursal más elevado, con 116 millones de euros. La sigue de cerca el Santander, donde cada oficina de media mueve un volumen de negocio de 107 millones de euros.

El Banco Sabadell, con 104 millones de euros por oficina, cierra el podio por ante el Popular, con 101,5 millones de euros. De entre el resto de grandes entidades, el BBVA ya se queda por debajo de los 100 millones de euros por oficina, con 99. Finalmente, CaixaBank se queda en 83,6 millones de euros por sucursal después de la integración de Banca Cívica y Banco de Valencia. De hecho, CaixaBank es de las entidades con una red de oficinas más extensa, cercana a las 5.000. El grupo catalán no se plantea su cierre, y pretende aprovechar esta gran red de puntos de venta para mantener el liderazgo en pensiones y seguros.

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