Un mànager no es el mismo que un líder. El primero se dedica sobre todo a organizar la empresa, a planificar... es un perfil necesario porque todo esté en orden. El segundo, en cambio, es quien tiene visión y la capacidad de arrastrar la demasiada. A veces una persona lo tiene todo; otros, hace falta un dúo muy equilibrado a la dirección. Pero tener un espíritu de liderazgo no quiere decir que todo se haga bien. Para corregir esta mala concepción el director general de Asics Iberia, Xavier Escales, ha diseñado el programa AlwaysPeopleFirst, un plan que él define como "un compromiso entre la empresa y el trabajador para mejorar la eficiencia y los resultados de la compañía".
Recuperar el compromiso del trabajador
Si una cosa tiene clara Escaleras, este es que el famoso líder imprescindible porque las empresas del futuro tengan éxito "tiene que ser capaz de conseguir un trocito del corazón de la gente que trabaja él". Y esto se consigue con humildad y generosidad, "pidiendo más ayuda y ofreciendo", concreta.
Según una encuesta hecha a varias organizaciones de 70 países diferentes, sólo el 33% de los trabajadores está comprometido con su empresa. Esto quiere decir que más de la mitad está cansada o no comparte los valores de la organización, y en gran medida se atribuye a la carencia de empatía de la dirección. Cuando la lupa se pone sobre España, apunta el director de Asics, "la situación es peor". "En España vamos una pasa atrás. Las empresas ya están viendo que los cuesta encontrar talant, pero no aceptan que es porque conservan la figura del clásico líder de 'ordeno y mando'", apunta.
Escaleras: "Las empresas que invierten a cuidar bien los empleados multiplican por cuatro su cuenta de resultados"
Por eso pone como ejemplo los Estados Unidos, donde algunas compañías más avances han empezado a aplicar políticas retributivas nunca ver: 2 dólares por milla recorrida en bici, 20 dólares por recórrelo haciendo footing o dinero extra por cada hora de más que duerme un trabajador. Qué se consigue? "Un mejor rendimiento por parte de la plantilla y más resultados positivos para la compañía", responde Escaleras. Porque cómo bien remarca, "las empresas que invierten a cuidar bien los empleados multiplican por cuatro su cuenta de resultados".
De hecho, no duda a decir que en un futuro próximo no habrá 'jefes', sino 'gefes', un pequeño cambio de una 'j' por una 'g' que hace referencia a un 'gestor de felicidad'. Una transformación que a Asics ha funcionado. En 10 años, la empresa japonesa ha multiplicado por 15 la facturación en España, según Escaleras, y todo gracias a la aplicación de un liderazgo 3.0 basado a maximizar los resultados a través de las personas.
Los 3 pilares del nuevo liderazgo
El programa AlwaysPeopleFirst se estructura a través de tres pilares: fichar bien, promocionar el crecimiento personal y tener cura.
Representación gráfica de los pilares del programa AlwaysPeopleFirst de Xavier Escales
El antes que nada es identificar los mejores perfiles. Escaleras hace una clara diferencia entre personas naranja y limón: "Las que siempre sonríen son naranja; las serias, limón. Tenemos que centrarnos a fichar las primeras para tener empresas naranja, para tener un buen ambiente y contagioso que haga que las personas se lo pasen bien trabajando".
Escaleras: "Si queremos buenos resultados, por qué no cuidamos el trabajador? Se lo tiene que consentir"
La segunda pata del plan AlwaysPeopleFirst tiene que ver con ayudar las personas a crecer. "Si queremos buenos resultados, por qué no cuidamos el trabajador? Se lo tiene que consentir", defiende enconadamente Escaleras. A Asics lo han aplicado poniendo un gimnasio, pistas de pàdel, servicio de lavandería, masajes... "Queremos que el empleado libere el estrés, que desconecte mentalmente. Que el domingo, en vez de pensar que el día siguiente es lunes y tiene que volver al trabajo, piense que la espera un partido con los compañeros y tenga ganas", insiste.
En este punto también pone énfasis en la dieta y hace dos pequeñas recomendaciones: "Traer una dieta saludable te hace un 66% más productivo y ver al menos 1,5 litros de agua al día te ayuda a rendir más". En este sentido, apuesta por las cajas de fruta al trabajo, comedores con espacios abiertos y productos saludables que faciliten al equipo cuidarse.
Finalmente, la tercera y última clave Escaleras apela al trato humano: "La cabeza tiene que ser una persona de confianza. Tiene que predicar con el ejemplo y saber delegar y pedir ayuda y ayudar. Si das un golpe de mano a alguien, esta persona te lo acabará volviendo y será una palanca porque te consideren un líder 3.0".
Un proceso lento
De todas las empresas que se dirigen a la consultoría de Escaleras, creada arran el diseño del programa, cerca del 50% están dispuestas a hacer el cambio de chip, pero es finalmente un pequeño 5% que da el paso de verdad. El motivo? "El miedo al cambio y a cómo se lo tomará el resto de gente que forma la dirección", comenta, "quien acaba decidiéndose, lo hace con los ojos cerrados, sabiendo que tendrá críticas y que costará, pero que a la larga será beneficioso".
El director general de Asics en España todavía se encuentra con empresas que, un golpe han escuchado el plan, continúan situando el futbolín y la mesa de ping-pong como los instrumentos que podrán obrar el milagro. "Esto no es cierto", espeta con rotundidad, "el que ahora funciona es un Instagram corner". Y también ir a un TED, cuando se logra esta cultura ideal, para difundir las virtudes del ambiente de trabajo. "Por qué si no el nuevo presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, va a los TED? Si no lo hace, nadie querrá ir a lo suyo empresa porque la imagen es de compañía antigua", pone como ejemplo de negocio que está haciendo esfuerzos para cambiar.
El plan de Escaleras se desarrolla a partir de tres pilares generales, pero después cada compañía tiene que saber aplicarlos con acciones concretas que se adecúen a su equipo. "No traerás a hacer maratones a una empresa donde la media de edad supera los 40 años o no harás un gimnasio en unas instalaciones pequeñas y que te acabe restando un espacio que necesitas", pone como ejemplo. Sea cual sea la elige, el que él tiene claro es que en aproximadamente cinco años las grandes empresas con estilos de liderazgo a la antigua caerán porque nadie querrá ir a trabajar.