En Francesco Hierro es el cofundador y CEO de PALO Robotics, la empresa catalana que ha creado los robots hominoides que más están haciendo la vuelta al mundo. Su pasión por la robótica viene, tal como explica, de sus años de infancia mirando "los dibujos animados japoneses que tan ponían a la televisión", una afición que trajo más allá con sus estudios de Ingeniería de Telecomunicaciones.
Fue precisamente en este contexto universitario donde nació la empresa, coincidiendo con su doctorado que él y otro de los cuatro cofundadores estaban haciendo. "Partimos de cero, con unos 200.000 euros que teníamos y nuestros sueldos, todo el mundo decía que estábamos locos", explica. Con la colaboración otras universidades, encontraron los otros dos fundadores – los dos de Barcelona, de aquí la localización- y pusieron en marcha PALO Robotics el 2004 con un primer encargo venido desde Abu Dhabi: un robot que moviera las piezas de un tablero de ajedrez. Ellos, pero, fueron más allá y crearon un robot capaz de moverse, llegar a la mesa y moverlas. Una tecnología que en su momento parecía muy revolucionaria y que ha marchado un precedente en la industria de los robots y de la automatización en general, uno los aspectos que año tras año ha ido ganando pes en el Y oTWorld Congress que se celebra estos días en Barcelona.
En los Emiratos Árabes han pasado de mover piezas de ajedrez a tener robots policía. Por qué este interés por vuestra tecnología?
Los Emiratos Árabes son un entorno diferente. Tienen posibilidades, porque allá dinero no faltan, y también tienen pasión por la tecnología, son unos early adopters con la mayoría de cosas que llegan. Tienen ganas de probar cosas nuevas y la robótica lo es, con el plus que es útil. Además, la temperatura no los ayuda. Trabajar en entornos con 60 grados de calor puede ser un problema y la tecnología los ayuda a sustituir ciertos trabajos que hacen los humanos.
"Somos muy mejores que los robots, pero nuestra inteligencia no está desarrollada en todas sus posibilidades"
Precisamente aquí hay un punto conflictivo. Los robots podrán sustituir la fuerza humana?
A la inversa, los humanos están sacando muchos lugares de trabajo a los robots. He visitado muchas empresas donde las personas que trabajan en las líneas de producción no son humanos, se alienan totalmente y hacen movimientos repetitivos que un robot podría hacer mejor y sin cansarse. Los humanos estamos haciendo cosas que no son dignas. Somos muy mejores que los robots, pero nuestra inteligencia no está desarrollada en todas sus posibilidades y creo que tendríamos que centrarnos a amplificar y fortificar el uso del cerebro para hacer más cosas y mejores. Nunca pensamos que una persona trabajaría con un ordenador, ahora lo hacemos. Han creado lugares de trabajo y han hecho que seamos más eficientes y se puedan reducir los costes.
Empezasteis con robots asistenciales, ahora estáis haciendo el salto a la industria?
Todavía trabajamos en ellos. Tenemos proyectos donde usamos la I+D europea que nos permite trabajar con empresas importantes. Estamos en un proyecto con uno de los hospitales más importantes y avanzados de Europa, que se encuentra en Holanda, para hacer tests reales con pacientes que prueban los robots que un día estarán a todas las casas. También trabajamos con una fundación italiana para conocer las necesidades de los profesionales del sector salud. Para mí es muy difícil crear una solución robótica que resuelva un problema en el ámbito asistencial, pero colaborando con profesionales y poniendo en común las ideas, podemos encontrar una solución.
Fotografía: Carlos Barros
En qué sectores veis más potencial de uso de los robots?
El que más puede funcionar es tecnología para el ámbito de la movilidad. Todo el que son robots que se muevan de manera autónoma sin tener que cambiar de en torno funciona muy bien. Ya hay robots que se mueven, pero normalmente se tiene que cambiar el entorno. Algunas empresas ponen tiras de metal porque siga el recorrido y no se salga. Nuestra solución es un robot que mira al suyo cercando y esquiva los obstáculos. Todo y las oportunidades que hay, creo que el gran mercado está en el ámbito doméstico, pero estamos todavía un poco lejos porque hace falta más investigación con casos reales de uso.
"Tiago ya es una solución rentable para ser en casa, siempre que podamos ayudar a financiarlo con una parte pública"
Cuando será una tecnología bastante económica para introducirla en casa?
Hoy Tiago ya es una solución rentable para ser en casa, siempre que podamos ayudar a financiarlo con una parte pública. La sanidad de algunos países está gastando parte de su presupuesto en la compra de soluciones como esta. Tenemos ya casos de estudio que hemos traído a la Unión Europea porque nos ayuden a empujar y ver como traer los robots al mercado. Son soluciones rentables para el usuario y para la Administración pública. Además, hemos hecho un trabajo exhaustivo al mantener la calidad de los robots rebajando los costes. Esto nos ayuda a acercarnos al mercado despacio, siendo competitivos, teniendo ventas y reinvertint los ingresos en soluciones más baratas, mejores y más eficientes.
El 2004 os encontrasteis con una tecnología muy desarrollada, demasiado para el mercado. Tenéis miedo de volveros a encontrar en la misma situación?
Miedo no, ya nos estamos encontrando con este problema en algunos ámbitos donde trabajamos, pero ahora tenemos experiencia y distinguimos qué es investigación y qué es producción. En 13 años hemos tenido altibajos y el que más miedo me hace son las personas y las empresas. Muchos de los actores venden aire y prometen cosas que no son realizables. El estado actual de la robótica no es para tener un iRobot a casa, hacen falta unos años más. Sólo hay que ver qué está pasando con los coches autónomos. Desde hace más de 10 años tenemos vehículos que funcionan, pero porque sea factible su uso, hay que cambiar muchas cosas como el precio.
"Al hogar, donde tenemos objetos e instrumentos pensados para nosotros, el robot se tiene que adaptar"
Se llama que los coches autónomos necesitan que las ciudades y las personas nos adaptamos a ellos para circular bien. Con los robots pasa el mismo?
Con los vehículos hay dos teorías. Una dice que sólo tienen que funcionar en un lugar especial para coches autónomo y la otra, que tienen que compartir el espacio con personas que conducen. Mi punto de vista es que para el hogar, donde tenemos objetos e instrumentos pensados para nosotros, el robot se tiene que adaptar. Cuándo hemos creado una silla, lo hemos hecho porque es cómoda para nosotros y a nuestra altura, no porque un robot tenga que sentar. Tiene que ser el experto en robótica quien consiga que la tecnología se adapte.
Fotografía: Carlos Barros
Tiene que ver con todo esto el hecho que trabajáis con software abierto? Que los profesionales puedan adaptar los robots a sus necesidades?
El 2010 hubo una revolución cuando una empresa americana abrió una plataforma de software abierto. La compañía ya no existe, pero el software todavía funciona. Ahora este es el estándar que se usa en robótica, es como un Windows para robots. Trabajar con un software abierto es importante para nuestro mercado principal, la investigación, porque las personas puedan usarlo. Si los damos una tecnología que ya funciona, el investigador no hace nada. La idea es que él pueda tocar el robot, cambiarlo y adaptarlo. El software es el que menos se ve, pero es el que más valor añadido da a los robots y el que permite adaptarlo. Hoy en día somos una de las mejores empresas del mundo a hacer que los robots anden. Tenemos muchos competidores, pero no funcionan como nosotros. El 2008 hicimos un cambio de chip y abrimos mercado, no pensar sólo en investigación, y el paso más importante fue tener un desarrollo focalizado a las necesidades de cada cliente.
"Queremos que PALO Robotics siga haciendo investigación y que sea puntera en su ámbito"
A pesar de que habéis diversificado y crecido, defendéis que PALO Robotics siempre será una pyme y se dedicará a la investigación. Por qué?
La mayoría de los empresarios tienen una lógica basada en business angels y en el momento que hay un inversor detrás, las compañías se ven obligadas a cumplir unos objetivos y un business plan para crecer. Están sometidas a un crecimiento constante que puede ser demasiado exigente y, a largo plazo, provocar su desaparición para no poder seguir el ritmo. Queremos que PALO Robotics siga haciendo investigación y que sea puntera en su ámbito, y creemos que un grupo pequeño de personas brillantes puede cambiar el mundo. Ahora somos 35 trabajadores y ya tenemos que hacer un esfuerzo de dirección que no es equivalente al de un equipo de cuatro o 10. Tenemos muchos proyectos y es difícil concatenarlos porque todo el mundo esté comprometido.
Y si la empresa crece más como resultado de su actividad?
Probablemente crearíamos una espín off u otra empresa que dependiera de PALO Robots y tendría su propia evolución y crecería según el mercado que se le ha abierto. Nosotros nacimos con una motivación bastante clara: crear robots bípedos y usarlos para ayudar y dar servicio las personas, para mejorar su calidad de vida. Todo el que se salga de aquí, no creemos que esté dentro del núcleo llevar la compañía.